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Llega ¡Comprometeos! el nuevo libro de Stéphane Hessel

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

Tras el éxito de la edición española de ¡Indignaos! Con 450.000 ejemplares vendidos en cuatro meses, Destino publica hoy el nuevo libro de Stéphane Hessel, titulado ¡Comprometeos! Ya no basta con indignarse. Hay que dar un paso más y pasar a la acción.

Stéphane Hessel, cuyo alegato contra la indiferencia ha contribuido a desperezar las conciencias de miles y miles de indignados, proclama ahora la necesidad de comprometerse, a través de una vibrante conversación con el escritor y activista social Gilles Vanderpooten, desde los casi setenta años que los separan.

· «No basta con indignarse ante "la injusticia del mundo".»
· «Comprometerse significa abrirse al mundo que nos rodea. Supone decir, en contra del determinismo histórico, que existe algo que inventar. Es lo contrario del derrotismo y de la resignación.»
· «Resistir es crear; crear es resistir. Pero hay que desconfiar. Debemos crear, no basta con resistir. Toda simplificación resulta siempre peligrosa.»

Son algunas de las afirmaciones de Stéphane Hessel en este nuevo libro. La obra incluye una carta-prólogo de los autores que invita a los lectores españoles a buscar «las pistas a través de las cuales dotar de vida este siglo. No para lograr el mejor de los mundos, sino un mundo viable».

Incluimos algunos pensamientos del autor que expone en su libro:

De la indignación al compromiso
«No basta con indignarse ante "la injusticia del mundo", como si se tratara de un vasto panorama... Muy concretamente, la injusticia se presenta ante mi puerta, ahora, de manera inmediata. »

«Comprometerse significa abrirse al mundo que nos rodea. Supone decir, en contra del determinismo histórico, que existe algo que inventar. Es lo contrario del derrotismo y de la resignación.»

Contra qué resistir hoy
«Creo que es preciso indignarse, sobre todo los jóvenes. ¡Y resistir! Resistir supone considerar que hay cosas escandalosas a nuestro alrededor que deben ser combatidas con vigor. Supone negarse a dejarse llevar a una situación que cabría aceptar como lamentablemente definitiva.»

«Los jóvenes son tan capaces como yo de reconocer lo que hay de escandaloso en la injusticia económica y social, en la degradación del planeta, en la violencia no reprimida en Darfur, en Palestina, en algunas regiones de África y de Oriente Medio. Es normal que se reflexione sobre ello y que se hable al respecto... Pero ¿cómo conseguir que esta actitud desemboque en un compromiso práctico?»

Nuevas pautas y prioridades
«Debemos, por ejemplo, aprender a ser menos violentos, para franquear no pocos obstáculos. Nada está excluido, somos una especie joven pero que puede irse al garete mañana, desaparecer... Ya hemos hecho muchas estupideces y podemos seguir haciéndolas, algunas bombas atómicas bien colocadas y sería el fin.»

«Hay que cuidar que lo local y lo global estén en equilibrio. La visión del mundo de mañana como un mundo más justo, más sabio, no puede ser sino global. Ahora bien, la realización y la acción que contribuyan a un mundo semejante sólo pueden ser locales.»

Conciencia ecológica y globalización
«La globalización ha convertido en un modelo a imitar el desarrollo cultural de los países más ricos, a veces de los países más poderosos, como la Unión Soviética o la China posterior a Mao. Estas culturas tienen una tendencia natural a la expansión, y nosotros, los europeos, hemos sido los primeros en alentar ese movimiento. Europa, la primera parte del mundo en adquirir notable riqueza y poder, fue el origen de la aculturación de otras regiones: América y la Rusia soviética son hijas de Europa. Esta tendencia a la expansión ha creado riesgos reales: hemos alentado una economía predadora de la Tierra.»

Aún estamos a tiempo
«En el fondo, para mí el problema esencial entre una generación vieja y una generación joven radica en luchar contra la desesperanza. Y entre los riesgos que corre el planeta, está el de la desesperanza. Uno puede sentirse tentado de decirse: "Es demasiado tarde, la hemos liado, ya no hay nada que hacer, estamos perdidos". Sin embargo, hemos conocido un sinfín de problemas que han podido superarse, no hay razón para que lo que hoy parece probablemente perdido no pueda ser probablemente salvado. »

«La reforma de las instituciones que más me interesa es la creación de un Consejo de Seguridad Económica y Social, el cual reuniría por elección a los veinte o treinta Estados más responsables ?diversos por su cultura, capaces de actuar por su autoridad? con el fin de instaurar una estrategia mundial que afrontara los grandes retos y ejerciera su autoridad sobre las instancias económicas, comerciales, de trabajo, de la salud... »

Comprometidos con el futuro
« Me siento inclinado a afirmar que los cambios son siempre obra de un 10 a un 20 por ciento de las personas, como mucho, que son las que se mueven realmente, y que los demás se limitan a seguirlas. Lo cual da prueba de cierto optimismo.»

«Vivimos en un mundo de interdependencias en el que los cambios sólo pueden darse todos juntos. Lo cual implica solidaridad. Concretamente, esta solidaridad toma cuerpo en las redes, numerosas y cada vez más densas, de organizaciones cívicas, de defensa de los derechos humanos, de lucha por el desarrollo.

Adjuntamos su último artículo, referente a los sucesos acaecidos en Barcelona:

 

Ante los graves sucesos acontecidos ayer frente al Parlament de Catalunya, en Barcelona, expreso mi más firme rechazo hacia cualquier agresión, coacción, insulto o actitud violenta empleada por grupos minoritarios, aprovechando la legítima y pacífica ola de indignación que ha recorrido las ciudades españolas desde el pasado 15 de mayo.

Desde el primer momento, dejé constancia y reitero mi apoyo a los miles y miles de ciudadanos españoles que, siempre de manera pacífica, han manifestado su indignación ante una economía deshumanizada y ante los déficits democráticos de nuestras sociedades, y han pasado de la
indiferencia al compromiso por los valores profundos de la democracia, siempre a través de vías pacíficas.

Considero, por tanto, intolerable cualquier intento de paralización de las instituciones de representación democrática, así como la coacción de todo tipo ejercida contra los representantes de la voluntad popular. Eso nada tiene que ver con la resistencia pacífica ni con la legítima disidencia democrática. Eso no se puede tolerar, y no debemos permitir que algunos
grupos, desde dentro o desde fuera del movimiento de los indignados, intenten aprovechar esos hechos para enturbiar el buen fin y las actitudes mayoritarias de los ciudadanos que se han movilizado pacíficamente durante las últimas semanas en casi un centenar de poblaciones españolas.

Siempre me he manifestado a favor de la profundización de la democracia, de la libertad de expresión y del respeto por los otros como únicas vías para el progreso de nuestras sociedades. Deseo que los indignados españoles sepan encontrar, con la misma actitud pacífica y dialogante con que irrumpieron en la escena pública hace unas semanas, su camino para seguir expresando ese compromiso hacia el futuro.

Stéphane Hessel
París, 16 de junio de 2011

Actualidad literaria

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