Conchita Balcells de los Reyes (Barcelona, 1921), saltó al estrellato bajo el nombre artístico de Isa Reyes. Tras ser coronada Miss España en 1938 y obtener el segundo lugar en el concurso de Miss Europa, conoció en Atenas al que se convertiría en su marido. Escaparon a Cuba, luego a México y finalmente a California, donde se establecieron y criaron a sus tres hijos. Cuando murió su esposo, en 1979, comenzó a trabajar como consultora de moda en Washington D.C., lugar en el que empezó a escribir sus memorias de sus años en Europa. Murió en California en junio de 1991. Ahora, su hijo menor ha decidido editar dichas memorias: Miss España en el exilio. El flamenco y el estrellato en la Europa de los años treinta.
Estas inusuales memorias comienzan en julio de 1936, cuando una chica madrileña de quince años pasaba sus vacaciones en la Sierra de Gredos. Con su madre y su hermana, Isa Reyes escapó de la guerra civil española a París, mientras su padre luchaba en el bando republicano. Trabajó como modelo para algunos de los más importantes pintores del París de los años 30 hasta que fue «descubierta», y pudo dedicarse a su gran pasión: el baile flamenco. Como renombrada bailaora de flamenco, actuó en las principales capitales de Europa. En Venecia, quedó prendado de ella el mismísimo Conde Ciano, yerno de Mussolini, y, en 1939, terminó bailando (a regañadientes) en la celebración del 50 cumpleaños de Hitler.
En resumen, Miss España en el exilio es la historia de una joven que tuvo que crecer deprisa cuando la guerra hizo que su mundo se pusiera patas arriba. Isa Reyes cumplió su sueño de convertirse en bailarina, aunque en formas que no podría haberse imaginado cuando era niña. Sin embargo, nunca perdió su optimismo ni su sentido del humor. «Esta es la historia de cómo, hasta viviendo en una época trágica, uno puede hacer que sus sueños y sus aspiraciones se conviertan en realidad. También es una historia de cómo el amor puede triunfar incluso durante las épocas más oscuras, y en medio de un momento histórico tumultuoso en el que los acontecimientos a nivel mundial hacen imposible poder controlar nuestro propio destino».
Paul Preston ha afirmado que «los recuerdos de Conchita de sus experiencias europeas durante el periodo previo a la Segunda Guerra Mundial arrojan luz sobre un aspecto poco conocido de la vida para los exiliados republicanos. A ratos instructivo, a ratos conmovedor y a ratos divertido, este fascinante libro es tan perspicaz sobre lo que significó la traición de Múnich de Chamberlain para los checoslovacos y los españoles, como lo es sobre las excentricidades promovidas por el consumo de vodka de los rusos blancos exiliados en París». La presentación contó con la participación de Dorian, el hijo de Isa Reyes y editor de sus memorias, y la editora de Renacimiento, Christina Linares.
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