Javier Reverte es, probablemente, el viajero más incansable de nuestro país. Ha recorrido los cinco continentes, y en ellos se ha adentrado por las selvas más remotas, por la zonas más inhóspitas del planeta, ha navegado cerca de ambos polos y en todos sus viajes, sean en ferrocarril, andando o en barco, los ha relatado de manera apasionada. Ahora, nos sumerge en un par de singladuras que se han desarrollado cerca de ambos polos sin llegar a ellos. “Me he acostumbrado a la vida itinerante”, señaló en la rueda de prensa de la presentación de su nuevo libro de viajes "Confines".
Como siempre relató sus experiencias con tono de humor. “Cuando haces un viaje por el extranjero durante largo tiempo, tiene más importancia comer una tortilla de patatas o una ración de anchoas que los problemas que pueda tener Puigdemont, por ejemplo”, bromeó el escritor y añadió “España es un país muy atosigante y a veces empalagoso, aunque en pequeñas dosis en muy amable”. Quizá por eso, le guste tanto viajar y recorrer el mundo. “Habría que hacer un himno a la tortilla de patatas”, sugirió con una sonrisa en los labios.
En ambos viajes, se ha acercado a los polos sin llegar a pisarlos. “El Polo Sur está más reconocido que el del norte. Hay una épica del Polo Norte que no se ha contado por desgracia”, señaló el viajero madrileño y del mundo. Las aventuras de Ernest Shackleton, o el duelo entre entre Amundsen y Scott conforman la épica más rutilante de este sexto continente. Pero, pocos saben que el descubridor de la Antártida fue el navegante español Gabriel de Castilla. Una de las dos bases científicas españolas de ese continente lleva su nombre como reconocimiento y está ubicada en la isla Decepción, ya se figurarán por qué lleva ese nombre. Desgraciadamente, Javier Reverte no llegó hasta la Antártida y se quedó en el cabo de Hornos y en la ciudad argentina de Usuhaia, puerto donde suele abastecerse el barco oceanográfico español Hespérides.
En esta población, la más meridional del globo, está el célebre penal en donde estuvo recluido el cantante de tangos Carlos Gardel. Esta y otras muchas anécdotas las relata Reverte en su libro. Por otro lado, el escritor se quejó de la falta de apoyo del gobierno a la investigación, en este caso del cambio climático. No sabía que España tiene tres misiones científicas en la Antártida, estudiando, una de ellas, ese cambio climático. Existe una contradicción entre lo que hacen nuestros científicos y el poco caso que se les hace.
Para navegar por el Ártico, aceptó la invitación de un viaje científico en un barco hispano-noruego, donde conoció a personajes singulares como la cocinera de dicho buque. “Era una mujer que se quejaba constantemente sobre la tendencia mujeriega de su monarca”, recordó y agregó “a mi me caía muy bien porque me abasteció de cervezas casi todos los días”.
En ambos viajes se ha encontrado, lo que a priori puede parecer similar, con una falta de población humana, a excepción de los inuits americanos”. También hay una falta de animales en ambos polos, si exceptuamos los pingüinos antárticos y los osos árticos, entre otros pocos animales.
Nos estamos envenenando y estaremos viviendo el fin de la Tierra si esto no se para
Se mostró muy crítico con el cambio climático. "Nos estamos envenenando y estaremos viviendo el fin de la Tierra si esto no se para", apuntó el escritor madrileño. “El deshielo de debajo de la superficie terrestre es el principal problema del efecto invernadero al que se enfrentará la Tierra en los próximos años. Muchas explosiones se producen a causa de este efecto”, subrayó.
También quiso valorar el actual crecimiento del turismo, no necesariamente como algo negativo. "El turismo es inevitable y no sé qué derecho tiene uno a querer estar solo en un sitio: la masificación existe y hay sitios en los que se genera riqueza, aunque ciudades como Barcelona o Venecia se quejen", expresó en tono de disgusto. En cambio, “lo que puede diferenciar a un viaje u otro es la actitud del viajero”. comentó. "Si te decides a querer vivir como un local del sitio al que vayas, todo cambia y no habrá problemas de dinero. Bolivia es muy barata, China también, entre otros paíse y se puede estar en muchos lugares gastando mucho menos de lo que se puede gastar en unas vacaciones en Benidorm”, concluyó pícaro Javier Reverte.
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