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Alfonso Mateo-Sagasta
Alfonso Mateo-Sagasta

Entrevista a Alfonso Mateo-Sagasta, autor de "El reino de los hombres sin amor"

"Mientras el resto de países se reestructura, España pierde un tiempo precioso debido a una falta de visión del futuro importante"

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

"El reino de los hombres sin amor" de Alfonso Mateo-Sagasta es la tercera entrega de las aventuras de Isidoro Montemayor. En este caso, nos traslada al año 1615 para narrarnos una historia llena de misterio, robos y corrupción que trata sobre las conspiraciones que surgieron a raíz de la intención de España y Francia de firmar la paz mediante dos matrimonios.

 (Fotos: Felipe Velasco)
(Fotos: Felipe Velasco)

En esta entrevista con el autor de El reino de los hombres sin amor hemos hablado de su última novela, del espionaje y la corrupción en el siglo XVII y sobre cómo las naciones europeas se mantenían en pie pese a las continuas bancarrotas y guerras, entre otros temas.

¿Qué le llevó a escribir El reino de los hombres sin amor como tercera parte de la historia de Isidoro Montemayor?
Las aventuras de Isidoro no están consideradas como una serie al uso, sino como tres visiones distintas de un periodo concreto con tres perspectivas diferentes y con tres géneros distintos. Ladrones de tinta es un thriller al uso ambientado en exteriores que podría incluirse más en la metaliteratura. El gabinete de las maravillas es más una novela policíaca en un ambiente de interiores, en palacios. Y me faltaba una visión del mundo rural, de viajes, con una trama de espionaje, que es la que he querido dar en esta novela. He querido mezclar géneros en ambientes diferentes para que cada novela fuera distinta pero que las tres representaran de una manera fiel los inicios del siglo xvii.

El gran acontecimiento político que sirve de base a esta novela es el intercambio de las princesas de España y Francia. ¿Por qué motivos se concertaron estos matrimonios?
Históricamente la paz había sido firmada anteriormente entre Felipe II y Enrique IV. Para el francés fue más una tregua para intentar organizar su reino y aprovechar para ayudar a otros enemigos de España para intentar perjudicarnos todo lo posible para que los españoles no se recuperen y ellos sí. En aquella época, éramos su gran enemigo porque Francia estaba rodeada por territorios de los Habsburgo y estábamos en medio de su proceso de evolución.

Unos años antes de la novela, en 1610, Enrique IV es asesinado y todo mecanismo de acción que había orquestado contra España queda paralizado y su mujer se ve obligada a firmar un acuerdo por la guerra civil en Francia en el hecho de que Luis XIII es todavía un niño. Por lo que la situación se le va de las manos y decide establecer una alianza con España para intentar salvaguardar la corona de su hijo.

Para España era más una cuestión de intentar llevar más la política hacia el centro de Europa e intentar solucionar el problema de los Países Bajos, el gran problema de los Austrias en la frontera oriental. Es más un intento de reequilibrar la política española para intentar dejar de gastar tiempo, dinero y fuerza militar en este territorio; lo que al final los arrastrará a la guerra de los 30 años. Esta paz sólo supone ganar un poco de tiempo ante algo que es inevitable, ya que no se consiguió el objetivo de volver a elaborar la política exterior.

Al igual que Francia intentó desestabilizar a España, desde España se ayudó a los rebeldes irlandeses. ¿Qué supuso esto históricamente?
Para los irlandeses, Felipe III era su rey porque era católico. Y hay una ayuda permanente de España a Irlanda porque Irlanda para Inglaterra era lo mismo que Flandes para nosotros. Se intentó que los ingleses mandaran tropas a Irlanda para que no las mandaran a otros territorios. Pero esto se realizó a una escala mucho mayor. Por ejemplo, España ayudó a Persia en su guerra contra el imperio otomano para que no ataque el mediterráneo occidental. Todos estos son los principales “Vietnam” de la época.

¿Cómo conseguían los países europeos mantenerse en pie con tanta inestabilidad?
Todos sabemos que España estaba agotada. Pero también estaban agotados el resto de países: Francia estaba agotada, Inglaterra después de la muerte de Isabel I también estaba que no podía más, incluso su sucesor corre a firmar la paz con España debido a su mala situación… Todos estaban agotados por la guerra permanente. Hubo una época de 15 a 20 años en la que todos los países estaban intentando rehacerse para el futuro. Y ahí es donde falla España, porque el resto de países se reestructura y España pierde un tiempo precioso debido a una falta de visión del futuro importante.

