Los crímenes de la carretera narra la historia de un conductor de camiones que se ve involucrado en una trama de asesinatos en serie, nada más y nada menos que como principal sospechoso, con pruebas muy sólidas. Desde las primeras páginas la novela toma giros inesperados, empezando por la aparición de un cadáver en la bañera del protagonista en el primer capítulo, siguiendo con las pruebas que parecen indicar que fue él el asesino, el descubrimiento de más crímenes relacionados…
La historia la vemos desde el punto de vista de varios personajes, pasando por muchas hipótesis, que van desde la teoría de que le están tratando de inculpar hasta que haya sido él mismo sin saberlo. De manera que vamos pasando por la mente de los posibles asesinos e investigadores, que dan giros totalmente inesperados e imprevisibles. Los personajes principales son Michael, que es el camionero antes mencionado, su hermana Megan, también adoptada, sus dos padres adoptivos, que son dos psicólogos un tanto excéntricos y particulares, de quienes nos hacen una muestra del contenido de sus estudios, también algo particulares.
Se trata de un libro que me ha fascinado de principio a fin, gracias a que consigue atrapar al lector en todo momento, y a los personajes creados tan completos y redondos, a quienes el lector acompaña durante la investigación y va descubriendo nuevos datos a la par que ellos, sintiendo que no hay ninguna certeza, que todo lo dicho con anterioridad puede no ser cierto o puede haber sido manipulado.
Creo que es uno de los libros que más me han sorprendido debido a los giros inesperados, y que a pesar de no poder decir mucho más por miedo a arruinarle la sorpresa a alguien, se trata de una novela muy bien construida que cuida hasta el más mínimo detalle (y del que, creo que hablo en el nombre de todos sus lectores, desearía que más pronto que tarde, tengamos noticias de una segunda parte).
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