Cuando acabé de leer "Increíbles misterios" cerraba un libro que me había proporcionado divertimento sin paliativos. Es una obra que no busca hacerte reflexionar sobre la sociedad, sobre los problemas que acarrea el mundo ni sobre la tendencia violenta que nos guía cada vez más; aunque, bien es cierto, que a través de sus personajes podemos encontrar miserias, envidias y demás lindezas del ser humano.