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Juan Laborda Castelló
Juan Laborda Castelló

Entrevista a Juan Laborda Barceló, autor de "La fragilidad del neón"

"La ideologías son cainitas con sus hombres más fieles"

Por Javier Velasco Oliaga
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

Juan Laborda Barceló es un joven profesor y escritor madrileño que acaba de publicar en la Editorial Alrevés su segunda novela La fragilidad del neón. Una interesantísima novela donde el autor mezcla diversas historias y mundos diferentes. Por un lado está el protagonista Ramón Sandoval exiliado español en el París del comienzo de los años sesenta. Por otro, su hermano Manuel, militante del FLN argelino, que lucha contra el colonialismo francés.

Entrevista a Juan Laborda Barceló, autor de 'La fragilidad del neón'

Esas dos historias se van cruzando sucesivamente. Pero en el mundo de Ramón aparece por casualidad la rutilante estrella del cine de Hollywood Linda Darnell y su vida vuelve a dar otro giro inesperado, uno de los muchos con que la vida le ha sorprendido. El mundo del cine de aquellos años queda reflejado perfectamente por el escritor, que es un entendido del cine clásico.

El autor, Juan Laborda Barceló, es profesor de historia moderna y contemporánea en el colegio Estudio de Aravaca, sucesor de la Institución Libre de Enseñanza. Un colegio donde no utilizan libros de texto. Sin embargo, él si los ha tenido que utilizar para conseguir el grado de doctor en Historia Moderna por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Historia y Estética de la Cinematografía por la Universidad de Valladolid. La historia y el cine son sus dos grandes pasiones y en La fragilidad del neón se nota claramente.

Después de su primera novela corta, La casa de todos, acomete en su nueva obra parecidos temas a los tratados en la primera pero con más ambición, aunque el escritor madrileño modestamente afirme que "todavía uno se está formando". "La guerra civil, la traición, las ideologías, están incluidas en ambas", señala. En la primera un grupo de nacionales y republicanos se esconderán en una cueva con el único objetivo de sobrevivir. En la nueva son los exiliados republicanos los que tienen ese mismo objetivo.

Para escribir La fragilidad del neón ha empleado dos años y un año más en correcciones, en las que ha suprimido temas recurrentes y pulido su prosa, hasta que ha encontrado un propio estilo narrativo donde el narrador omnisciente analiza vidas y sucesos de manera apasionada pero profundamente objetiva. "Es una novela sobre el fracaso. Los personajes son fracasados, perdedores con dificultades y lo que pretendo mostrar es la cara oculta e íntima de los perdedores", explica concienzudo el escritor.

Su objetivo principal en la narración es "sacar los vacíos de las ideologías. Éstas son cainitas con sus hombres más fieles. Por eso los totalitarismos han acabado mal, en violencia, en traiciones. Por encima de los individuos están las personas. Y las que han sufrido un exilio son personas que han sufrido lo indecible, más cuando, como el protagonista Ramón, han sido exiliados dentro del exilio", relata Juan Laborda Barceló en la entrevista que hemos mantenido en la cafetería de un céntrico hotel madrileño.

Muchos militantes del Partido Comunista de España (PCE) se fueron dando cuenta del fanatismo, el inmovilismo y el estalinismo que imperaba en su partido, muchas fueron las purgas internas y muchas las deserciones de militantes comunistas al sentirse maltratados y humillados, muchos por la homofonía imperante. Ramón es uno de los militantes que se da cuenta de ese inmovilismo. Es un hombre que ya está de vuelta de todo y que está cansado de luchar. Ya han sido dos guerras en las que ha participado y nadie se ha dignado a darle las gracias.

"El hombre es contradictorio en sí mismo. Habla de grandes logros pero le falta libertad y la traición está a la vuelta de la esquina. Por eso, Sandoval es un converso de todas las ideologías. Ya no cree en nada, salvo en él mismo y la alteridad", nos cuenta y añade "está especialmente dolido con los franceses que no reconocieron el trabajo realizado por los exiliados españoles que lucharon en la resistencia". No con Charles de Gaulle que sí hizo que las primeras tropas en entrar en la París liberada fueran españolas.

Juan Laborda Barceló reconoce que ha sido un gran lector de novelas de espías sobre todo en su juventud. Le gustaba Frederick Forsyth, "nadie como él crea dos tramas paralelas que terminan confluyendo en una única. Así se muestran las dos caras de una misma novela", apunta. En su novela ocurre precisamente eso, por un lado tenemos al descreído Ramón y por otra a su hermano Manuel, que es en la actualidad lo que Ramón fue hace unos años: "un individuo sometido a los ideales". Se contraponen los dos protagonistas, que no dejan de ser el mismo en distintos momentos de sus vidas. Manuel vive en Argelia lo que no pudo vivir en España y así se quiere redimir.

"Manuel cree de verdad en lo que hace, pero de repente se da cuenta de que su ideología no tiene sentido. Es la crisis de los ideales", señala el novelista y agrega que "me gustaba mucho la idea de contraponer al personaje con sus fantasmas. Es realmente un outsider, un personaje solitario que se le lleva a situaciones límite y que actúa sin saber lo que hay detrás del siguiente paso". La fatalidad del destino está presente en toda la obra.

"La riqueza de la literatura está en la hibridación"

La fragilidad del neón no es una novela de género, pero en ella sí hay varios géneros. Está la novela histórica, la bélica, la negra e, incluso, la novela social. "La riqueza de la literatura está en la hibridación. En la mezcla de géneros", sostiene convencido. Otras de las muchas características de su novela son las diferentes visiones del ser humano. "Por ejemplo, Maurice Papon es un reflejo del absurdo de la política, colaboracionista de los nazis, alto funcionario con De Gaulle, es una clara metáfora de la crudeza con la que los años tratan a las ideologías", opina. Pero, también, incluye todo lo bueno y lo malo que, al mismo tiempo, tiene ser humano, capaz de actos totalmente contrapuestos.

El cine está muy presente en la obra de Juan Laborda. La novela tiene muchos giros cinematográficos y es muy visual. Las grandes producciones clásicas de los años cincuenta están reflejadas en esta novela que podríamos calificar como novela en blanco y negro, en su sentido más clásico, que refleja la decadencia de una sociedad con un ambiente de melancolía que empasta muy bien con el perdedor Ramón.

Durante toda la novela mantiene un halo de misterio respecto a la actriz, pero también respecto a la trama y a sus dos grandes protagonistas. Juan Laborda Barceló ha escrito una novela clásica con un cierto aire glamoroso. Es una obra que se podría haber llevado al cine hace cincuenta años por genios de la pantalla como Fritz Lang, Otto Preminger o John Huston.

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 (Fotos: Javier Velasco)
(Fotos: Javier Velasco)
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