Nairobi, Kenia, 2007. En una de las megalópolis de mayor crecimiento de toda África, una pequeña élite goza del poder frente a una mayoría empobrecida e inquieta. Con las elecciones presidenciales en el horizonte, las tensiones en la ciudad han alcanzado su punto álgido. Una joven prostituta aparece muerta en un parque con el cuerpo mutilado. Con la amenaza del caos que se avecina por las elecciones, pocos se preocuparían en exceso. Sin embargo Mollel, el detective a quien se le asigna el caso, antiguo guerrero masai, lo hace.
La chica también era masai, aunque, más allá de eso, el instinto policial de Mollel hace que se sumerja en la investigación sin contemplaciones, como una especie de catarsis personal para empezar a sentirse vivo de nuevo. Rastreando pistas a medida que se aventuran por barriadas pobres y rascacielos, barrios residenciales y cloacas en busca del asesino, Mollel y su compañero kikuyu, Kiunga, se ven obligados a enfrentarse con la terrible certeza de que algunas de las personas más influyentes de Nairobi pueden estar implicadas en el crimen.
La hora del Dios Rojo nos presenta una trama cautivadora en la que el brutal asesinato de una prostituta masái se convierte en un caso que implica a miembros reputados de la sociedad de Nairobi y a peces gordos relacionados con el gobierno. La investigación que nos va descubriendo las conexiones avanza de manera enérgica y describe de una manera muy fidedigna el trabajo de campo que hacen el protagonista y su compañero, a quienes se retrata como dos policías con un gran sentido de la justicia en una ciudad en la que la corrupción consigue campar a sus anchas.
El trasfondo y la ambientación de esta novela también son geniales.
Richard Crompton nos sitúa en una de las emergentes megalópolis africanas y consigue plasmar en palabras con gran lujo de detalles la atmósfera de Nairobi. A su vez, la situación en la que se encuentra la ciudad, en plenas vacaciones de Navidad y con unas elecciones que sin lugar a dudas van a ser motivo de conflictos y disturbios, da una atmósfera oscura y negra perfecta para la novela.
A su vez, el protagonista, el masái Mollel, como ya avanzaba antes, tiene un gran sentido de la justicia y de la responsabilidad. Se trata de un personaje extremadamente complejo, con un doloroso pasado que no deja de aparecerse ante él para atormentarle y hacerle sentirse impotente ante lo que le causó el gran shock a partir del cual su vida cambió completamente.
En definitiva,
La hora del Dios Rojo es una novela negra muy buena con excepcionales trama, ambientación, trasfondo y protagonista.
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