El protagonista de “La seducción” es un escritor, Ariel, entrado en la cincuentena y que podría tener algunos paralelismos con el autor. “Creo que es una autoparodia a través de los ojos de Daniel pero, también, de los de Ariel y Eduardo, padre de Daniel y también escritor. El resultado es bastante feroz. Ariel es una versión salvaje de mí mismo, yo soy menos cínico. Él va muchos más lejos de lo que yo iría”, analiza el escritor en la entrevista que hemos mantenido en la sede de Disueño, empresa encargada de la comunicación de la editorial catalana.
El título de la novela podría haber sido en plural por los juegos de seducciones que hay en la novela. “Los escritores nos hemos convertido en seductores profesionales, en el sentido que tenemos que empatizar con el lector”, dice José Ovejero en la charla mantenida. Y esa seducción se mantiene durante todas las páginas del libro porque el lector cae en las redes que tiende hábilmente el autor, en un juego literario donde se ha desprendido de todos lo superfluo y va directamente a la esencia de los hechos y de las situaciones que propone en la novela.
Al contrario que el protagonista, Ariel, José Ovejero nunca sabe lo que va a pasar al final de sus novelas, “La seducción” no es una excepción. “En algunos momentos entré en crisis mientras escribía la novela. No sabía muy bien por donde tirar”, reconoce el escritor. Afortunadamente, a esos periodos de crisis le siguieron otros de reflexión en los que dio con el final deseado que, como acostumbra suele quedar bastante abierto. “Creo que el lector entiende perfectamente lo que ha sucedido en la novela. Sabe la dirección que ha tomado la historia, conoce el engaño y puede discernir las posibilidades de lo que va a suceder”, explica con detenimiento.
Ya la primera frase de la novela nos adelante por donde va a ir la misma. “Los lectores suelen olvidar las primeras frases de la novela pero suele anunciar por dónde va a ir la misma. También he de reconocer que cuando escribo esa frase no sabía lo que iba a pasar. Cada escritor tiene su sistema a la hora de escribir. Yo a mitad de la novela suelo descubrir que es lo que quiero decir al final. La literatura es un puro descubrimiento”, expone el escritor.
Llegados a este punto de la conversación, le pregunto al escritor sobre qué predomina más en la novela, la ficción o la realidad. “En un principio es lo real. La percepción personal o social de la realidad es lo que predomina en las novelas. La literatura tiene la función de poner en tela de juicio nuestra relación con la realidad. La ficción tiene sus desventajas ya que se puede provocar una relación emocional con el lector, lo que puede llevar a una relación demasiado visceral o simplemente de empatía, aunque mucho más estrecha y menos distanciada”, expresa.
“La función pura no existe, es un engaño”
En opinión del autor de "La invención del amor", “todos nos engañamos para sobrevivir. Si nos mirásemos sin filtros a nosotros mismos, nos quedaríamos muy decepcionados”, argumenta y añade “La ficción pura no existe, es un engaño”. Cree que el poder de la literatura para cambiar el mundo está bastante sobrevalorado. “No es verdad. La tiranía no tiene miedo de la literatura. La tiene de las armas”, corrobora con absoluta convicción.
“Los libros tiene un valor simbólico, no operan sobre la realidad”, afirma. Para José Ovejero, el “principio es lo real, la percepción personal de lo social que es lo que se impone a nuestra percepción. Aquí entra en juego la ideología, que es una construcción mental. Cree que “La seducción” es un thriller de baja intensidad donde ocurren un montón de relaciones que podrían llevarnos a algún lado y confiesa que “la novela está escrita desde el deseo. En esta novela no es que haya disfrutado más que en otras, es que he sufrido menos”. Algo que se le nota porque en la conversación transmite satisfacción, encontrarse a gusto hablando de la novela y de su resultado.
Cuando escribió “Los ángeles feroces”, su anterior novela distópica, “sabía que iba a perder un montón de lectores porque me alejaba de mi estilo, sin embargo, la novela la tuve siempre muy clara y la escribí con mucha libertad. En “La seducción” hay más humor que en sus otras obras y hay muchos juegos entre los dos protagonistas y, también, con el lector, ya que el escritor propones varios juegos literarios que llevan a la reflexión.
Entre sus muchos proyectos, ya tiene preparados un par de libros de próxima aparición, el primero será de poesía y el segundo de cuentos, ambos en diferentes editoriales. Además, tiene contratada una actuación de su obra de teatro “Qué raros son los hombres” en Luxemburgo, en un teatro italiano y espera que para la Feria del Libro de Madrid tener a punto su documental “Vida y ficción” (título provisional) sobre catorce escritores que promete ser muy interesante. “La verdad es que no paro”, concluye José Ovejero la entrevista. ¡Eso es precisamente lo que hace falta! El miércoles 1 de marzo presentará a las 19:30 en la Librería Cervantes y Compañía su libro junto a Luisgé Martín.
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