¿El principal motivo del cambio de la capital a Valladolid fue la especulación con los inmuebles?
No. El cambio es más político que especulación. En la visión del duque de Lerma de la política internacional, él se da cuenta de que nuestra relación con los Austrias orientales es un cáncer para la monarquía hispánica e intenta separarse de la política oriental y de la frontera con el imperio otomano, a lo que había que sumar el auge de los protestantes en los territorios orientales. Lerma se da cuenta de que eso le agota y que no le ayuda en nada en su problema con Flandes y que incluso le estorba. Por eso comenzó a tender lazos a Francia. En ese momento, los Austrias de Europa central (sobre todo el embajador de Viena) tenían una gran influencia en la corte y había un importante núcleo pro germánico en Madrid. Así, quiere alejar al rey y a su corte de esta influencia. Y la única forma que ve de hacerlo es llevárselos lejos de la capital.

Y es ese movimiento para alejar al rey de esta influencia internacional el que él aprovecha, junto con su camarilla, para comprar prácticamente todo Valladolid muy barato o cuando nadie sabía nada. Y después lo vendieron muy caro. Además, la economía de Madrid se hundió al irse la corte. Cinco o seis años más tarde, cuando decidieron volver a Madrid, ocurrió el proceso inverso: compraron inmuebles en Madrid muy baratos, para después forrarse al llevar la corte a Madrid. Todo ello envuelto por un proceso de sobornos, en el que cobró incluso el rey. Podemos definir esto como el uso de información privilegiada, porque en ese momento no era ilegal.

En El reino de los hombres sin amor se habla también del contrabando. ¿Qué importancia tenía en la economía española de esta época?
Los puertos del norte no pagaban impuestos porque la corona consideraba que era mucho más caro abastecer el norte de Castilla desde el interior que desde el mar. En cuanto al contrabando de plata, el principal problema fueron dos devaluaciones de la moneda que realizó Felipe II y otra de Felipe III. Comenzaron a eliminar plata de la moneda, quedándose en una moneda de cobre prácticamente. Muchos se aprovecharon y empezaron a falsificar monedas que sólo tenían cobre. Así queda mucho más interesante llevar plata a Europa directamente para comprar cobre y usarlo para producir monedas falsas. Sobre todo porque sí que había un límite para sacar plata de España, pero no de cobre. Y además había un importante contrabando de plata, la cual se descargaba de los barcos que venían de América en las Azores o en el cabo de San Vicente para introducirla en el continente de manera ilegal. Sobre todo se colaba en barcos negreros, porque debido a las malas condiciones y a al olor, no se solían revisar.

Además, el contrabando de plata hizo mucho daño a la economía española porque la plata se utilizaba para comprar materias primas o manufacturas producidas en España para sacarlas al resto de Europa para comerciar. Y el pueblo no podía competir con estos comerciantes. Todo esto se vio muy favorecido por la firma de la paz debido a las mayores relaciones comerciales con Europa y a la mayor exportación.

En cuanto al espionaje, ¿cómo se hacía para conseguir información en una época en la que prácticamente todo estaba basado en declaraciones y en documentos escritos como cartas o manifiestos?
En esta época, la información era un producto como otro cualquiera. Incluso los espías se vanagloriaban de ser espías de alguien, pero era una época en la que la profesión no tenía mucho glamour. En esta época hubo muchas redes y en continuo movimiento, por lo que la información no era muy complicada de conseguir, sobre todo si se ofrecía dinero.

¿Cómo diría que ha ido evolucionando Isidoro a lo largo de las tres novelas?
Isidoro, fundamentalmente, es un personaje enamorado. En la primera novela no tanto, es más solitario. Lo que más destacaría es cómo va evolucionando su visión irónica del mundo, que mantiene en las tres novelas, además de la evolución de su amor por Micaela, ya que pasa de ser casi independiente de ella a no poder separarse de ella sin un gran dolor. Además, cada vez es un personaje más reflexivo. Y en todo momento es honesto, aunque no moralista, en esto no cambia. Y nunca deja de ser un superviviente.

En relación al título de la novela, ¿cómo puede afectar la falta de amor a la política?
El hecho de que medio mundo estaba dominado por tres viudos y un fraile tiene que influir algo sobre la política, aunque no sé cómo, si a mejor o a peor. El título ha sido más una decisión poética, aunque estoy seguro de que puede influir, aunque cuánto y cómo, ni idea.

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