Para los autores, la gobernanza versa sobre la forma en que se han de alinear los hábitos culturales, las instituciones políticas y el sistema económico de una sociedad para darle a su pueblo la buena vida que desee. La buena gobernanza se da cuando estas estructuras se combinan para establecer un equilibrio que genera resultados eficaces y sostenibles en interés común de todos. La mala gobernanza se da cuando las condiciones subyacentes han cambiado tanto que prácticas antes efectivas se vuelven disfuncionales o cuando adviene la decadencia a raíz de la dominación de intereses particulares organizados. Un ejemplo paradigmático de esta mala gobernanza es España.
Los autores pertenecen al Instituto Nicolas Berggruen, que es un think tank no partidista relacionado con nuevos métodos de gobernanza capaces de afrontar los retos del siglo XXI. Además Nathan Gardel es director de New Perspectivas Quarterly y del Global Viewpoint Network de Los Angeles Times Syndicate/ Tribune Media.
¿Se están gobernando bien los países hoy en día? La respuesta tiene muchos matices, pero en principio podríamos decir que no. Los ciudadanos sienten un creciente hastío hacia los políticos que no están reaccionando como deberían. Para Nicolas Berggruen "en China hay muchos problemas de gobernanza", y el reto es aprender de los errores que está cometiendo un país que se va alejando progresivamente del comunismo para recalar en la meritocracia, algo que se está dando también en occidente, y el caso de Mario Monti en Italia sería el mejor ejemplo.
Para Nathan Gardels son los países emergentes los que tienen los mayores retos en este aspecto. No sólo es China, también India o Turquía se encuentran en un proceso de modernización que podrá ser más o menos rápido dependiendo de cómo se gobiernen esos países. El despertar político de estos países se viene produciendo por una demanda de los ciudadanos, los cuales quieren participar en todos los procesos políticos y económicos. De ahí la importancia de dar cada día más participación a los ciudadanos, lo cual a largo plazo dará una mayor legitimidad a los estados.
Juan Luis Cebrián se mostró bastante crítico con la situación política que se vive en el mundo: "las democracias están perdiendo prestigio. Se dijo que se iba a acabar con los paraísos fiscales y ahí continúan", señaló el periodista y empresario de la comunicación. Para él, los jóvenes de hoy en día ponen en duda la democracia como futuro. Se está viviendo una crisis institucional en todos los niveles. "Cada vez hay menos educación democrática y no se puede imponer por la fuerza, como intentó Estados Unidos en Irak", dijo.
Cebrián hizo una predicción atrevida sobre el futuro de China, "no va a haber democracia en los próximos cincuenta años", afirmó contundente. Nadie se va a oponer a un país que controla el 40% de Producto Interior Bruto del planeta. Ante eso, nadie puede luchar, es la economía lo que manda en el mundo, la libertad de opinión es un entretenimiento para occidentales, "en China no va a existir", ni siquiera las autoridades comunistas permiten Facebook.
Para Felipe González el libro es "muy controvertido, muy bien escrito y muy bien traducido". El libro analiza la capacidad de oxigenarse que tienen las democracias representativas y el análisis que se realiza en el libro es para su entender muy interesante. Aunque el problema comienza cuando se le ponen calificativos a la democracia.
Felipe, que no ha conseguido reunir los 120 millones de euros que se propuso conseguir para su fondo de capital, se mostró también muy crítico con la gestión de Obama. "Probablemente el mes que viene, Estados Unidos tendrá que suspender pagos", dijo. No así con el libro, del que señaló que "es audaz porque en el libro, los autores proponen respuestas a los males que se están viviendo en la actualidad".
A la presentación asistieron reconocidas personalidades del PSOE. Elena Valenciano se dejó ver en el acto, aunque llegó tarde, o el ex diputado Enrique Barón. Para su partido de toda su vida y para el partido rival tuvo algún comentario mordaz: "los políticos españoles son como los bomberos que llegan siempre tarde y no tienen ninguna capacidad de respuesta", quizá a él le ocurrió lo mismo en el tema de la corrupción, que se sigue repitiendo cada cierto tiempo.
Nathan Gardels sintetizó en pocas palabras la actual situación mundial: "el público está frustrado por la crisis económica y por la crisis política", apuntó. Puso de ejemplo a Italia. "Mario Monti es un político largoplazista. Silvio Berlusconi es un político cortoplazista. Entre ambos tendrán que escoger los italianos y no sabemos quién ganará", finalizó.
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