En su búsqueda del desaparecido contable de los Farino, una familia de la mafia, Joe Kurtz se mezcla con la gente equivocada, aunque por buenas razones. Solo cuarenta y ocho horas después de salir de la cárcel, ya tiene a dos asesinos de poca monta sorprendentemente eficaces siguiendo su rastro, a una preciosa pero indomable mujer en su cama, a un legendario asesino a sueldo llegado desde Dinamarca pisándole los talones, y los restos de su tormentoso pasado desmoronándose a su alrededor. En su travesía por las sombras de ese caótico submundo, Kurtz se topa con mercenarios, tarados, traidores y psicópatas. El desenlace será lo más devastador de todo.
El libro va a ser muy posiblemente el inicio de una saga que tendrá como protagonista al detective privado Joe Kurtz, un tipo duro de roer y con las cosas muy claras: no se detendrá ante nada ni nadie con tal de llegar a la verdad del asunto y hacer justicia.
En la trama que Simmons nos presenta en este libro, vemos que el detective Kurtz, después de salir de la cárcel por haber saldado cuentas con un asesino, recurre a la mismísima mafia para resolver un caso de asesinato. Las cosas no serán nada fáciles en una historia en la que nadie parece ser quien aparenta.
A su vez, lejos de caer en la típica novela de detectives donde el protagonista tiene conocimientos acerca de todo, el argumento es original y el protagonista bien diferente a los personajes a los que estamos acostumbrados: nuestro hombre es un tipo duro, justo y de pocas palabras, mientras que los malos serán malos de verdad en vez de esas personas de personalidad variable y difusa que muchos autores utilizan para crear un mayor misterio. Pero hay que reconocer que, pese a esto, muy pocas veces seremos capaces de predecir el hilo argumental, cosa que se agradece.
La acción de la novela es trepidante y consigue fácilmente enganchar al lector sin profundizar demasiado en lo descriptivo y en la contextualización de la acción, lo que da una mayor agilidad a la lectura. Tanta, que en ocasiones parece que las descripciones podrían completarse más, pero esto da pie a menos paradas en la acción principal y a un ritmo más dinámico.
En definitiva, un relato duro y trepidante que hace justicia a su título y que nos llega de manos de Dan Simmons, autor galardonado con los premios Hugo y Locus.
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