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"El regreso de Mary Poppins": Píldoras de nostalgia

Por Aleix

viernes 21 de diciembre de 2018, 13:32h
Secuela de la mítica película de 1965 protagonizada por Julie Andrews, de nuevo basada en la obra de Pamela Lyndon Travers, creadora de la famosa niñera de ficción Mary Poppins en el libro del mismo nombre.
El regreso de Mary Poppins
El regreso de Mary Poppins

Musical| 130 min. |USA| 2018

Título: El Regreso de Mary Poppins.
Título original: Mary Poppins Returns.

Director: Rob Marshall.
Guión: David Magee (Libro: P.L. Travers).

Intérpretes: Emily Blunt, Lin-Manuel Miranda, Ben Whishaw, Emily Mortimer.

Estreno en España: 21/12/2018
Productora: Walt Disney Pictures / Lucamar Productions / Marc Platt Productions.

Distribuidora: Walt Disney Spain.

Sinopsis

Londres, años 30, durante la era de la gran depresión. Los hermanos Michael (Ben Whishaw) y Jane Banks (Emily Mortimer), los personajes a quienes conocimos como niños en Mary Poppins (1964), han crecido. Ahora viven juntos con los tres hijos de Michael y su sirvienta Ellen (Julie Walters) en Cherry Tree Lane.
Después de que el joven sufra una dramática pérdida personal, la mágica niñera Mary Poppins (Emily Blunt) volverá a entrar en las vidas de la familia Banks, junto al optimista farolero Jack (Lin-Manuel Miranda). Con el propósito de ayudar a que la familia redescubra la alegría y la fantasía que falta en sus vidas, Mary Poppins utilizará sus habilidades mágicas únicas para llevarles a un nuevo mundo colorido lleno de personajes peculiares como su excéntrica prima Topsy (Meryl Streep).

Crítica

Desde hace ya años observamos como la falta de riesgo en Hollywood –que no de ideas-, ha cristalizado en multitud de remakes, reboots y secuelas que han sabido revenderse ante el público con la motivación de la nostalgia, en unos años en que las múltiples crisis que se han vivido (y viven) en el mundo parecen incrementar esa añoranza hacia tiempos pasados que parecen mejores que el áspero presente. Disney es de los titanes que más rédito han sabido sacar a estos momentos bajos en los que la nostalgia ha actuado como salvavidas, prueba de ello está en las astronómicas cifras de taquilla de los múltiples remakes en carne y hueso de sus clásicos de animación que han pasado de generación en generación, los cuáles han traído más alegrías en general que sus apuestas por universos nuevos.

El regreso de Mary Poppins : Foto Emily Blunt

Como su predecesora, la película apuesta por una trama básica en la que poder dar lugar al desfile de situaciones imaginativas.

Pese a tratarse de su secuela en la que solo repiten la niñera mágica y la pareja de hermanos, ya con 30 años a sus espaldas, este El regreso de Mary Poppins podría tratarse perfectamente de un remake encubierto del clásico de Robert Stevenson, ya que ambos comparten una estructura narrativa y unos personajes muy similares. Como su predecesora, la película apuesta por una trama básica en la que poder dar lugar al desfile de situaciones imaginativas, personajes carismáticos y coloridos números musicales, cada uno de los cuáles dejan enseñanzas morales para que los niños crezcan personalmente y puedan conseguir el objetivo final: recuperar las ganas de vivir de su padre absorto por sus problemas.

El regreso de Mary Poppins : Foto Emily Blunt

Si bien en el film original este arco narrativo era marcado en la segunda parte del film, en la que nos ocupa se establece un objetivo más claro desde el principio –impedir el desahucio de su casa en la mítica calle del Cerezo-, con el que es posible focalizar más las acciones y los números que acontecen. Por tanto, en esta segunda entrega predomina más la acción, pero también se resiente más la caracterización y desarrollo psicológico de los personajes, que disfrutaban de un mayor reposo y solidez en la primera parte. No hay que temer por los protagonistas, que reciben la atención que merecen, pero es una lástima observar como roles como el de Julie Walters y, especialmente, el de Emily Mortimer, en una Jane heredera del activismo feminista de su madre, quedan reducidos a un trazo estereotipado.

El regreso de Mary Poppins : Foto Emily Blunt

Aunque es innegable que Disney ha ido a lo seguro firmando otro apunte más en su catálogo revisionista y, pese a sus flaquezas, dentro de su zona de confort el film contiene virtudes como una Emily Blunt que revive el espíritu del personaje apropiándoselo gratamente y sin resultar una burda imitación de la inmortal Julie Andrews. Con la misma seriedad de una institutriz inglesa, pero con la dulzura de una madre, Blunt da una nueva vuelta al personaje sin traicionarlo, mientras nos deleita con uno de los trabajos más completos de su trayectoria. Por otro lado, Lin-Manuel Miranda es el relevo ideal para el ubicuo maestro de ceremonias que era el deshollinador de Dick Van Dyke, esta vez en forma de farolero, sobresaliendo entre un eficiente reparto en el que Meryl Streep vuelve a robar su escena. Además, técnicamente es un pastel visual delicioso en el que se componen unos números musicales que, pese a beber de una banda sonora con temas menos agraciados e icónicos que el primer film (misión imposible de superar), resultan agradables e igualmente imaginativos, con destellos de una artesanía y plasticidad que se echaba de menos en un Disney cada vez más prefabricado.

El regreso de Mary Poppins : Foto Emily Blunt

No hay demasiada novedad, pero la fórmula en la que se apoya sigue funcionando –en gran parte gracias al motor de la nostalgia-, haciendo de El regreso de Mary Poppins un placentero revival que mantiene su esencia y el mismo codiciado azúcar en la amarga píldora para combatir nuestra realidad.

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