"Mas cuanto el mal está más encumbrado", dice un verso de nuestro Acuña, y el mundo más confunde la incoherencia con la imaginación y la tolerancia con el desdén, tanto más los científicos deberían estudiar historia, hontanar no sólo de experiencias, sino también de verdades, que se distinguen de las experiencias porque no están atadas al mundo, porque no dependen de condiciones contingentes, con lo que quiero decir de los caprichos de unos cuantos con el poder suficiente para tornar asombradizo al que nunca había sabido qué es la incertidumbre.