Algo cambia en el concepto de las relaciones cuando se descubre un secreto. Surge un impulso de querer saber más, de ahondar en el pasado, de preguntar por qué no se supo nada antes y, entonces, uno se arroja a las dudas, a cuestionarse de dónde procede y en qué medida le afecta, a plantearse si las cosas hubieran sido de otra manera. En esa imprevista situación nunca sabemos cómo vamos a reaccionar hasta que ocurre. Y todo son preguntas, suposiciones, conjeturas… que nos pueden afectar a nuestro quehacer diario pero, también, y de modo más delicado, al trato con los demás, a cómo empezamos a verlos o cómo nos ven ellos, a tambalearse en la pretendida solidez anterior. Y, sin embargo, posiblemente, todo sean pesares imaginarios. Para los demás, nada ha cambiado, puede haber sorprendido en un primer momento, pero después hay que normalizarlo, no sacar las bisagras de su quicio. Más o menos, eso es lo que nos plantea Mariano Rochman con Anonimato. De ser una persona con un historial conocido y asentado y arraigado en la familia, el personaje que interpreta él mismo, Iván, descubre que no es hijo biológico de su padre justo cuando se entera de que él mismo va a ser padre. Y ahí es donde se le pasan cual ráfaga de viento las páginas de su libro bien leído y aprendido hasta la fecha. Hace balance y todo se le viene encima, haciendo peligrar su estabilidad familiar y, lo que es peor, su equilibro emocional. Con un texto ágil en sus diálogos a tres personajes, el propio protagonista, su mujer, y la madre del primero, más un bebé a punto de hacer aparición y una enfermedad rara latente en el ambiente, las acciones desembocan en una ruptura de la armonía, del estado de confort, de la fragilidad de los cimientos, perdón, de los sentimientos personales. Mariano Rochman, Alba Alonso y Fanny Condado es el triunvirato de donde comienzan a salir a la superficie las aguas submarinas. Una noticia no esperada puede cambiar los destinos. Es interesante el planteamiento en el que los tres personajes permanecen en escena todo el tiempo, aunque no intervengan de forma activa. Es una forma de incidir en que la presencia y la conciencia de ellos es vívida y latente. María Pastor ha dirigido con delicadeza esta comedia de emociones encontradas, del lastre antiguo que se arrostra sin saberlo, en una intención clara de generar vínculos y no ocultar intenciones. En realidad, nos hablan de que nadie se conoce a sí mismo de forma total y absoluta, y mucho menos, si es por darse a conocer a los demás. Vivimos en un perfecto Anonimato hasta que alguien nos abre los ojos y nos hace ver lo que es un sueño y lo que es la realidad. Y la realidad es lo que uno ha vivido, no lo que hubiera podido ser, es lo que cuenta, lo que hace que no perdamos el norte ni la cabeza, lo que afina las notas de la armonía. Plantéate si, de pronto, te dicen que tú no eres quien crees que eras.
FICHA ARTÍSTICAANONIMATO Dramaturgia: Mariano Rochman Dirección: María Pastor Elenco: Mariano Rochman, Alba Alonso, Fanny Condado Vestuario: Teresa Valentín- Gamazo Espacio Escénico: María Pastor Voces En Off: María Pastor Y Estela Montejo Producción: Doble Sentido Producciones Espacio: Teatro Lara – Sala Lola Membrives
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