SOBRE "MÁGICO PODER" DE MANUEL ÁNGEL VÁZQUEZ MEDEL
En 2019 había publicado “Luz remota”, un libro que tuvimos oportunidad de comentar ese año y con el que “Mágico poder” tiene una continuidad de sentido y oportunidad. Sobre aquel decíamos que era un recorrido del ser por los laberintos existenciales que ha configurado, en naturales palabras de Heidegger, el tiempo. De ahí que es vital la asociación en su lírica entre laberinto, tiempo, ser, existencia… y toda una sinergia de correlatos como luz/sombra, memoria, conciencia, silencio, límites, amor, destino, soledad. En ellos se sumerge y los hace personales, suyos, inmodificables. Su poesía se adentra –decíamos- en los confines del yo para observarlo en su laberinto interior y transigir en los caminos del ser, en su deambular. La vida, eso que los sabios llaman estar ahí, dasein, está muy presente para mostrarnos sus atolladeros, sus desvaríos, sus conquistas y sus escombros. Su cielo y su infierno.