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Rocinante

17/09/2024@11:11:00
Suele representarse a don Quijote embrazando una rodela de acero (aunque bien pudo ser de cuero o madera). Es así durante la mayor parte del Quijote de 1605, pero en las primeras líneas de la novela leemos que Alonso Quijano disponía de una «adarga antigua» (se hacían de cuero) con la que afrontará sus primeras aventuras. Sin que se nos informe del motivo para la sustitución, nuestro hidalgo, ya acompañado de Sancho Panza, sale de nuevo de su casa llevando «una rodela que pidió prestada a un su amigo» (dQ1-7).

(Cómo ensartar refranes en boca de don Quijote)

Esto diciendo, se entró por medio del escuadrón de las ovejas y comenzó de alanceallas con tanto coraje y denuedo como si de veras alanceara a sus mortales enemigos. Los pastores y ganaderos que con la manada venían dábanle voces que no hiciese aquello; pero, viendo que no aprovechaban, desciñéronse las hondas y comenzaron a saludalle los oídos con piedras como el puño.

Miguel de Cervantes califica a Cide Hamete Benengeli de: historiador arábigo, primer autor (del Quijote), segundo autor, sabio, historiador muy curioso y puntual, historiador arábigo y manchego, encantador, puntualísimo escudriñador, filósofo mahomético, flor de los historiadores y autor de esta grande historia. Está bastante claro que está hablando de sí mismo.

(Una reflexión ética)

Unamuno publica la Vida de Don Quijote y Sancho en 1905 [1], “coincidiendo por acaso, que no de propósito, con la celebración del tercer centenario de haberse publicado por primera vez el Quijote. No fue, pues, una obra de centenario.” -según afirma el autor en el Prólogo a la segunda edición, en enero de 1913-.

“…y me dio de nuevo tantos azotes que quedé hecho un Sambartolomé desollado”

Si en el Quijote hay un agravio felizmente resuelto por don Quijote, que después se torna en cruel llanto del agraviado, es en la aventura que tuvo al poco de salir de la venta, donde fue armado burlescamente caballero, con un joven pastor al que su amo tenía atado a una encina dándole azotes, porque, según el ganadero le afirma: «este muchacho que estoy castigando es un mi criado que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos, el cual es tan descuidado que cada día me falta una; y porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo hago de miserable, por no pagalle la soldada que le debo, y en Dios y en mi ánima que miente.» (Q1, 4).

Dentro de la vigésima primera edición de la “Semana Cultural en torno a Miguel de Cervantes, su obra y Quintanar de la Orden”, organizada por la Asociación Cultural “Santiago Apóstol”, Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, ha impartido una ponencia con el título Lugares, caminos y parajes de la Mancha. Contexto geográfico real en la ficción del Quijote.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

El benemérito biógrafo cervantino Alfonso Dávila Oliveda, autor de los excelentes libros, entre ellos, Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. El espía (1595-1603), (Editorial Círculo Rojo, 2019), y Miguel de Cervantes Saavedra, el espía de Felipe II, que acabó con Hasán Bajá, virrey de Trípoli y Argel (1595-1601). Apuntes para una biografía, (USA, Columbia, SC, 2017), pone en letras de molde su nueva obra maestra: Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. Volumen IV. El abuelo. (1604-1608), (Editorial Círculo Rojo, 2023).

El título del presente artículo amalgama los de sendos ensayos relevantes de nuestra reciente literatura, “dignidad” de Javier Gomá y “Las armas y las letras” de Andrés Trapiello. El primero de estos libros plantea una aproximación al concepto de dignidad en el contexto de la civilización occidental, para a continuación ocuparse de su relación con la cultura y, por último, abordar su dimensión pública, y especialmente la conquista de la dignidad nacional española, gracias a una transición, ejemplar según el autor, que permitió a nuestro país ingresar como socio de pleno derecho en el selecto club de las democracias liberales.

No es mala idea instalar, desde un punto de vista literario, un personaje quijotesco en la Norteamérica de Donald Trump. Otra cosa bien distinta, son los resultados que se obtengan de tamaña osadía, si lo que se intenta es imitar o hacer un remake de un personaje que ha ganado en popularidad a su propio creador.

Alusión a Don Quijote

A fe que le viene bien el nombre: el caballero de la triste figura. ¿Has reparado, amigo lector, que una vez, solo una vez, se asocia la sonrisa a su rostro en toda la extensión del texto? Y, para ello, ¡en qué malhadada situación! ¡Qué ofensa a su arrojo! ¡Qué desprecio a su valentía! Hasta el punto que, acaso, no estaría de más recordarle al autor que no descuide y atienda bien a su función, pues es bien sabido que “el cálamo puede ser más cruel que la espada”.

A lo largo de toda su historia, al noble, al bueno, al casto de don Quijote, que solo vivía para su imaginada Dulcinea, le han salido hijos por doquier en forma de versiones y adaptaciones de todo tipo. La versión de El Quijote en romance del profesor Teodoro Martín de Molina ha sido la última de ellas.


