¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria? Me gusta escribir y me gusta leer, y trato de poder hacer ambas cosas armonizándolas lo mejor posible con mi vida cotidiana. ¿Cuáles fueron sus primeros autores que le influyeron? Los primeros libros que leí completos fueron de Eduardo Galeano, de Cortázar, de Bukowsky, de Raymond Carver, de Salinger. Así que supongo que esas fueron mis influencias originales (no necesariamente estilísticas, sino las que me empujaron a la escritura). ¿Cómo definiría a sus novelas? Ah, no, eso que lo digan los lectores y las lectoras. Yo no tengo muchas ideas armadas al respecto. ¿Cree que el escritor “evoluciona” en su escritura? Sí, por supuesto, lo que no necesariamente quiere decir que escriba “mejor” con el paso del tiempo. (Antes yo tenía la teoría de que los mejores libros se escribían antes de los 39 años. Ahora ya no creo eso –tal vez porque ya cumplí esa edad hace tres años y no quiero tirarme abajo). ¿Cómo ha cambiado su lenguaje a lo largo de los años? No lo sé. Muy difícil pregunta. ¿Cómo siente que un escrito está terminado y cómo lo corrige? Corrijo mucho, a veces obsesivamente, y me doy cuenta de que un texto está terminado cuando siento que ya no tengo que corregirlo más. ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su novela? La escritura de una novela, para mí, es un fin en sí mismo. Lo que venga después es una yapa. ¿Qué lugar ocupa, para un escritor como usted, las lecturas en vivo? En una época, de más joven, leía bastante en público. Tuve un grupo literario-musical, llamado El quinteto de la muerte, con el que hacíamos recitales de lectura y música todos los meses. Ahora coordino un taller de lectura donde practico y fomento la lectura en grupo y en voz alta. Así que para mí ocupa un lugar muy importante. ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs etc? Me encantan. ¿Podría recomendarnos una novela de otro autor que le haya gustado mucho? Una novela no, un libro de cuentos: "Sierra Grande" de Cesar Sodero. ¿Qué libro está leyendo en la actualidad? "Diario de invierno", de Paul Auster. ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la literatura? Que sólo se dedique a la literatura si disfruta muchísimo escribiendo. Caso contrario, va a estar perdiendo un tiempo que podría utilizar en cosas mucho más provechosas. ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial? En la Argentina la industria editorial está en un momento muy complicado. Desde la asunción del actual gobierno en el país se han perdido miles y miles de puestos de trabajo, han cerrado cientos de fábricas y miles de negocios, la inflación es la más alta en tres décadas… y la industria editorial, por supuesto, no escapa a ese paupérrimo contexto social y económico. Los costos de los insumos para imprimir libros crecen de la mano de la suba del dólar, y en el último año el dólar tuvo una devaluación del más del 100%. Y al mismo tiempo a los potenciales lectores les resulta cada vez más difícil destinar algún dinero de sus ingresos a la compra de libros. Esto genera un combo que si todavía no resulta letal es porque el mundo de la edición argentina (me refiero al mundo de las pequeñas y medianas editoriales, que es el que más conozco y en el que me muevo) se caracteriza por su creatividad y por un entusiasmo admirable que le permite sobrevivir a la crisis general. ¿Qué libros ha publicado? Publiqué dos novelas (Los modos de ganarse la vida y Los puentes magnéticos), un libro de cuentos (Los estantes vacíos), uno de relatos semi autobiográficos llamado En los márgenes, dos de poemas (Viajemos en subte a China y El idioma que usan todos), uno periodístico y la nouvelle El cuarto deseo. ¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho? ¿Me pasás tu cbu?” Puedes comprar su último libro en:
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