Cátedra, Madrid, 2017
07/07/2017@13:56:24
Miedo y hombre, en efecto, van intrínsecamente unidos. No solo, digamos, como propiciador de dudas (y en tal sentido, como propiciador de susceptibilidades, presunciones, imaginación al fin) sino también como manifestación física, como enfermedad. Un miedo que, tantas veces, no proviene de efectos de la naturaleza sino de ese Otro que es aquel que no soy yo, esto es, de otro ser humano.
Ed. Vitruvio, Madrid, 2017
El lector no es, en modo alguno, aséptico. Quien lee ejerce ya una voluntad deliberado en pro de entendimiento y gozo. Pues bien, así he procurado abordar como lector el último libro de José María Prieto, un autor que, haciendo gala de su múltiple formación (sobre todo, digamos, bajo la sombra del canon didáctico tanto occidental como oriental), se toma en ocasiones la libertad de jugar al equívoco, algo que, en principio, puede resultar curioso, entretenido; incluso pudiera, por algunos, ser tomado como un reto lector, no obstante creo que los elementos distintivos están bien presentes hurgando con una cierta meticulosidad entre sus palabras, de un desafío-juego verbal que comienza ya, aquí, por el propio título.
El río que llaman vida, caudal de tópicos que nos inserta en la ocupación política, impide que concibamos nuevos modos de existencia. El atender menesteres económicos, amorosos, académicos, aminora nuestra percepción, angosta la cantidad de tipos de información que captamos, es decir, empobrece nuestro juicio. Agrandar las puertas sensoriales es agrandar nuestro juicio, nuestro entendimiento, y haciéndolo filosofamos o discursiva o poéticamente.
En "Evoë" el autor procura no tanto el invocar a la Poesía, sino el evocarla, esto es, cederle el lugar de la memoria a fin de recordar los bellos símbolos que la adornan; y en ello pretender conocimiento. Sí, de eso se trata, de un ejercicio (y una voluntad) de conocimiento, donde el poeta acepta el encantamiento de las palabras que al corazón y a la inteligencia puede propiciar la Poesía de amor.
Son las estaciones de la Naturaleza las responsables de mejorar y aún ordenar la vida del hombre. Es así como la primavera trata de rescatarle del frío, el verano de la lluvia, otoño del árido calor y el invierno de las lluvias más tristes.
Alianza literaria, Madrid, 2017
En ocasiones la palabra se hace testimonio real, personal, vivido intensamente desde la conciencia social, y tal es el caso de lo que constituyó esencialmente la obra de este poeta.
Ed. Tecnos, Madrid, 2017
Considero que por Estética –como disciplina teórica, como ejercicio de observación y práctica de conocimiento- ha de entenderse como uno de los avances en el ejercicio racional del hombre entendiendo en ello que, gracias al sentido otorgado a ésta, el hombre ha establecido un nuevo equilibrio en la naturaleza.
FIRMA INVITADA
Discernir la naturaleza espiritual de quien ha sido el poseedor de las palabras al pronunciarlas es una pauta, una actitud elaborada hace ya mucho tiempo y que pervive todavía fresca en los códigos sociales.
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Lumen, Barcelona, 2017
Probablemente quepa en un solo poema el devenir y la sustancia de este sobresaliente poeta. Y ello se deriva de que, siendo tan esencialista en la elección de las palabras y cuanto éstas hayan de decir al lector, con uno solo de los ejemplos hallemos un compendio razonable de lo que es su discurso poético, tan sencillo y limpio, tan cotidiano y, a la vez, alzándose con cada lectura. El texto aludido, que viene oportunamente señalado en el prólogo del libro a modo de proemio o presentación, dice así: “Estoy triste/ como lo estaba él/ a su manera heroica// Pero además/ tengo ojos/ para ver/ y si bien presienten mi ruina/ y la de todo/ lo que amo, descubren/ también/ en mis ojos/ y mis labios/ y mi lengua el poder/ para liberarme/ y para hablar de ello, igual/ que Miguel Ángel, en sus manos/, notó un poder similar/ si bien mayor”.
Los elementos atmosféricos -el viento, la lluvia racheada- dotan a la noche de una naturaleza distinta a la suya propia. La hacen más dúctil, más inmediata, más sugeridora (Le otorgan una sustancia tan humanizada que es difícil no sentirse vinculado a lo que pudiera ser su sentimiento, tal vez su pensamiento) El que camina a través de una noche así percibe su propia realidad de un modo inexcusable, por lo que es fácil que surjan aquellos supuestos, aquel gesto -altivo, escrutador- que ha venido en conformar nuestra memoria.
Siruela, Madrid, 2017
A propósito del tema del silencio, el autor recoge aquí, oportunamente, una cita llena de significación atribuida al gran viajero inglés Leigh Fermor cuando residió durante un tiempo en un convento: “…en la reclusión de una celda las aguas agitadas de la mente se vuelven claras y quietas, y muchas cosas escondidas y todo lo que las enturbia flota hacia la superficie y puede ser retirado; después de un tiempo uno llega a un estado de paz mental que es inconcebible en el mundo ordinario” Esto es, el aislamiento temporal como un bien, el silencio como propiciador del escenario donde pueda fluir y manifestarte todo aquello que está dentro de nosotros y nos conduce y nos conforma. Un bien que nos aleja de la confusión y el ordinario atarearse en las necesidades.
Hermida eds., Madrid, 2017
El hombre sencillo -el que observa y guarda con celo en el apartado de sus sentimientos, el que actúa movido por la prudencia o la desconfianza, el que sabe que en los signos externos (ya residan en la naturaleza o en el interior del hombre) radica el fundamento de la imaginación, a buen seguro que guarda para el momento propicio su forma de contar, su necesidad de buscar armonía en aquello que se le ha dado como realidad, más que no será tal del todo hasta que lo haya ordenado a su modo.
El acto tuvo lugar en el Centro Riojano de Madrid
Se ha presentado en el Centro Riojano de Madrid el libro de poesía "dad" de Elena Fernández Yárritu. El libro ha sido publicado por la editorial Vitrubio en su colección Los Baños del Carmen. La autora ha estado acompañada por el poeta y aforista Ricardo Martínez-Conde que habló sobre los valores de la poesía de la autora.
Este joven airado sí fue tal, y de ello quedó testimonio poético en clave de rebeldía otorgando al futuro de la literatura unos versos casi vergonzosamente desnudos como desafío, algo así como para decir que la naturaleza humana al desnudo supera en provocación al desnudo de la propia naturaleza. Sus versos tenían, no obstante ese obstinado desafío, la dureza de lo real, la profundidad de un sentimiento elaborado desde el interior más constructivo, más consciente. De ahí su perduración.
Machado libros, Madrid, 2017
A este autor hemos tenido ocasión de conocerle en España por su aquilatado sentido del humor a la hora de referirnos anécdotas y conocimiento a propósito de los mayores protagonistas de la música clásica. Recuérdese, si no, el ‘resonante’ sentido del humor presente en su libro ‘Por qué Beethoven tiró el estofado’, una delicia de ironía no exenta de cultura musical, no en vano está considerado este inglés como uno de los mejores violonchelistas de nuestro tiempo, que todo hay que decirlo.
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