He aquí el "Castillo interior" de León Felipe Camino (Tábara, 1884 - México D. F., 1968 ), que, como Teresa de Jesús, buscó en la vocación de la escritura los adentros de su alma en pos de traer a la tierra la salvación del espíritu, el dios más humano que habita en nosotros. Español de México, mexicano de España, exiliado del llanto, Moisés de cayado y luengas barbas, traductor y epítome de Walt Whitman, cantor del pueblo y cantado por el pueblo.
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Como todo caballero andante, Don Quijote debe estar enamorado de una hermosa mujer, que tiene siempre en el pensamiento cuando inicia cualquiera de sus aventuras (y a ella alude, por ejemplo, en estos términos: “¡Oh Dulcinea del Toboso, día de mi noche, gloria de mi pena, norte de mis caminos, estrella de mi ventura” (primera parte, capítulo XXV). Pero en verdad, la dama de sus sueños -Dulcinea del Toboso- no pasa de ser una sencilla campesina -Aldonza Lorenzo-, de la que Sancho Panza, desde su visión rústica de la realidad, elogia sus virtudes como mujer que pertenece a su misma condición social; una mujer que contrasta con la visión idealizada de Don Quijote. Merece la pena recordar este fragmento (primera parte, capítulo XXV), en el que Cervantes, echando mano de fina ironía, descubre quién es Dulcinea del Toboso: la hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales:

(Una reflexión ética)

Unamuno publica la Vida de Don Quijote y Sancho en 1905 [1], “coincidiendo por acaso, que no de propósito, con la celebración del tercer centenario de haberse publicado por primera vez el Quijote. No fue, pues, una obra de centenario.” -según afirma el autor en el Prólogo a la segunda edición, en enero de 1913-.

La política es importante, esto nadie puede negarlo después de Aristóteles, como mínimo. El zoon politikón del filósofo peripatético sigue definiéndonos con plena vigencia y fidelidad. Sin embargo, desde hace unos años, en nuestro país todo es política y casi no queda espacio para nada más. Y esto ya no guarda relación ni proporción –lo decía Gomá en X a finales del fugitivo 2024- con las cuestiones vitales que verdaderamente marcan y determinan nuestra existencia. La política tal vez decide cuánto tardará en atendernos el médico o cuál es el programa de estudios de nuestros hijos (y claro que esto importa mucho) pero no nos sirve cuando se trata de dar –o no ser capaces de dar- sentido a nuestras vidas. Habría que notar, además, que para quien cuenta con un conocimiento no meramente superficial o anecdótico de la Historia, está bastante claro que vivimos precisamente en un lugar y en una época en la que la política nacional incide relativamente poco en nuestro destino personal.

Anualmente la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia organiza a finales de abril una Lectura Pública del Quijote para conmemorar el Día del Libro, suele hacerlo en fechas cercanas a esta celebración, concretamente este año será el 21 de abril.

Los días 4 y 5 de noviembre de 2022 tendrá lugar el I Congreso Internacional Cervantes y el Quijote en Alcázar de San Juan. Las ponencias del viernes 4 serán en el Salón Noble del Ayuntamiento y las del sábado 5 en el Salón de Actos de la D.O. de Vinos La Mancha.

Por Luis Miguel Román Alhambra
Cuando Cervantes escribía el Quijote, la mortalidad en España ha sido considerada como catastrófica. Además de los fallecidos en las guerras, por causas naturales y en el parto, la población española estaba sufriendo epidemias de enfermedades infecciosas, como la peste, el tifus o la difteria, agravadas por las malas condiciones alimenticias e higiénicas en la población más humilde, siendo las causas de una altísima mortalidad entre la población.

Seguro que si preguntamos a cualquier alumno de 2º curso de bachillerato el nombre de la diosa clásica de la belleza, la respuesta inmediata será Venus o Afrodita. Cierto que si profundizásemos en definir la causa o el mito que explique ese título de Miss Olimpo, sería difícil conseguir respuestas coherentes.

La Fundación José Manuel Lara, ha presentado en el restaurante Saporem de Madrid la novela "Los nombres de los barcos” de Juan Carlos Vázquez, ganadora del Premio Felipe Trigo que patrocina el ayuntamiento de Villanueva de la Serena.

Leer la Biblia, sea la de Casiodoro de Reina, sea la que mandó a hacer el Rey Jacobo, mejora nuestro estilo. Mejorar nuestro estilo es mejorar, o mejor dicho, hacer inteligibles los tonos de nuestra voz. Tono es sentimiento y sentimiento es reacción ante los estímulos, que vienen del exterior, claro es... es decir, que comprueban la existencia de un mundo que no depende de nosotros. El estilo propio, que para ser propio debe romper la gramática, es musicalización​, poner musas en las cosas. ​