www.todoliteratura.es

"Idus de sangre", de Jesús Villanueva

Editorial Almuzara
viernes 25 de junio de 2021, 18:00h
Idus de sangre
Idus de sangre
Estamos ante una magnífica novela, rigurosa como pocas, que se refiere al trágico momento histórico que conllevó el magnicidio de Gayo Julio César, lo que alteró definitivamente la historia de Roma, el 15 de marzo del año 44 a.C.; pero debo realizar una levísima corrección, y que se refiere a que el vocablo latino “IDUS” es femenino y no masculino.

La novela-histórica comienza en una noche lluviosa y fría, en ese momento y por azar, Marco Lucio Cornelio, un veterano legionario ya retirado, y que militó en la legión favorita de Julio César la Legión X Equestre, con toda certidumbre la favorita y principal del propio procónsul en la Guerra de las Galias; el lugar escogido es su taberna, y el ex-legionario-propietario sorprende conspirando a dos senadores, antiguos lugartenientes cesarianos en dicha guerra, nada más y nada menos que a Gayo Trebonio y a Décimo Junio Bruto, este último probablemente el “Bruto heredero” del Dictador Perpetuo.

Se está planeando una conjura que conllevará la propia muerte de Julio César. La intención del tabernero estriba en que debe avisar a César, pero reconoce que poder llegar hasta el propio Dictador es francamente complicado; también reconoce que la conjura está tan enraizada, que su vida, la de su familia y de sus propios amigos puede estar en franco peligro; en ese momento Roma está llena de mercenarios, conspiradores y espías. “Estos dos de ahí adentro son Cayo Trebonio y Décimo Junio Bruto, querido Luciano -aclara Marco-.Trebonio fue durante muchos años legado de César, creo que en prácticamente todas sus campañas, y hasta no hace mucho ha ejercido como Tribuno de la Plebe. El más joven es Décimo Junio Bruto, también fue legado de César. Cuando yo luché con la Legio X Equestris en la Galia, decían que Bruto era la mano derecha de Julio César y uno de sus protegidos. Te aseguro, amigo Luciano, que éstos son hombres de mucho peso en Roma”.

Como es público y notorio, la historia deja bien claro que la vida de Julio César no se salva; y la novela sigue desgranando los hechos históricos, continuando la narración hasta que Gayo Julio César Octaviano sea el Emperador César Augusto, en la trama aparecen todos personajes del momento, desde Marco Antonio hasta Marco Tulio Cicerón y la propia Cleopatra VII de Egipto, o Marco Vipsanio Agripa y el poeta Publio Virgilio Marón. La obra tiene una cinética muy laudatoria, retorciendo la historicidad argumental; relatándose con todo rigor las escenas bélicas sangrientas. El centro de la novela es la vida del tabernero-legionario y de su familia, en relación con la política y la sociedad del SPQR del momento histórico. “Hablaban Trebonio y Décimo Bruto sobre algo que denominaron la campaña del Rey de Roma; de las pretensiones de autoproclamarse rey que tenía César; de un enfrentamiento reciente que mantuvo el propio César con los tribunos Lucio Cesetio Flavo y Cayo Epidio Marulo, a los que expulsó del Senado por acusarle éstos públicamente de sus pretensiones monárquicas, en un incidente la víspera del festival latino en el monte Albano. Acusaban a César de ser enemigo de la República y de haberse equivocado gravemente al haber invitado a Cleopatra, la reina egipcia, a venir a Roma, y además reconocer al hijo de ambos. Sospechaban, incluso, que el Dictador planeaba trasladar la capital del Imperio de Roma a Alejandría”.

El libro tiene un léxico sencillo, lo que nos acerca a la actualidad, aunque un servidor prefiere un discurso más culto, ya que la frivolización no me agrada en demasía. Los personajes son típicamente romanos, lo que incrementa la coherencia de la época narrada. La Roma cesariana ha llegado al mismo nivel político de sus afamadas cloacas, la República, luego tan añorada, está viviendo los años previos a una nueva guerra civil; verbigracia las relaciones lujuriosas entre amos y esclavos son palmarias. La esposa de Marco se llama Lucrecia, y es joven y bellísima, diez años más joven que él. Tienen dos hijos, uno llamado Cayo, en honor de Gayo Julio César, y otro todavía un bebé llamado Rómulo. Debo indicar otro pequeño error, que es general en casi todos los que escriben sobre Roma, y que se refiere a que el nombre de los que se llaman Cayo está mal traducido, ya que debe ser Gayo. La narración de cómo comenta todo lo relativo a sus relaciones familiares es de una riqueza encomiástica.

El autor es conspicuo en el análisis temático que realiza en relación a como se implica en la consideración de las virtudes de los plebeyos y la carencia de moralidad en el patriciado. Para el autor, Marco es paladino en resaltar los valores de la amistad por antonomasia. El prólogo de la obra presenta un sucinto resumen sobre la personalidad bélica y política de Julio César; y como fue su evolución hasta el cruce del río Rubicón. “No estaba César dispuesto a que las nuevas disposiciones del cónsul único, Cneo Pompeyo, al amparo del Senado de Roma, le impidiesen acceder a la más alta magistratura, ya que por méritos le correspondía. El genial militar se sabía gigante y poderoso; su campaña en la Galia, vertiginosa y demoledora, no solo le había enriquecido enormemente, también le había permitido forjar un ejército extraordinario. Las legiones de César estaban constituidas por los mejores guerreros del mundo, disciplinados y tenaces; por las cohortes mejor instruidas; por hombres leales hasta la muerte a su carismático general, a su líder indiscutible”.

Gayo Julio César fue el hombre más poderoso de su tiempo, lo tuvo asumido, y se llevó a la tumba lo relativo a sobre cuáles eran sus planes futuros. Intentó mutar la anquilosada República romana, aunque no utilizó, en muchas ocasiones, lo mejor del comportamiento ético. Los dados están echados. Este resumen deseo sirva para recomendar, sin ambages, la presente novela histórica.Qui cum sapientibus graditur erit amicus stultorum efficientur similis”.

Puedes comprar el libro en:

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios