El acreditado cineasta Rafael Gordon, afirma: “Escribí La Ley de Sodoma hace veinte años. Me vi obligado a llevarla al cine cuando el horror en que vive el mundo semejaba en todo lo que imaginé cuando escribí el texto. La película intenta desnudar toda la aberración de la Ley que nos lleva a Auschwitz, una y otra vez. Tengo casi ochenta años, soy cinéfilo desde la niñez. Pienso que el cine ha contado las vicisitudes del siglo XX de manera admirable. Pero en el momento en que vivimos, el cine ha detenido en parte su capacidad de denuncia”.
Nos estamos quedando sin campo. Por especulación inmobiliaria que se expande cual sombra del espectro de Brocken o porque se va quedando sin labradores, sin trabajadores que recogen el sueño con las manos.