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"Calígula. El emperador loco de Roma", de Stephen Dando-Collins

Ed. La Esfera de los Libros. 2021
Por José María Manuel García-Osuna Rodríguez
viernes 04 de marzo de 2022, 18:00h
Calígula. El emperador loco de Roma
Calígula. El emperador loco de Roma

Este libro es una rareza muy inteligente, y más que necesaria, ya que existen pocas biografías sobre este emperador, que se burlaba de Roma, de los patricios romanos y de su propia abyección. Recomiendo, vivamente, la lectura del último capítulo, en el que se realiza un estudio riguroso y jocoso a la vez, comparando a Trump con Calígula, y es claro que existen sinonimias parangonables entre ambos, histriónicos por antonomasia y con un cierto componente populista; ambos teniendo un nulo respeto hacia las estructuras socio-políticas de Roma y de los Estados Unidos de América.

En estos dos políticos da la impresión de existir ciertos componentes psicopáticos concomitantes. El autor manifiesta que fue la elección presidencial de Donald Trump la que le inspiró este libro sobre el emperador: Gaius Iulius Caesar Augustus Germanicus, nacido en Anzio, el 31 de agosto de 12 d. C., y muerto en Roma, el 24 de enero de 41 d.C., quien gobernaría el trono imperial romano entre los años 37 al 41 d.C. Se matrimoniaría hasta en cuatro ocasiones con: Junia Claudila (33-37), Cornelia Orestila (38), Lolia Paulina (38), y Milonia Cesonia (39-41); y tendría dos hijos: Julia Drusila y Tiberio Gemelo (adoptado). Está claro que no se sabe cuál fue el cariz psicológico del emperador que hoy nos ocupa. “Algunos pasajes de la vida de Calígula han sido exagerados y son prejuiciosos. Su biógrafo del siglo II d.C., el sensacionalista Suetonio, y el historiador del siglo III Dión Casio, por ejemplo, ambos importantes fuentes sobre Calígula, repitieron cotilleos, obviamente exageraron algunos aspectos y a veces ocultaron o manipularon hechos para mostrar al emperador bajo una luz desfavorable. El filósofo, orador y funcionario público Lucio Anneo Séneca, que fue sentenciado a muerte por Calígula, nunca tuvo nada bueno que decir sobre él, comprensiblemente. Publio Cornelio Tácito, en sus ‘Anales’ e ‘Historias’, nos facilita información detallada del pueblo romano y de los sucesos durante gran parte del siglo I. Tácito es una fuente clave para las vidas de los padres de Calígula, y era obviamente partidario del padre de este, Germánico. Aunque nos da pistas reveladoras sobre él en varias de sus obras, lamentablemente los capítulos de los ‘Anales’ que cubren los cuatro años del reinado de Calígula no han sobrevivido”. Séneca lo describe como un desequilibrado mental: “…ojos torvos y emboscados bajo una arrugada frente…

El historiador romano-judío del siglo I, que es Flavio Josefo se encarga, paladinamente, de escribir lo más que le es posible sobre el magnicidio obrado contra el emperador; citando al prefecto del Pretorio, Macrón, Quintus Naevius Cordus Sutorius Macro, quien de mentor imperial pasaría a enemigo declarado, y obligado a suicidarse; y, sobre todo, se recrea en el conocimiento del principal asesino del complot contra el emperador, el tribuno militar de la guardia pretoriana, Cassius Chaerea; la descripción fenotípica de ambos demuestra, de forma palmaria, que el historiador hebreo conoció a personas relacionadas con el emperador y con su asesinato. Filón de Alejandría, el filósofo judío-helenístico tuvo una relación personal con el emperador, con una serie de audiencias traumáticas. Es curioso y paradójico, pero hasta los cronistas más virulentos en su contra reconocen que poseía notable inteligencia e ironía próxima a la befa sarcástica. Gayo Plinio Secundo “el Viejo”, el historiador y naturalista romano, quien como militar llegaría al grado de tribuno militar, menciona diversas historias de cuando vivió en Roma, en su adolescencia, reinando Calígula, sobre el susodicho emperador. Sexto Julio Frontino, senador, militar y escritor importante, escribe sobre las innovaciones en las infraestructuras públicas realizadas en Roma bajo los auspicios del emperador Calígula. Cuando se realiza un estudio sobre la praxis religiosa de Calígula, nos encontramos muchas razones para entender que la historia se malquistase con este emperador.

También la arqueología ha ayudado, en/para la concepción de esta magnífica y rigurosa obra dedicada a la Historia de la Antigüedad de Roma, ya que en el año 2008 se consiguió desenterrar en la urbe capitolina romana el túnel existente en la colina Palatina, donde se conjetura que el emperador Calígula fue asesinado por los complotados dirigidos por Casio Querea. El emperador poseía, y cuidaba con esmero, una Guardia Germana, germanos a los que se les exigía ser rubios de más de 1’80 de estatura. “¿Y qué hay de la acusación de que el emperador era mentalmente inestable? Suetonio escribe que, al principio de su gobierno, sufrió de una ‘enfermedad cerebral’ que aparentemente transformó su personalidad de manera drástica. Tácito también se refiere a esta ‘enfermedad cerebral’. Pero durante los primeros meses de su reinado, Calígula actuó de modo correcto y era adorado por el ‘populus’, que alababa sus actos. Aparentemente de un día para otro, se volvió voluble, caprichoso y cruel. Sus síntomas, como han descrito autores romanos, han dado pie a numerosas teorías sobre la naturaleza de aquella enfermedad. Como explicaremos más adelante, existe un diagnóstico médico moderno que encaja con el comportamiento de Calígula”.

Existen tres enfermedades citadas, de forma conjetural, con respecto al comportamiento del emperador Calígula: una posible demencia multi-infarto, que a pesar de su juventud puede aceptarse como que se hubiese producido por un ictus, que se cree que se lo produjo por beber una bebida extraña o poción. También se piensa que padeció ataques epilépticos, y se cree que vivía asustado y medroso con respecto a padecer otro posible ataque. La tercera patología que se cita, podría ser un Hipertiroidismo, que se estima padecería, y de ello puede dar fe su extraña mirada. Uno de los hechos de su desviación intelectual o mental estriba en el hecho de haber nombrado senador a su caballo Inzitatus. Suetonio refiere que mantuvo relaciones sexuales incestuosas con sus tres hermanas: Julia Livila, Julia Drusila y Agripina la Menor; aunque existen otros historiadores que consideran que estos hechos son claramente propaganda anti-Calígula.

La acusación de que fuera proclive a participar en bacanales ingentes con mujeres, ninguna fuente antigua e inclusive las más maliciosas lo acepta. Sí, es verdad, que le producía un placer especial humillar a los prepotentes senadores, y era, para ello, excesivamente promiscuo con sus esposas. Se cita que le robó a un senador su esposa en la noche de bodas. A su tercera esposa, Milonia Cesonia, le fue fiel absolutamente. Tampoco le arrancó un bebé vivo del cuerpo de su hermana preferida, Julia Drusila, ya que esta murió a causa de una grave enfermedad, podría ser un cáncer de cuello uterino, y no estaba embarazada. En suma, preámbulo sobre un libro extraordinario, que merece loas y parabienes sin cuento, y al que califico de sobresaliente. ¡Ánimo siempre! «Alea iacta est. ET. Veni, vidi, vici».

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