Cuatro de ellos -Claros del bosque (1977), De la Aurora (1986), Notas de un método (1989) yLos bienaventurados (1990)- partieron de un tronco común, crecido entre 1954-1974, que desarrollará la razón poética, y del que se irán desgajando desde 1974, como ramas específicas suyas, estos cuatro libros, que configuran así el árbol final del pensamiento de Zambrano. Ese mismo tronco común afecta también a los otros dos libros que figuran en este vol. IV: Senderos (1986) y Algunos lugares de la pintura (1989).
El tomo II recoge Notas de un método, Algunos lugares de la pintura y Los bienaventurados. Notas de un método es correlativo a Claros del bosque, del que no se desgaja hasta 1974, y como él pertenece, según Zambrano, a la vía positiva, aquí desarrollada desde una perspectiva epistemológica y de crítica a la razón discursiva, cuyo eje son los tres caminos del pensamiento: el del deseo, el de la razón, y el de la visión mística.
Los bienaventurados completa la vía negativa de De la Aurora, mostrando al bienaventurado como la figura de la posible perfección humana, alcanzada mediante el despojamiento del «yo», y siendo la corona de la escala de la vida y de los seres y de toda una serie de categorías humanas (el filósofo, el poeta, el santo, el místico, el exiliado), camino del hombre verdadero. Todos los escritos sobre pintura recogidos en Algunos lugares de la pintura orbitan en torno al componente auroral de este pensamiento.
Como todos los volúmenes de las Obras completas de María Zambrano, de los tres libros de este tomo II se ha realizado una completa edición crítica; y del mismo modo que en De la Aurora (tomo I de este vol. IV), en cada uno de ellos se ha añadido una serie de Apéndices con escritos inéditos de la pensadora conexionados con cada uno de ellos.
Puedes comprar la Obra Completa de María Zambrano en: