El verano llega a su fin y la escritora Erica Falck vuelve al trabajo tras la baja de maternidad. Ahora le toca a su compañero, el comisario Patrik Hedström, tomarse un tiempo libre para ocuparse de la pequeña Maja. Pero el crimen no descansa nunca, ni siquiera en la tranquila ciudad de Fjällbacka, y cuando dos adolescentes descubren el cadáver de Erik Frankel, Patrik compaginará el cuidado de su hija con su interés por el asesinato de este historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial. Mientras tanto, Erika hace un sorprendente hallazgo: los diarios de su madre Elsy, con quien tuvo una relación difícil, junto con una antigua medalla nazi. Pero lo más inquietante es que, poco antes de la muerte del historiador, Erika había ido a su casa para obtener más información sobre la medalla. ¿Es posible que su visita desencadenara los acontecimientos que condujeron a su muerte?
En esta novela de misterio, presente y pasado se entrelazan de un modo magistral y emocionante, dando lugar a una trama en la que todo lo que ha ocurrido tiene su consecuencia más temprano o más tarde. No hay lugar para el arrepentimiento. Y uno de estos posibles resultados de la actualidad ha podido ser un asesinato en el que todas las pruebas señalan, pese a que el probable detonante estalló durante la juventud de la madre de Erika, que dicho crimen no fue premeditado.
La época pasada en la que Camilla Läckberg se centra no fue precisamente fácil para todos los que tuvieron que pasar por ella: la Segunda Guerra Mundial era el telón de fondo que abarcaba todos los aspectos de la vida cotidiana. La aproximación de la autora a uno de los momentos más convulsos de nuestra historia es excelente y muestra, sobre todo, las consecuencias que el conflicto tuvo en Suecia. Así, se describen con sensibilidad tanto la vida cotidiana de la gente de la calle como las acciones de aquéllos que apoyaban a los nazis y de aquéllos otros que colaboraban con la resistencia noruega.
A su vez, junto con los personajes que ya nos acompañaron en anteriores ocasiones, aparecen en esta obra nuevos figurantes tanto del pasado como del presente o, en ocasiones, algunos presentes en ambas tramas, quizá los que mejor construidos están, ya que podemos ver cómo eran en un principio y cómo son ahora y, poco a poco, se van desentrañando las causas de su evolución y de por qué son como son en el presente. Un narrador omnisciente es quien nos cuenta cómo un joven que admiraba a los valientes que colaboraban con la resistencia acabó con una fuerte convicción neonazi o por qué una mujer apasionada dejó de mostrar sus sentimientos hacia los demás volviéndose hermética.
Las huellas imborrables, además de centrarse en las consecuencias del pasado, también trata temas importantes para la sociedad de nuestros días. Entre ellos, destacan la maternidad y paternidad, los nuevos tipos de familia y las difíciles relaciones entre sus miembros, los problemas de las parejas jóvenes de compaginar su vida personal y profesional, la inmigración, los grupos extremistas…
En definitiva, una gran novela de misterio que relaciona dos tiempos totalmente diferentes para dar forma a un críptico enigma difícil de resolver.
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