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15/03/2024@22:22:00

Craig Wright, licenciado en Música por la Eastman School of Music y catedrático en Musicología por Harvard, es profesor emérito de Música en la Universidad en Yale, donde imparte la famosa clase «Exploring the Nature of Genius». Fue becado por la fundación Guggenheim, recibió un doctorado honoris causa en Letras y Humanidades por la Universidad de Chicago, es miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias y le fue otorgado el Premio Sewall a la Excelencia en la Enseñanza de Pregrado en Yale (2016), así como la Medalla DeVane por su extraordinaria labor docente. Su curso «Introducción a la música clásica» es uno de los más populares de Coursera, la plataforma líder online de enseñanza.

Reseña del libro de relatos "El mirador de los perezosos"

La historia se ha encargado de legitimar los estados y sus valladares. Pero, existe un territorio que une a las mujeres y a los hombres mucho más allá de las delimitaciones políticas o naturales; es el denominado continente sentimental. Y es en ese marco referencial de la frontera líquida, donde aparece y se incardina la obra de Sergio Barce, el español que nació en Larache, el pied-noir que a los quince años es “obligado” a abandonar su Marruecos natal. Esta “expulsión” del Jardín de las Hespérides, va a significar la imperiosa necesidad de reconstituir su mundo, el orden perdido, hasta convertirse en el máximo representante de la narrativa memorística del periodo del Protectorado español y su posterior edad.

No ya la ofuscación del disgusto, sino el puro asco me embargó al contemplar, durante este puente de la Constitución, en no recuerdo qué noticiario televisivo a unos populosos grupos de compatriotas, con sus macutos al hombro y bajo unas prácticas ropas de excursionista, que con esa fementida candidez —que es el más vil de cuantos tonos es capaz de emplear el hombre—, afirmaban ante las cámaras que habían desembarcado en La Palma para contemplar la erupción del volcán, porque era un grandioso espectáculo; “una oportunidad única”, aseveró una de ellos; por supuesto, sin variar un ápice ese pringoso timbre de falsa inocencia.

Retengamos en la memoria una afirmación que Lotario dijo a Anselmo en "El curioso impertinente", de Cervantes, y meditemos de achaques antropológicos. La afirmación dice: "Es de vidrio la mujer".

La lengua, dicen los académicos, que son contempladores del léxico, es un “maravilloso artificio” (Nueva gramática, XLI). Es labor artística porque crea “mundos nuevos”, según un poema de Huidobro, y es maravilla porque muestra a los sentidos y al entendimiento lo que por sí mismos no pueden captar, pues son constantemente embotados por las “preocupaciones de la vida” (Lucas 21: 34), como nos advierte Jesús.

Es la noche camino incierto, pedregoso, hacia el día, lugar calmo. Por la noche soñamos, es decir, llevamos nuestra alma a los lugares que soñó el divino Platón. Soñar en los sueños de Platón, ser parte de otro sueño, diría Borges, es una pesadilla. Traduzcamos lo dicho a términos terrenales. A la gloria llega quien sale de la guerra, pero al infierno llega quien sale de la paz.

Jactándose de sabios, se volvieron necios,
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible
por una representación en forma
de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles
San Pablo (Romanos 1: 22-23)

Las universidades enfrentan un problema que no sólo es sociológico, sino filosófico, que es el poco gusto por la lectura verdadera. Y por ser filosófico es hermético. La filosofía es la herramienta intelectual más afilada y dura, y cuando ella misma es problemática obliga a cuestionar la utilidad de todas las ciencias.

El hombre, para no sucumbir ante el voraz azar, debe ser leal o a sí mismo o a otros, o al menos a una idea que no dependa de circunstancia alguna. La lealtad es una idea que el tiempo, rico en accidentes, llena de significados. Los múltiples modos de interpretar las palabras que usamos para comunicarnos matizan nuestro lenguaje, tanto, que a veces poetiza y prosifica. Poetiza para captar lo alto, sentimientos categóricos, es decir, fundamentales, ocultos, y prosifica para signar lo más bajo, las cosas, que son murallas que esconden utopías.

Trini Vergara Ediciones ha presentado este 12 de abril VIDIS (del latín, "he visto"), su nuevo sello editorial especializado en el género de la novela histórica que llegará en mayo a las librerías, con unos primeros títulos que transcurren desde la Antigua Grecia hasta la Segunda Guerra Mundial, y con los que pretende posicionarse en un lugar destacado en las bibliotecas de los aficionados al género histórico.

Vardø. La isla de las mujeres, es la primera novela histórica de la escritora Kiran Millwood Hargrave, una de las voces más potentes de la literatura británica. Después de ganar el Waterstones Children’s Prize, este es su salto a la narrativa de adultos, donde entra por la puerta grande: trece editores ingleses pujaron por publicarla, alzándose la prestigiosa editorial Picador con ellos, y los derechos de traducción se vendieron a más de veinte países.

Es necesario, al educar, que los jóvenes beban de las tres fuentes primigenias del conocimiento, esto es, juntar la estética, el estudio de lo bello, con la ética, el estudio de la bondad, con la lógica, el estudio de la verdad.

Las guías imprescindibles de Harvard Business Review (Guías HBR), están disponibles a partir de ahora en español a través de RevertéManagement, el nuevo sello de Editorial Reverté. Con el nuevo acuerdo, la editorial española pretende dar a conocer a los lectores de lengua española unos libros que son líder en matería de negocios

Por Edvardo Zeind Palafox

Leí un artículo en “El País” de Vargas Llosa que habla sobre la “civilización del espectáculo”. El artículo, escrito en prosa llana, clara, esconde varios tesoros para los que saben leer al modo antiguo, penetrativo, mas no dice nada para los que sólo ponen la mira en los símbolos impresos.

Ni el pensador más disciplinado, avezado en científicos métodos y críticas teóricas, es capaz de soslayar las angustias metafísicas, nacidas de los saberes independientes de la experiencia, copiosos, pues se multiplican en las soledades, amigas inseparables de parias y aristotélicos. Soñar vestiglos es ameno, mas oneroso cuando bregamos contra sus imposibles ardides creyéndonos reales en fantásticas tierras.