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Las alas del escorpión" de
Kornelius Dekker (heterónimo de
Jerónimo Alayón Gómez) recoge nueve relatos, escritos por el autor entre 2008 y 2014, en los que se explora la psicología de víctimas y victimarios durante el nazismo. Algunos de los textos, como
La muñeca de Cracovia y
Los amantes de Buna, tienen un trasfondo histórico. Entre los relatos se halla
El último tren, con que el autor quedó finalista del Premio Internacional Juan Rulfo (Francia, 2008) entre casi 6.000 cuentos que participaron en su día.
Comenzó la escritura del libro en julio de 2008, con la ilusión de enviar aquel primer relato, El último tren, al Concurso Internacional Juan Rulfo, en Francia. Y voilà, el cuento quedó finalista entre casi seis mil relatos que participaban. Luego escribió nueve cuentos hasta completar diez, pero en el proceso de corrección, que es donde radica verdaderamente la escritura, se redujo el conjunto a nueve relatos, que son los que se ofrecen hoy al lector.
Las alas del escorpión es un libro en el que el autor ha gastado mucho esfuerzo. Tratándose de un libro de relatos donde explora la psicología de las víctimas y los victimarios durante el nazismo, la investigación histórica era un eje fundamental para dar soporte verosímil a la ficción.
Adentrarse en las entrañas del horror no es fácil, pero el esfuerzo bien vale la pena. No es posible comprender el horror sin correr el riesgo de legitimarlo, de darle una carta de ciudadanía para que se acomode al centro de la civilización, como una categoría más de la barbarie sometida a intelección.
Este es también un libro en el que el autor quiso explorar la escritura de diversas técnicas narrativas. No se limitó a un solo modo de narrar. De allí que quizás surja alguna dificultad para lectores acostumbrados a un solo ritmo narrativo en un libro de relatos. El lector, por ejemplo, se topará con un relato bastante sencillo y lineal como El gorrión caído del nido, y a renglón seguido se enfrentará a otro texto como Los hijos del rastro en el agua, sin narrador, hilado solo por el flujo de conciencia de los protagonistas.
El libro reproduce una mínima expresión de días fatales que vivieron nuestros antepasados. Jerónimo Alayón Gómez, sin ser descendiente de judíos, tuvo tíos abuelos gaseados en Buchenwald. Eso nos dice que nadie está a salvo del horror. Por ello conviene voltear a verlo una vez más, no sea que olvidemos reconocer su infancia en los días que nos toca vivir.
Jerónimo Alayón Gómez (Caracas, 1966). Escritor venezolano. Finalista del Premio Internacional Juan Rulfo (París, 2008). Autor del proyecto literario Círculo de Akanthos, que explora los límites de la ontología de la literatura, un nuevo enfoque de la teoría de Wittgenstein desde la perspectiva de los límites de la ficción.
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