Hasta hace poco tiempo, Addison Sullivan era una chica como cualquier otra. Enamorada de la música, muy unida a su mejor amiga, esperando el momento de proseguir sus estudios en Nueva York... Vale, puede que en su casa reine un ambiente un tanto extraño desde que sus padres se divorciaron, y que su vida no sea tan perfecta como a Addie le habría gustado, pero ¿qué vida lo es?
Ahora, de la noche a la mañana, todo parece desmoronarse bajo sus pies. Mientras viajaba en autobús a la vuelta de un concierto, charlando tranquilamente con un viajero de su edad, el vehículo ha patinado en el suelo helado y se ha estrellado. Addie ha salido ilesa del accidente, salvo por los lapsos de memoria que sufre de vez en cuando y… algo más. De repente, el chico del autobús parece estar en todas partes. En el centro comercial. En el instituto. En la puerta de su casa. Addie ni siquiera sabe su nombre, pero no puede dejar de pensar en él. En su sonrisa. En su pelo rojo. En su desparpajo.
El verdadero misterio comienza cuando descubre que únicamente ella puede verlo. ¿Es un fantasma? ¿O ha perdido Addie la cabeza a causa del accidente? Incapaz de seguir adelante con su vida, se verá abocada a la más difícil de las decisiones: saber, con todas sus consecuencias, o cerrar los ojos a la verdad.
Un vertiginoso viaje por los laberintos de la memoria pero también, sobre todo, por los misterios del amor en un emocionante libro que nos arrastra por una espiral de emociones inimaginable.
Sarah Everett es una joven escritora de mucho talento que ha conquistado a los lectores y a la crítica con un sorprendente debut situado entre el drama y el misterio. Nació en África occidental, creció en bosques encantados, islas desiertas y armarios mágicos, y actualmente vive en Alberta, Canadá, donde estudia en la universidad y escribe novelas juveniles. La potencia de su voz y la originalidad de la trama le han valido excelentes comentarios en los blogs. Es, sin duda, una autora a la que merece la pena seguir la pista.
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