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Daniel Wolf
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Daniel Wolf (Foto: Felipe Velasco)

Entrevista a Daniel Wolf, autor de "La sal de la tierra"

"Mi novela busca situaciones de conflicto para crear tensión"

martes 23 de junio de 2015, 07:20h

"La sal de la tierra" es la magnífica novela histórica del escritor alemán Daniel Wolf que acaba de ser publicada. Nos narra la historia de un joven mercader de sal que se atreve a desafiar la avaricia del clero y el despotismo de la nobleza para intentar cambiar las opresivas leyes del comercio y luchar por la libertad.

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Daniel Wolf (Foto: Felipe Velasco)

En esta entrevista con el autor de "La sal de la tierra", hemos hablado de temas relacionados con la novela como el comercio y los gremios en la Alta Edad Media, los privilegios que tenían los mercaderes, pero también la opresión que sufrían y las cruzadas.

¿Qué le llevó a escribir La sal de la tierra?
La idea del libro la tenía desde hace mucho tiempo. Aproximadamente, hace 10 años se me ocurrió la idea de escribir una novela que tratase del ascenso de las ciudades y la lucha de los ciudadanos contra la nobleza. En el Sacro Imperio Romano Germánico, las ciudades querían levantarse. Los ciudadanos se rebelaban contra los obispos por las injusticias que sufrían y éste es un tema que a mí me fascina.

La novela empieza con una familia huyendo de un noble al que estaban ligados. ¿Había muchos que intentaban desafiar a los nobles huyendo de sus territorios a una ciudad para conseguir su libertad?
Sí, había muchos. Todos los campesinos sencillos de los pueblos, y a veces incluso los artesanos, eran siervos que pertenecían a sus señores. Los siervos eran casi como esclavos en la Edad Media. Y en la Alta Edad Media hubo un gran fenómeno de migración, ya que si lograban escapar de sus señores huyendo a una ciudad, ahí tenían en la posibilidad de convertirse en libres. Hay un refrán alemán que tiene su origen en esta época histórica que dice “el aire de la ciudad hace libre”.

Además de la violencia, ¿cuáles eran los medios por los que los nobles conseguían que sus siervos no se escaparan?
En la Edad Media esa servidumbre era una forma de vida totalmente normal y muchas personas no lo ponían en duda. No se les ocurría escapar de sus señores. También hay que ser justo y hay que admitir que no todos los nobles y eclesiásticos eran tan tiranos en relación con sus siervos. Pero esta novela busca situaciones de conflicto para crear tensión. Pero fundamentalmente el instrumento más grande que tenían los señores en la Edad Media era la fe, la Biblia. Porque la Biblia dice a las personas sencillas que tenían que someterse a sus señores, así que era lo que hacía la gente. Por lo tanto, lo normal era someterse y no hacía falta incluso que hicieran uso de la violencia.

En la novela aparecen ciudades tanto gobernadas por la nobleza como gobernadas por eclesiásticos. ¿En cuáles de ellas era más fácil comerciar?
En Alemania, la mayoría de las ciudades estaban bajo dominio eclesiástico. El señor era un obispo. Ciudades dominadas por la nobleza eran más bien la excepción. Pero ambas cosas perjudicaban al comercio. El comercio solamente podía florecer en todo su esplendor cuando los ciudadanos se volvieron libres.

En relación con el comercio, ¿cómo comenzó este boom de gente comerciando por todos los territorios del Sacro Imperio?
El auge del comercio está ligado estrechamente al auge de las ciudades. En la temprana Edad Media, cuando había pocas ciudades, el comercio no era importante y la gente producía lo que ellos necesitaban para subsistir. Había poco comercio. Pero cuando surgieron las ciudades y las personas empezaron a convivir en poco espacio, hacía falta traer mercancías de fuera. Y así surgió el comercio, debido al crecimiento de las ciudades.

En relación con los gremios, en la novela hay varias situaciones en las que se trata de impedir que un mercader se una a dicho gremio. Si se lo impedían, ¿qué posibilidades tenían para comerciar?
Realmente tenían muy pocas posibilidades si no eran aceptados por los gremios. Los gremios se protegían. Los pequeños comerciantes que no eran aceptados por los gremios tenían la posibilidad sólo dedicarse al pequeño comercio a nivel local, pero no al comercio de alto nivel.

¿Cómo podían los gremios intentar arañar algún privilegio a los grandes señores?
Para empezar, la Iglesia y la nobleza tenían cierto interés en el comercio porque ellos también sacaban beneficio de él por medio de los impuestos que recaudaban. Eso quiere decir que los obispos les daban voluntariamente ciertos privilegios y gracias a esto los comerciantes se crecían, porque se sentían importantes, y querían sacar cada vez más privilegios y derechos. Y ahí fue como empezaron los conflictos.

En uno de los episodios de la novela, cuando dan permiso al gremio de comerciantes para volver a formarse, sus estatutos vuelven a basarse en documentos del año 998 (que tenían ya doscientos años). ¿Cómo conseguían evolucionar los gremios si ocurrían episodios de este tipo, en los que las bases permanecían inalteradas desde su creación sin posibilidad de cambios?
En la Edad Media era muy difícil avanzar. El progreso era muy complicado porque la forma de pensar era que solamente estaba permitido lo que habían hecho los antepasados, lo que siempre se había hecho. Se basaban en esto y por eso tuvo que pasar mucho tiempo para que nuevas ideas pudieran imponerse. Solamente en las grandes ciudades, y gracias a los gremios que lucharon para obtener privilegios de la Iglesia, se consiguió evolucionar un poco.

