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Jon Arretxe
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Jon Arretxe (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Jon Arretxe, autor de "Malos tiempos para la Lyrica": "Los autores de novela negra, hoy más que nunca, con el auge de la extrema derecha, tenemos que hacer una labor de denuncia muy importante”

Por Javier Velasco Oliaga
domingo 16 de julio de 2023, 12:11h

El improbable detective Touré (negro, altísimo, inmigrante clandestino, sin papeles y pobre) vuelve al ataque en esta novena entrega de la saga de este singularísimo sabueso, con una historia que combina la novela negra, la denuncia de lacras actuales (migración ilegal, malos tratos, explotación sexual de extranjeras), y el costumbrismo social de los bajos fondos. Su creador, el escritor vasco Jon Arretxe, presentó esta novela durante la Semana de Novela Negra de Gijón.

Tiempos para la Lyrica
Tiempos para la Lyrica

Esta vez, el protagonista, Touré, malvive en uno de esos distritos eufemísticamente denominados ahora como barrios multiculturales, el de San Francisco de Bilbao, en el que luchan por sobrevivir inmigrantes latinoamericanos, magrebíes y subsaharianos en pésimas condiciones de seguridad, sanidad y (des)empleo, entre la chapuza, los trapicheos que rozan la legalidad y, a menudo, la violencia y la trata de seres humanos.

Como buen antihéroe al que la vida le ha dado las peores cartas (y eso desde hace ya ocho novelas), Touré se las va apañando como puede: primero haciéndose pasar por un exótico "adivino” que ofrece, a cambio de dinero, consejos para problemas de amor o dinero, luego como figurante de la ópera gracias a su vozarrón de bajo -como la que tiene el autor vasco-, y después atrapando al vuelo cuanta oportunidad se presenta para salir adelante.

Fiel al realismo que tan bien supo reflejar en sus novelas anteriores, esta nueva entrega de la saga Touré "mezcla la crudeza y el humor; la vida lo trata a golpes, y él se ve obligado a convertirse en confidente de la Policía y, a veces, incluso en sicario y matón por cuenta ajena”, revela Arretxe.

Las desventuras del burkinés Touré, siempre huyendo en busca de un futuro más halagüeño, lo llevan de África a Bilbao, de ahí al Pirineo, después a París y a Madrid, y por fin de vuelta a Bilbao, en un recorrido tan dinámico como fascinante de los rincones más exóticos de Europa.

¿Qué mueve a Touré en esta ocasión? "Su novia, una blanca llamada Cristina, es esta vez el detonante de la trama, así como su amiga Sa Kené, todo un símbolo de ese azote social llamado explotación sexual”.

¿Cuál es el origen de un título tan sugerente como "Tiempos para la Lyrica”? El autor hace un juego deliberado de palabras: "Por un lado me llamó la atención el célebre dicho de Bertold Brecht ante el surgimiento del nazismo en Alemania: "Son malos tiempos para la lírica”, o sea, para la poesía y la belleza, y por otro, aludo a un medicamento llamado así, Lyrica, que en realidad es un relajante, pero que se ha convertido en la droga que arrasa entre los desgraciados que tienen que vivir en el barrio bilbaíno de San Francisco”. Se le ha olvidado citar la famosa canción de Golpes Bajos que tanto nos encandiló en los años ochenta.

"Y es que la lírica siempre está presente en la vida de Touré, ya sea en sus apariciones como figurante en la ópera, como en el caso de una soprano, y esa es una faceta inspirada en mí, que también canto con tesitura de bajo.”

"Touré va evolucionando, pero para mal y peor"

Sin embargo, cada novela es diferente, y con cada nueva aventura, "Touré va evolucionando naturalmente, pero para mal y peor, llegó a su punto más bajo al borde del suicidio cuando le mataron a su hija, a la que no pudo proteger, y ha llegado al extremo de perder todos sus escrúpulos, pero a pesar de ello, siempre le cae bien al lector, porque genera su empatía”, asegura Arretxe. "Tramas hay miles posibles, pero lo que hace especial esta saga es él, Touré, que es único y realmente original”.

El autor, que también es doctor en Filología y licenciado en Educación Física, comparte, junto con la música, todas esas características con su criatura literaria: "Me resulta muy cómodo conocer esos mundillos a la hora de introducir personajes de esos ambientes, que yo controlo bien: a músicos y a deportistas. Y no me meto en berenjenales que no controlo”, añade entre risas.

El interés y el éxito de la saga ha hecho posible que Touré vaya a dar muy pronto el salto a la pequeña pantalla, con el rodaje de una serie televisiva, en el que Arretxe tiene puestas muchas esperanzas: "Se rodará en Bilbao, en el barrio original de San Francisco, eso para mí era una línea roja muy clara, porque le debo tanto, y no en París. Incluirá elementos de la primera, la segunda y la quinta novela, que, aunque son las más "suaves”, también incluyen escenas muy violentas y crudas, antes les habrían puesto dos rombos, y probablemente se califiquen como aptas para un público mayor de doce años.”

El autor siempre escribe sus novelas en euskera, y tiene "más lectores en euskera que en castellano, porque llevo más de treinta años publicando en euskera y tengo un público muy fiel”.

Arretxe muestra la dureza y la precariedad de todo un submundo invisible en la persona de Touré, y de sus vecinos del barrio de San Francisco: "Él no ha podido conseguir las tres cosas a las que todos ellos aspiran: conseguir papeles legales, obtener un empleo digno, y enviar dinero a su familia en su país de origen. De ahí que se haya vuelto más amargado, y el tono de la novela contenga mucha más crítica social; es algo que antes hacía de manera inconsciente, pero ahora sé que los autores de novela negra, y más que nunca ahora, con el auge de la extrema derecha, tenemos que hacer una labor de denuncia muy importante”, afirma.

¿Qué proyectos futuros puede anticiparnos el autor? Ahora mismo "Estoy trabajando en la décima novela de Touré, y preparando un homenaje a Alexis Ravelo (autor canario recientemente fallecido), que para mí es el mejor autor de novela negra en español y era, además, un muy buen amigo”.

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