¿Cuándo empezaste a escribir estos diarios y por qué?
En la oficina de la editorial Bassarai apuntaba cuestiones sobre libros, autores, distribuidores y balances. La única diferencia con el cuaderno de notas era que ponía la fecha y luego escribía de las cuestiones que consideraba importantes y no quería que se me olvidaran.
¿Te inspiraste en otros escritores que también habían escrito diarios?
Fue el trabajo confesional de un poeta metido a editor, una crónica resumida de experiencias, pero con tiempo pude notar un cambio de estilo, el diario se ampliaba con cuestiones vitales y sociales que me incumbían como ciudadano.
¿Te gusta especialmente leer diarios de artistas?, ¿en qué crees que se puede diferenciar tu obra de otras del género?
Cuento con muchos libros de memorias en mi biblioteca: de artistas, de músicos, de filósofos, de escritores, de editores, hasta de políticos y maestros espirituales. Mi diario habla del oficio de edición que aporta una visión personal de la literatura de finales del siglo XX y de la primera década del XXI, y es un tratado donde se incluyen sentimientos sobre el amor o la amistad.
¿Qué es lo que más encontraremos en esta tercera entrega?
Los lectores se sorprenden de la honestidad a la hora de tratar algunos asuntos relacionados con la creación literaria, con la política y la cultura.
¿La figura de la carátula es la tuya?
Es uno de los dibujos que realizó el artista Ardiluzu para el libro Autorretratos. El editor lo eligió para la portada porque aparte de ser una imagen poderosa, según él me identifica.
¿Se han visto reflejados en lo que dices otros editores y escritores?
He recibido opiniones para todos los gustos. Un diario por lo general no suele gustar a los protagonistas secundarios o incidentales y solo los lectores sin prejuicios disfrutan de los conflictos que surgen y de la personalidad del autor.
¿Qué es más duro ser editor o escritor o ser ambas cosas a la vez?
Ser escritor es complicado y ser un editor literario no es fácil.
¿Y qué es lo más interesante de ser editor o escritor?
Para escribir hay que ser egoísta y el editor, aunque no lo parezca, es una persona generosa.
¿Qué consejo le darías a un editor que empiece en estos momentos?
El primer trabajo de un editor es ser un lector. Le diría que siga la línea editorial que intuye como propia, que sepa acompañar a los autores y que no se aísle. Cuando tuve problemas, las conversaciones con otros editores me sirvieron para buscar las soluciones que necesitaba.
¿Cómo ves el sector de la edición ahora?, ¿qué cambios se han ido produciendo o se producirán en la manera de hacer las cosas?
Constato un incremento de la autoedición, prosigue el monopolio de las grandes editoriales, pero las redes sociales han cambiado las reglas de la promoción.
¿Hay gente esperando ya tus dos próximas entregas?
Tengo la suerte de contar con un puñado de lectores exigentes que siguen lo que escribo y este ciclo de memorias de poeta y editor ha generado interés.
Comparte un párrafo de tu obra, si eres tan amable, gracias.
20 de febrero de 2008
Me pregunto si no estamos escribiendo demasiado y también, si estamos haciendo algo mal –muy mal–, al ver lo que se valora como bueno.
Puedes comprar el libro en: