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La escritora Lola Lafon pone voz a Nadia Comaneci en "La pequeña comunista que no sonreía nunca"

Por Briseida Zenobia
sábado 07 de marzo de 2015, 12:27h
La pequeña comunista que no sonreía nunca
La pequeña comunista que no sonreía nunca
La escritora e integrante del grupo Leva, Lola Lafon, pone voz a Nadia Comaneci en su novela "La pequeña comunista que no sonreía nunca", el hada que encandiló al mundo en 1976, y reinterpreta su historia personal y la de la Guerra Fría. El libro ha sido publicado por Anagrama.
18 de julio de 1976, Juegos Olímpicos de Montreal. Nadia Comaneci, una jovencísima y desconocida gimnasta de un país remoto, Rumanía, ejecuta su ejercicio en las barras asimétricas. Un ejercicio perfecto. La niña de catorce años deja a todos patidifusos y hace saltar por los aires el marcador electrónico, que no preveía la posibilidad de que un ser humano alcanzara la perfección. Nadia obtiene el primer diez en gimnasia de la historia olímpica. A partir de ese momento epifánico, la historia de la pequeña Nadia es la de una criatura adorable que conquista el corazón del mundo entero: el «hada de Montreal». Pero también la de una niña que en poco tiempo se hace mujer y es sometida por ello a un juicio implacable: «la magia se ha esfumado», sentencia un titular de la época. Y la de una adolescente que vive bajo el régimen comunista de Ceauşescu, encumbrada a la categoría de héroe nacional. Y la de una chica sometida a la vigilancia de la Securitate y al asedio de Nicu, el siniestro hijo del dictador. O la de una mujer que, un mes antes de la revolución que derrocará y ejecutará al Conducator, protagoniza una fuga de película a través de la frontera con Hungría y llega a los Estados Unidos como refugiada política para descubrir que el sueño americano no es precisamente un cuento de hadas.

En todas esas Nadias hurga y rebusca Lola Lafon. Pero no como biógrafa, sino como novelista. A través de un intercambio fabulado de correos y conversaciones telefónicas con la propia Nadia Comaneci, teje una especie de documental ficcionado que llena «los silencios de la historia y los de la protagonista». Y así puede hablarnos sobre la dictadura que reina sobre el cuerpo femenino, siempre sometido a exigencias de eterna juventud.

Y sobre la utilización de los mitos populares, en este caso por parte de la propaganda del régimen rumano. Y sobre la Rumanía de los años ochenta, la de la carestía y el racionamiento, la de los decretos demográficos, la del matrimonio Ceaușescu más recalcitrante, la del sistema de control y espionaje paranoide de la Securitate. Poniendo voz –aunque sea inventada– al hada que encandiló al mundo en 1976, en fin, Lafon reinterpreta su historia personal y la de la Guerra Fría antes de la caída del Muro.

Lola Lafon (1972) vive en todas partes y en ninguna en particular. Es escritora y música del grupo Leva. Es autora de las novelas De ça je me console y Nous sommes les oiseaux de la tempête qui s’annonce. En Anagrama publicó Una fiebre ingobernable, su primera novela.

La pequeña comunista que no sonreía nunca ha sido galardonada con el Premio de la Closerie des Lilas, el Ouest-France Étonnants Voyageurs, el Gran Premio de l’héroïne Madame Figaro, el Premio Literario d’Arcachon, el de los lectores de Levallois, el Jules Rimet y el Version Femina / FNAC.

Puedes comprar el libro en:



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