Podríamos decir que Aristide de Guillory es el gran antagonista de esta novela. Siendo un noble puede hacer prácticamente todo lo que le dé la gana. ¿Cómo fue para usted construir un personaje de este tipo?
Realmente lo disfruté muchísimo. Aristide es tan malo y tan asqueroso que solamente tenía que imaginar lo peor que se podía hacer en cada situación. Me lo pasé muy bien creándolo.

En la novela se narra cómo Federico I Barbarroja consigue levantar un gran ejército para la cruzada. ¿Cómo se consiguió hacer esa cruzada tan atractiva para lograr tales números a la hora del reclutamiento?
Lo decisivo eran la religión y la fe cristiana. Porque a los que luchaban en las Cruzadas se les prometía que, si ayudaban a conquistar y liberar Jerusalén de los musulmanes, entonces iban a conseguir la salvación eterna y que iban a ir directos al paraíso. Realmente se aceptaba también a delincuentes y criminales que quedarían libres de sus penas a cambio de participar en la cruzada. Y los caballeros nobles también contaban con que se iban a llevar un buen botín de la cruzada.

En la novela se describe a Federico I como alguien con mucho carisma y cómo a su muerte se disolvió prácticamente su ejército y nadie quería seguir hacia Tierra Santa. ¿Hasta qué punto fue una figura determinante o influyente en este aspecto, tanto en el éxito inicial a la hora de reclutar como en el fracaso de la Cruzada tras su muerte en el viaje hacia Jerusalén?
Federico I era el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Muchas cosas dependían de su persona. Los nobles se reunían alrededor de él y estaban dispuestos a seguirle a las Cruzadas. Cuando él se murió, reinó el pánico y la falta de esperanza y la gente se preguntaba si la muerte era una señal de Dios y si era un mal augurio. Por tanto la mayor parte del ejército se dio la vuelta y se marcharon a casa.

Aunque la novela no se centre en esto, ¿qué sucedió con los que siguieron adelante en la cruzada?
Fueron muy pocos los que siguieron con la cruzada hacia Tierra Santa. Ellos intentaron unirse a otra cruzada, ya que Barbarroja no era el único rey que iba a Jerusalén. También el rey inglés Enrique y el rey francés Felipe Augusto atravesaron el Mediterráneo con otro ejército para llegar a Tierra Santa. Y los restos del ejército de Barbarroja intentaron unirse a ellos.

El personaje de Jean es alguien que va y vuelve de Tierra Santa. ¿Cuáles eran las dificultades con las que se encontraban los cruzados durante su largo recorrido?
En la Edad Media cualquier viaje era una empresa bastante difícil y no sólo para los cruzados, sino también en la vida diaria. Cuando se hacía, por ejemplo, un peregrinaje a Roma o a Santiago de Compostela o cuando los mercaderes se iban de viaje para comerciar se encontraban con las mismas dificultades. No se contaba con buenas carreteras y solamente había medios de transporte muy simples como el caballo o los carros o iban a pie. Los viajes duraban muchísimo y eran peligrosos. Por ejemplo, yo para venir desde Frankfurt hasta Madrid he tardado 5 horas. En la Edad Media hubiera tardado más de 2 meses e igual no hubiera llegado nunca porque me hubieran robado en el camino, me hubieran atacado, porque hubiera caído enfermo…

¿Cómo fue para usted construir y relatar ese amor que parece imposible entre Michel e Isabelle?
Esta historia de amor es un poco inusual para la Edad Media. Normalmente uno no se casaba con la persona de su elección, sino que eran los padres los que concertaban el matrimonio. Estos dos personajes se rebelaron contra esta costumbre. Querían casarse con la persona a la que amaban. Y para ello tuvieron que rebelarse contra la moral de la época y tuvieron muchos problemas a raíz de esta rebelión.

En el Sacro Imperio eran los nobles quienes elegían a los Reyes, mientras que en la misma época en los reinos cristianos de la Península Ibérica la monarquía era hereditaria. ¿Cómo era este sistema en el que se podía elegir al monarca?
En el Sacro Imperio, el rey era elegido, pero el emperador era designado por el Papa. La monarquía del Sacro Imperio era totalmente distinta en aquella época en relación al resto de los reinos europeos como Inglaterra, Francia o los reinos de la Península Ibérica. En la antigua Germania, los hombres libres eran los que elegían a sus señores, a aquéllos a quienes querían someterse. Y esto perdura a través de los años. En el Sacro Imperio el rey era relativamente débil, mientras que los nobles y los duques tenían bastante poder, por lo cual los nobles nunca iban a renunciar a su derecho de elegir a su propio rey. Por eso era imposible que se estableciera una monarquía hereditaria.

En la Península Ibérica, con los visigodos, sí que había una monarquía electiva de este tipo y ello derivó en múltiples enfrentamientos civiles entre los candidatos a rey. ¿Pasó lo mismo en el Sacro Imperio?
Varias veces en las que se tuvo que elegir al rey había dos candidatos y éstos llegaron al combate. Esto también lo cuento en la novela. Después del fallecimiento de Enrique VI, heredero de Barbarroja, había un grupo de nobles que apoyaba la elección de Felipe de Suabia, mientras que el otro apoyaba a Otón de Brunswick. No fueron capaces de ponerse de acuerdo y hubo una guerra civil que duró quince años. Yen el Sacro Imperio esto sucedió varias veces.


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