"Lo mucho que te amé", de Eduardo Sacheri, donde lo ordinario se convierte en extraordinario

Los Fernández-Mollé son una familia tradicional de clase media que vive en el precioso barrio de Palermo Viejo en Buenos Aires y lleva una vida de lo más normal dentro de los estándares de la época. La protagonista Ofelia es una veinteañera, tercera de cuatro hermanas, felizmente casada y con un cuaderno de bitácora aparentemente ya trazado por el resto de sus días. Sin embargo todo ello cambiará al enamorarse perdidamente del novio, luego marido, de su adorada hermana pequeña. Ofelia comienza a experimentar con gran cargo de conciencia un sentimiento platónico, que irá profundizándose a ojos del lector a través de largos monólogos introspectivos en los cuales el escritor muestra un exquisito conocimiento de la sensibilidad del alma femenina. Paralelamente a todo ello asistimos a golpes de Estado, crisis económicas e incluso eventos deportivos que atraviesan la Historia argentina.

Cabe recordar que Eduardo Sacheri se hizo inicialmente conocido en los años 90 en su Argentina natal con cuentos sobre fútbol; historias vinculadas a jugadores del pasado, personas comunes que en su infancia quisieron ser futbolistas o relatos dentro de un partido de fútbol que comenzaron a ser leídas en un programa de radio con cierta trascendencia en esos años. Se trataba de cuentos muy depurados y emocionantes para quien jugó o sentía la pasión de jugar al fútbol. Posteriormente dio el salto a la novela y el gran éxito que le catapultó a la fama fue La pregunta de sus ojos, en la cual se basó la cinta que ganó el Óscar a la mejor película extranjera en 2010 El secreto de sus ojos, dirigida por Juan José Campanella. Si bien no ha sido la única novela adaptada al cine de este periodista y profesor de Historia en colegios de Secundaria, ya que La odisea de los Giles, protagonizada por Ricardo Darín, o Metegol, de dibujos animados, también están basadas en sus obras.

En definitiva, a mi juicio el cómo acabará ese amor prohibido de Ofelia en Lo mucho que te amé no resulta tan relevante como el modo en que Eduardo Sacheri cuenta la historia. Si bien la acción transcurre de una manera muy lenta, ahí reside precisamente la grandeza de su prosa: en lograr convertir la cotidianeidad en algo épico. Además no seré yo quien desvele el secreto, porque Si el precio de serlo es que jamás nadie lo sepa, que sea. Que sea ése el precio…

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