Insertados en un tiempo y espacio indeterminados, en Bahía de Sal se reflejan hechos que vivió la humanidad en el último siglo. Sin embargo, su acontecer está marcado por las relaciones y experiencias de su gente. Aunque todos los personajes son ficticios, fueron inspirados por vivencias reales. A lo largo de sus páginas, el pueblo deviene protagonista mientras María de la Sal contará su historia y la de su gente como el último recurso para rescatar el pasado que convertirá el futuro en sueño promisorio, dándole a los habitantes un derrotero allende el mar. Bahía de Sal obtuvo el Premio Juan Rulfo a Primera Novela, 2016, otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México.
Sobre Bahía de Sal el novelista Edgar Borges considera que “Los grandes escritores crean un lugar para verter su interpretación del mundo. Gabriela Guerra Rey ha hecho lo propio con Bahía de Sal, una nueva épica de las contradicciones de siempre. Bahía de Sal puede ser cualquier pueblo latinoamericano, real o ficticio, Comala o Macondo. La realidad trágica y la mirada esperanzada de unos personajes negados a la derrota. Bahía de Sal es otro intento de hazaña de los seres humanos de cualquier pueblo, espacio y tiempo”.
“¿Por qué íbamos a querer salir si ahí teníamos todo?”. Así nos trae María de la Sal a la abrumadora realidad de Bahía de Sal, un pueblo cuyos habitantes solían tomar los caminos acuosos para nunca más regresar. Marcados por el infortunio climático, las tribulaciones económicas, los vaticinios sentenciosos de los orishas y el fantasma de la migración obligatoria.
En el prólogo el escritor mexicano Jorge Ruiz Esparza sostiene que estamos ante “una novela sobre la batalla cotidiana de las mujeres contra la muerte. María de la Sal encara el atormentado devenir de su comunidad, pero además siempre le está dando sentido. Solo así, pensé yo al cerrar el libro una vez más, es posible exorcizar la sombra de la muerte… aunque solo sea durante un tiempo”. Esparza se ha enamorado del universo literario de Gabriela Guerra Rey hasta el punto de que ha preferido definir su prólogo como “Umbral”, porque “me gustaría que sirvieran como una transición entre el mundanal ruido, en el que muy probablemente están inmersos los lectores, y esa explosión verbal que es el texto en el que están a punto de adentrarse”.
La ilustración de la cubierta de Bahía de Sal es una obra del pintor segoviano Amadeo Olmos creada especialmente para el libro, mientras que el diseño gráfico está a cargo del artista Roberto Carril Bustamante.
Gabriela Guerra Rey nació en La Habana, Cuba (15 de octubre de 1981), vive en México desde 2010 y es también ciudadana mexicana. Estudió economía en la Universidad de La Habana y periodismo en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y la Universidad de La Habana. En Cuba y México se ha desarrollado como periodista y editora. Como tal, ha colaborado con diversos medios. Escribe ensayo, narrativa y poesía. Bahía de Sal es su primera novela. En 2010 publicó el libro de divulgación científica Monte y ciervo herido (editorial Gente Nueva, Cuba) en coautoría con Félix Guerra. Ha sido merecedora de varios premios periodísticos en Cuba y México. Actualmente está trabajando en proyectos de novela y cuento. En 2016 ganó el Premio Juan Rulfo a Primera Novela por Bahía de Sal. Próximamente publicará su novela testimonial, Nostalgias de La Habana.
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