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¿Quién fue San Valentín?
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¿Quién fue San Valentín?

FROM YOUR VALENTINE

Para mí Amancio, siempre será aquel extremo diestro del Real Madrid que driblaba como nadie y centraba al área que daba gusto. Para Azucena del Valle, según nos cuenta en "From your Valentine" es el gallego Ortega, que vende como churros sus vestidos por la efeméride del santo, pero quien realmente fue un visionario fue el gallego Pepín Fernández, el que compró el Hotel Florida para instalar su Galerías Preciados y que dejo a Ernest Hemingway sin bar para beberse su botella de whiskey diaria. Fue Pepín el que se sacó de la manga lo del santo enamoradizo y pasan los años y todavía sigue la tradición. ¿Quién lo iba a decir en un país tan laico?

- ¡Qué nervios, tía! ¡Qué ya llega!

- ¿El Miércoles de Ceniza, Vani?

- ¡Que sí, joder! ¡Y El Día del Amor y la Amistad! la fiesta que se creó para reemplazar a las lupercales. ¡San Valentín! Eso sí, este año, casualmente, coinciden el mismo día, y si hablamos de polvos del firmamento… Puede que sí, puede que no. Como dice mi amiga Luisa, lo más probable es que ya veremos

- No blasfemes Vani, que si ya hay problemas con el bonito cartel de la Semana Santa Sevillana solo falta que tú compares polvos. Luego vendrán los lodos que todo lo embarran.

- He leído que el Día de San Valentín es la época aproximada en la que las aves europeas empiezan a aparearse… ¿será por eso lo del romanticismo el 14 de febrero? ¡No me jodas que esta celebración tiene que ver con las cigüeñas y los gorriones! ¡Y encima Amancio Ortega, con su afán por vender en un mes que no se comían un colín, va y lo pone de moda!

- Tal vez si no fuera por el gran Amancio, ¿quién conocería hoy día al santo que casaba sin permiso? Pero él solo aprovechó la clarita. La historia se remonta al Imperio Romano, siglo III cuando el mandamás era el emperador Claudio II, que decidió prohibir la celebración del matrimonio a los jóvenes al considerar que los solteros sin esposa e hijos eran mejores soldados, chicos sin ataduras, un suponer. Pero no contaba con la sublevación de un sacerdote que se atrevió a unir en matrimonio, en secreto, a los jóvenes desafiando al emperador que había prohibido la celebración de dicho sacramento. Y es que el amor ha conectado culturas, épocas y gentes. Une el universo.

- ¡No me digas que el susodicho cura se llamaba Valentín y que Ortega era romano!

- No seas burra, Vani, que Amancio es gallego de pro y muy listo. Hay muchas teorías sobre esta fecha y cierto que a Valentín de Terni le cortaron la cabeza el 14 de febrero de 269 d. C. en Roma. Cuenta una leyenda que él también estaba enamorado y antes de que perdiera la testa escribió a su amada firmando “From your Valentine”. Julia, en su memoria, plantó un almendro que florece junto a la tumba de Valentín.

- ¡Ay, Puri! ¡Qué bonito es el amor, las flores y los bombones! Aunque no sea el gallego el inventor de la celebración.

- Como la mayoría de las fiestas que celebramos, también ésta se la debemos a un papa. Gelasio I estableció el 14 de febrero en el calendario litúrgico católico como la festividad para conmemorar el martirio de San Valentín allá por el 494, que fechas cada fuente da una. La quitaron de un plumazo de dicho calendario litúrgico en 1965, durante el Concilio Vaticano II con Pablo VI.

- Y seguro que Gelasio la puso para acabar con otra pagana, que me conozco el percal.

- Cierto, Vani. De esta manera cristianizaba la antigua celebración pagana de las Lupercales, que se celebraban ante diem XV Kalendas Martias, lo que equivalía al 15 de febrero. El nombrecito viene de lupus, lobo, el dios fauno e hircus, macho cabrío; sacrificaban una cabra y los niños salían a la calle a azotar a las mujeres con la piel de los animales; de esa manera incentivaban la fertilizad.

- ¡Qué hircus, los muy lupus! Me quedo con el tierno Valentine y su amada Julia, a la que también, dicen, devolvió la vista ¡Cómo me gustan las historias de amor! Acabo de encargarme una tarta con forma de corazón rojo y palpitante, por eso de la celebración…

- Eso no tiene gracia, tía. Si no tienes enamorado por lo menos celebra el Día de la Amistad duradera y verdadera. Con el peligro que tienen las amigas harpías que siempre están al acecho.

- ¡Ay Puri! ¡Cómo me gustaría recibir un ramo de rosas con una tarjeta que dijera algo tierno: ¡Eres el mejor invento desde el pan de molde! Y no tengo nada contra Bimbo, mayormente. O esa de: Me enamoro todos los días, pero siempre de ti. Y otra que acabo de leer: Deberíamos darnos un tiempo. Tú me das tu presente, yo te doy mi futuro. Me derrito de la emoción.

- Pues yo prefiero un achuchón con poesía al oído, aunque trascienda las pasiones humanas. Me gusta mucho mi primo y paisano San Juan de la Cruz cuando habla del amor. Divino.

Estando ausente de ti

¿qué vida puedo tener,

sino muerte padecer

la mayor que nunca vi?

Lástima tengo de mí,

pues de suerte persevero,

que muero, porque no muero.

- Tía, me gusta Neruda, aunque fuera un cabrón con su mujer y su hija y te mande callar cuando estás como ausente, pero sabe hablar sobre el amor como nadie:

Para mi corazón basta tu pecho,

para tu libertad bastan mis alas.

Desde mi boca llegará hasta el cielo

lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.

Llegas como el rocío a las corolas.

Socavas el horizonte con tu ausencia.

Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento

como los pinos y como los mástiles.

- Mejor Sabina, que canta fatal, pero, qué leches, !Me encanta!! Y las cosas que dice… “Cuando duermo sin ti, sueño contigo.”; “A menudo, los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después”.

-Porque, “La vida no se cuenta por minutos, sino por sueños” ¡Viva el amor!

- ¡Cien por cien, tía! ¡Cien por cien!…

- Vamos a encargar juntas la tarta… ¡Ahí lo dejo!

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