www.todoliteratura.es
Rosario Raro
Ampliar
Rosario Raro (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Entrevista a Rosario Raro: “El papel de Hollywood fue fundamental en el desembarco de Normandía”

Autora de “Prohibida en Normandía”
Por Javier Velasco Oliaga
domingo 21 de abril de 2024, 07:36h

La escritora castellonense Rosario Raro lleva cinco novelas publicadas y tres de ellas giran sobre diferentes acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. En “Prohibida en Normandía”, lo dice todo su título, se centra en el desembarco aliado en las costas francesas. Los alemanes engañados no les estaban esperando en aquella zona, sino a varios kilómetros más al norte, en las playas de Calais. Esta operación les salió redonda a las tropas de liberación.

Rosario Raro
Rosario Raro (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Prohibida en Normandía” es una novela coral, donde mezcla personajes reales con otros muchos ficticios, que tiene dos protagonistas absolutos. Por una parte, la periodista y escritora Martha Gellhorn, por aquel entonces esposa del premio Nobel Ernest Hemingway, y Hollywood. Sí, muchos actores de la meca del cine participaron en este singular episodio, colaborando en el monumental engaño que perpetraron a las tropas alemanas. También hay que señalar que al vago de Hitler le pillaron durmiendo y nadie se atrevió a despertarlo. El cine, que tanto le gustaba, y las drogas, fueron las causantes de tal colosal desatino, afortunadamente.

Cuando escribió su primera obra, “Volver a Canfranc”, Rosario Raro se documentó con tal dedicación que ha dado sus frutos para tres novelas, a cuál más interesante. “En ocasiones, la fase de investigación de una novela es detectivesca. Se cruzan muchas más historias interesantes. A mí, se me cruzó la historia del Ejército Fantasma que contó con la colaboración de diversas figuras del cine americano como Douglas Fairbanks Jr., David Niven y su ayuda de cámara Peter Ustinov, entre otros”, cuenta la escritora con emoción.

No nos podemos olvidar de la protagonista principal Martha Gellhorn que fue la única mujer que participó en el desembarco de Normandía dentro de una de las lanchas como polizón. “El ejército americano prohibió a las mujeres participar en la operación Overlord. Los cometidos de las mujeres fueron diferentes, trabajaron como enfermeras, en el servicio postal y en la desencriptación de mensajes, pero no pudieron con Martha pese a las muchas trabas que le pusieron”, recuerda Rosario.

“El papel que jugó el cine y Hollywood fue fundamental en el desembarco. Se utilizaron tanques y aviones de atrezo, unos hinchables, otros de madera. Se emplearon muchos trenes vacíos para hacer creer a los nazis que había mucho movimiento de tropas cerca de Dover”, relata la escritora valenciana. Los aliados disimularon casas con motivos vegetales y jugaron con ilusiones ópticas en los diferentes barcos que se iban a utilizar para el asalto de Normandía.

Por si esto fuera poco, resulta que “a Hitler le encantaba el cine americano, no tanto el de la UFA; disfrutaba con películas como King Kong, las de Disney, las de espadachines y las protagonizadas por Errol Flynn o Clark Gable. Todas las noches veía una con sus colaboradores más cercanos. La noche anterior al desembarco también vio su película y se fue a acostar casi de madrugada, por eso le pilló durmiendo la mañana del 6 de junio. Nadie se atrevió a despertarle hasta eso de las diez. Parece ser que fue el mariscal Rommel el que insistió en una llamada telefónica. También, el zorro del desierto no estuvo fino y como el tiempo esos días era muy malo, se fue a Berlín al 50 cumpleaños de su mujer para regalarle un par de zapatos”, desgrana la autora.

