“En el taller de costura todas tenían nombre. En el campo, solo eran un número”. Bracha, Olga, Irene, Katka, Martha, Manci, Alida, Lulu, Borishka y Renee, etc., son los nombres de algunas de las mujeres judías, quienes fueron seleccionadas por los nacionalsocialistas, para que trabajasen como costureras en el campo de concentración y de exterminio de Auschwitz-Birkenau, allí se encargaron de sobrevivir, cosiendo trajes de calidad para los familiares, sobre todo las mujeres, de los jerarcas nazis de dicho terrorífico lugar. “La extraordinaria historia real de las mujeres que sobrevivieron al Holocausto diseñando y cosiendo prendas de alta costura para la élite nazi. ‘Las modistas de Auschwitz’ cuenta la historia de las veinticinco mujeres y adolescentes, la mayoría judías, que en medio del horror absoluto del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fueron seleccionadas para confeccionar ropa a medida para las damas de la alta sociedad nazi. Sus habilidades se convirtieron en su única esperanza de salvarse de una muerte segura en las cámaras de gas. Basándose en un impresionante trabajo de investigación, incluso en entrevistas con la última costurera superviviente, la novelista e historiadora Lucy Adlington ofrece una detallada e inestimable reconstrucción del vínculo de amistad que unía a aquellas valientes mujeres y su papel en la resistencia del campo, al tiempo que expone la codicia, la crueldad y la hipocresía del Tercer Reich. Este libro ofrece una nueva mirada a un capítulo poco conocido de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto y saca a la luz historias de vidas excepcionales que deben ser contadas antes de que sea demasiado tarde”. Esta obra es de clara investigación histórica; ya que todos los personajes son reales, y Lucy Adlington nos indica, de forma taxativa, que su volumen no es una novela-histórica sensu stricto; hasta tal punto es así que la autora consiguió entrevistar a la última superviviente, Bracha Kohút, quien fallecería en el año 2021. Esta persona será el máximo testimonio, y lo más fidedigno posible, sobre el resto de las compañeras de la costura en Auschwitz, y le referirá cuál fue el infierno que sufrieron en dicho campo de exterminio. El volumen es el fruto certero de una complicada labor de investigación. El libro presenta una importante cantidad de fotografías, las cuales nos revelan imágenes sumamente interesantes sobre el fenotipo de todas ellas. Mujeres normales que sonreían a un futuro, que contemplaban como normal, pero los militantes del NSADP o Partido Nacional Socialista Obrero Alemán tenían pensadas otras ‘cosas’ muy diferentes para el futuro de todos los hebreos de Europa; y, ello, no sería nada bueno, sino su puro y duro exterminio. “Mi tía fue modista en Auschwitz. Mi madre fue modista en Auschwitz. Mi abuela llevaba el taller de confección de Auschwitz”. La obra presenta una lectura plenamente didáctica y esclarecedora; verbigracia las mujeres nazis tenían muy claro que la ropa incrementaba y calificaba la categoría de quien lucía las prendas y, además, definía el estatuto social de quien vestía esa determinada ropa. Desde 1918 hasta 1939, la industria textil alemana, en un 80%, estaba en poder de los judíos alemanes, los cuales se sentían muy seguros, ya que un elevado porcentaje de sus varones habían luchado en el ejército alemán y, algunos de ellos habían entregado su vida por la Alemania del kaiser Guillermo II. “Ese grupo de mujeres resistentes, esclavizadas, diseñaban, cortaban, cosían y arreglaban ropa para Frau Höss y otras esposas de mandos de las SS, creaban preciosos vestidos para las mismas personas que las despreciaban y las consideraban seres infrahumanos y subversivos; para las mujeres de unos hombres activamente empeñados en destruir a todos los judíos y a todos los enemigos políticos del régimen nazi. Para las modistas del taller de Auschwitz, coser era defenderse de las cámaras de gas y los hornos crematorios”. El jefe de Auschwitz, Rudolf Franz Ferdinand Höss, refirió en el Juicio de Nüremberg, a los psicólogos, que cuando Frau Höss, Hedwig Hensel, se enteró de lo que hacía en dicho campo de exterminio, la esposa se negó, para siempre, a tener ningún tipo de relación marital con él. La novela es muy dura, desgarradora y plena de realidad. En esos lugares del inframundo humano, una de las cuestiones vitales que se podían desarrollar eran las de la amistad, con mayúsculas y, en muchas ocasiones, existía una auténtica solidaridad entre todos aquellos desdichados. La incultura hispana, enorme actualmente entre los menores de 40 años, nos crea certidumbre de que el desconocimiento de la Historia pueda producir un nuevo cumplimiento de lo peor. La autora deja datos reales fidedignos sobre el número de seres humanos que fueron exterminados en las cámaras de gas, fusilados o torturados; pero todo ello contemplado y narrado con sumo respeto y sensibilidad, sin ahondar excesivamente en el salvajismo brutal ocurrido allí. Olga Kovácz, otra de las modistas, escribe: “Después de dos años entré en el edificio central de Auschwitz, donde iba a trabajar como modista en el taller de confección para familias de las SS. Trabajaba diez o doce horas al día. Soy una de las pocas que sobrevivieron al infierno de Auschwitz”. Cuando existía algún error en la confección de algún vestido, forzaban su inteligencia y su sentido de grupo, para conseguir subsanar ese error, y no perder su vida. Sus habilidades profesionales se convirtieron en su única esperanza para poder seguir vivas, y librarse de una muerte obvia en las terroríficas cámaras de gas, con el Zyklon-B como un arma genocida de primera magnitud. El estudio que se realiza, con lupa, sobre todo el fenómeno del nacionalsocialismo, conlleva que cada vez se conozcan muchos más hechos sobre ese Tercer Reich, claramente criminal. Nada se libra, gracias a Dios Todopoderoso, del análisis de esa Alemania de los años 30 y 40 del siglo XX; por ejemplo, desde lo relativo a la maquinaria militar, política, social, sus aparatos represores, los militantes de la oposición al führer Adolf Hitler, los trabajadores libres o forzosos, los católicos en el punto de mira de Hitler y de Martin Bormann, los judíos y su exterminio, Mein Kamp, etc. Y, desde siempre, se ha creado un tactismo especial en llegar a una consciencia exhaustiva sobre el exterminio de seres humanos, lo que ya comenzó en ‘La Noche de los Cuchillos Largos’; ya que, al igual que el genocida estalinismo comunista soviético, en la Alemania hitleriana no existía el más mínimo respeto a la vida humana de los que se oponían al sistema nazi. En suma, un libro extraordinario, que es un documento vivencial, sobre otro de los comportamientos amorales de los nazis. Esta obra es una curiosidad histórica, desconocida hasta ahora, sobre quien se encargaba de crear la ropa de las mujeres de los jerarcas de las SS en Auschwitz-Birkenau; aunque supongo que en otros campos ocurriría lo mismo. Por consiguiente, recomiendo este libro, por ser necesario conocer, al detalle, todo lo que fue el nazismo de Adolf Hitler. ¡Magnífico! «Patrem familias ventacem non emacem esse oportet». Puedes comprar el libro en:
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