Medea, Antígona, Edipo, Hécuba, El Brujo. Un escenario vacío, porque esto no es Mérida, con su teatro romano, ni maldita falta que hace. Es un escenario donde Rafael Álvarez llena con su presencia de actor, de bufón, de cómico, casi de títere humano, y con sus palabras y su lectura interpretativa, en este caso de los clásicos griegos, Iconos, y su significado, la exploración del destino, porque “esto hay que explicarlo”, con gestos y con sentencias, con opiniones y con chistes más o menos intelectuales o de andar por casa, y contar qué es La Cólquide, “¿me vais siguiendo?”, y hablar del Destino, oye, que está en el título, “o la exploración del destino”, saltándose todas las normas, porque no las hay, y porque El Brujo hace el espectáculo que le da la gana, y nosotros nos lo pasamos bien, viéndolo en sus gestos, en sus matices con la voz, contándonos los paralelismos con esta sociedad nuestra de ahora, con este convivir con tantas crisis, el destino, porque eso, al fin y al cabo, es la tragedia, y la tragedia es el exceso, hasta llegar a la famosa catarsis, aunque “cada cual lo entiende a su manera”, y nos habla de su pueblo y de su padre que seseaba porque si no, un cenicero, con todas las ces, podía darle en toda la cabeza, mientras que las eses pasan de refilón y, al fin y al cabo, todo es una exageración, “me he ido del tema”, pero no me tienen que perdonar, no lo tenemos que perdonar porque sabemos que El Brujo es así, y así lo queremos y lo aceptamos, y porque nos dice que ya está mejor, y nos trae a colación a Antígona y su fuerza para enfrentarse al poder, y a Edipo Rey que, en realidad, es Clisipo, hijo de Layo y de Yocasta, aunque no me sale Clisipo en Google y no sé a qué se refiere, tendré que ver la obra de nuevo, y no me importa, porque seguro que es distinta a la de hoy, pero espero estar entre los espectadores avispados y no entre los “ñññññ”, no sé cómo escribirlo, más torpes, no, seguro que eso lo dice en todas las funciones, porque El Brujo respeta mucho a su público, porque sabe que somos personas del siglo XXI y por eso nos trae a esos personajes Iconos, que hablan de dioses y de destinos, de tragedias y muertes, de oráculos y de Sófocles, de Eurípides, de Esquilo, del tiempo antiguo que parece que solo hace dar vueltas y se convierte en moderno, o que hay personajes que se reencarnan en mitos, porque nosotros somos los dioses, porque somos impredecibles, y como Concha Velasco nadie hizo de Hécuba, aunque apenas nos hable de Hécuba, porque se le ha ido el tiempo en contarnos otras cosas, se ha olvidado del texto, dice, y nosotros tan contentos, porque lo que queda es la ilusión de verlo de cerca, así no lo convertimos, a su vez, en Icono, es actor de carne y hueso, cercano, nuestro, querido, y siempre acompañado de su inseparable Javier Alejano y sus toques musicales en directo, sus signos de puntuación musicales, su silencio comprensivo y su atención extrema, y fuera el cielo es azul y no nos importa porque nos deleitamos escuchando a este inquieto histrión, ¿le gusta a El Brujo ese término?, no lo sé, tendré que preguntárselo, y hace filigranas con las palabras, palabra hermosa culta y próxima, emocional en algún caso, que una cosa no quita a la otra, y nos ofrece claridad, aunque nos liemos nosotros, y delicia, aunque nos perdamos en los nombres, ¡qué complicados eran estos personajes! y ¡qué fácil nos los presenta!, nombres, destino, libertad, justicia, poder, las suplicantes, las bacantes, las troyanas, los persas, lenguaje sublime, de ellos aprende Shakespeare, creo, héroes trágicos, filósofos de la escena y… enfrente, sin subirse a ningún pedestal y sin alardear de cultura y de leído, aunque lo sea, porque se prepara bien sus guiones para después hacer lo que le venga en gana, Rafael Álvarez, El Brujo, y con eso, ya está dicho todo, ¡ea!
FICHA ARTÍSTICA
ICONOS o la exploración del destino
Rafael Álvarez, El Brujo
Música en directo: Javier Alejano
Dirección: Rafael Álvarez
Música original: Javier Alejano
Escenografía: Equipo Escenográfico PEB
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Vestuario: Georgina Moustellier
Producción ejecutiva: Herminia Pascual
Espacio: Teatro Bellas Artes
Si (
No(