“A Ernest Hemingway no le gustaba que nadie le hiciese sombra”

“Hitler, por entonces, ya se mostraba muy pesimista sobre el curso de la guerra, creía que era como el barco del holandés errante”, sostiene Rosario Raro. Esa noche de luna llena fue fundamental para el devenir de la Segunda Guerra Mundial. “En el desembarco, participaron unos 160.000 soldados y entre ellos estaba Martha Gellhorn. Por desgracia, su crónica no se publicó hasta más tarde. Ella creía que su marido le iba a ayudar a hacerlo, pero él se desentendió. No le gustaba que nadie le hiciese sombra, ni siquiera su mujer. Al terminar la guerra el matrimonio se separó. Hemingway nunca se lo perdonó”, expone.

Rosario Raro quería que “Martha Gellhorn ocupase un papel central en la novela. Un reconocimiento en toda regla a su figura. Ella no quería ser una nota a pie de página en la vida de otra persona. Demostró una gran personalidad y una entereza a prueba de bomba. Lo que hizo en Normandía fue todo un acto de valor”.

El credo de Martha Gellhorn era la libertad

En cuanto a la forma de escribir la novela, la escritora de Segorbe dice que “yo escribo ante todo lo que los anglosajones llaman Fiction, basada en hechos reales. La historia no se puede alterar, pero la intrahistoria es otra cosa. Por eso, mis protagonistas son personajes reales y otros inventados. Por ejemplo, cambie el nombre del general Bradley que estaba casado y no me venía bien en la historia por el del general Harvey, que me venía mejor, y así le daba más tensión dramática a la obra. Este general soltero no quiso domar a la reportera sino tratarla de igual a igual. El credo de Gellhorn era la libertad”.

“El ideal de amor de la periodista yankee era tener una persona en la que confiar por completo, no estar con alguien que le pudiese traicionar, por eso me interesaba una persona que fuese soltera, además Harvey es un contrapunto al gran general americano Patton, persona arisca, pero en la que los soldados confiaban plenamente”, elucubra la autora.

Como hemos señalado, Hollywood jugó un papel muy importante en el desembarco. “Prepararon una gran maniobra de distracción con todos sus trucos sónicos, visuales, etc. Evitaron muchísimas bajas. Además, la meteorología también jugó a favor de los aliados y, como no, el azar. Yo no quería jugar a contar los acontecimientos de una manera épica, sino más personal. Me interesaba narrarlos desde el punto de vista de los aliados, pero también desde el de los soldados alemanes. Hay un momento en que dos familias, una alemana y otra americana, reciben el comunicado de que sus hijos han muerto”, rememora Rosario.

La novela no sigue una cronología canónica. “Quise hacer algo parecido a lo que hace García Márquez en sus novelas. Por eso, utilizo los flash-backs. No podía basar la tensión narrativa en que si Martha iba a estar en el desembarco o no. Por supuesto que estuvo como polizón, de ahí que contase su viaje a Alemania en 1933. Ella ya se dio cuenta de lo que iba a suceder con el nazismo. Fue una precursora a la que nadie hizo caso”, señala.

La intención de Rosario Raro cuando escribe es que “la tensión narrativa no decaiga y que tenga mucho ritmo. De ahí que la fase de corrección sea muy importante para mí. No me tiembla el pulso, suprimo lo que tengo que suprimir. Tardo más en corregir que en escribir. Esta novela la he reescrito diez veces. Prohibida en Normandía me ha costado escribirla más que mis cuatro anteriores novelas”, confiesa la autora.

Para finalizar, me señala los protagonistas que más le han impresionado. “Fairbanks es un personaje genial. Utiliza el humor como válvula de escape y también me sorprendió la fotoperiodista Lee Miller. Hizo un trabajo impresionante, cuando terminó la guerra estaba en la casa de Hitler bañándose desnuda. Luego vivió el resto de su vida de forma anónima y cuando murió, su hijo descubrió varias cajas llenas de negativos de la guerra. Un testimonio formidable”. Y concluye preguntándose: “¿por qué las mujeres no salen en estas fotos?” Quizá porque las mejores las hizo ella.

Puedes comprar el libro con:

https://amzn.to/3JuEP5w
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios