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Clara Peñalver
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Clara Peñalver (Foto: Javier Oliaga)

Entrevista a Clara Peñalver, autora de “La fractura del reloj de arena”

“Me meto mucho en el campo emocional de los personajes”
jueves 21 de abril de 2016, 09:08h

Con el evocador título de “La fractura del reloj de arena”, la escritora sevillana, afincada en Granada, Clara Peñalver, publica la tercera novela de la investigadora privada Ada Levy. Esta es su cuarta novela y la ha publicado en la colección de inéditos de Debolsillo. “Penguin apuesta por escritores jóvenes que aún no tienen nombre en el formato de TRADE”, afirma la escritora. Pero se equivoca, ella tiene nombre, es conocida y además es buena escritora.

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Clara Peñalver (Foto: Javier Oliaga)

Penguin Random House está utilizando de manera eficiente este formato; del mismo han salido escritores como Antonio Mercero, Toni Hill y la propia Clara Peñalver. El siguiente paso deberá ser en uno de los sellos mayores de la editorial, debido a que el éxito la ha acompañado, además de la calidad. Tanto es así, que la escritora sevillana ha tenido uno niveles de venta más que interesantes para este periodo de crisis en el que llevamos instalados varios años.

Me encuentro con Clara Peñalver en la cafetería de un conocido hotel de la calle Goya, recién llegada de Granada, muy bien acompañada, por cierto. En esta ocasión han dejado las motos en casa y se han trasladado hasta Madrid en coche. Más descansado para las jornadas agotadoras de promoción que la espera. Su vida, como la de su investigadora, parece mucho más divertida que la de cualquier investigador privado español.

Lleva más de cinco años con el personaje de Ada Levy a sus espaldas. No es hora de jubilarla, es demasiado pronto, pero sí es hora de darle un buen descanso. Concretamente de un par de años. “Hemos crecido juntas, pero ahora necesito hacer otra cosa”, nos adelanta. Necesita otro tipo de protagonista para desintoxicarse de su personaje o quizá, sea tan arrolladora la influencia de Ada que necesite dos personajes, un hombre y una mujer, para sustituirla.

“Ada es muy fuerte, pero también muy desequilibrada, necesita apoyos y esos apoyos se los dan los lo que yo llamo protagonistas acompañantes: Enrico, Cristina, Flor, entre otros”, expone de forma pausada pero con pasión. Todas sus novelas están muy impregnadas de Ada. “Todas las novelas que he escrito hasta ahora, cuatro, lo he hecho en primera persona. Con sus virtudes y sus defectos. En primera persona se trabaja a nivel de personajes muy bien. A mí lo que más complicado me resulta al escribir es lo que está haciendo el asesino y llevar la trama sin que esté fundamentada”, explica, casi como si estuviese dando una clase de creación literaria. Algo por otra parte que hace muy bien en su curso “Habitación sellada” que utiliza el funcionamiento del cerebro para sacar el máximo del escritor, sabiendo cómo funciona su cabeza. El curso se merecería un artículo por sí mismo, algo que probablemente haremos en el futuro cuando publique el libro el curso.

Para su próxima novela le gustaría meterse en el narrador omnisciente para que no sea todo elucubrar. “La fractura del reloj de arena utiliza los sueños como una vía de escape en la narración. Son sueños que le resultan muy útiles a Ada. Le da información que ella no es capaz de discernir en su estado de vigilia”, apunta.

Cuando se le pregunta a la televisiva Clara Peñalver, -hay que recordar que es la presentadora de uno de los pocos programas que hay sobre arte en las televisiones de nuestro país, La mitad invisible-, sobre sus escritores favoritos no lo duda ni un instante y cita a Patricia Cornwell y a Patricia Highsmith. La primera por la facilidad con la que maneja la literatura a nivel intimista y la segunda por sus juegos psicológicos. Misterio y tensión psicológica se dan la mano en las obras de Clara Peñalver.

El nombre de la protagonista tiene evidentes ecos judíos pero no ha sido hasta esta tercera novela cuando los ha desvelado, porque en realidad todo fue una casualidad. “El apellido Levy lo tenía “superclaro” desde el tiempo que trabajaba de comercial para una industria farmacéutica. Ada surgió porque le daba mucha musicalidad al nombre” explica entre risas, ya acostumbrada a que todos los periodistas la pregunten lo mismo.

Para escribir “La fractura del reloj de arena” ha tardado algo más de año y medio, contando la planificación, la documentación y la escritura. Hay que tener en cuenta que la escritura la compatibiliza con los viajes de su programa de televisión de la “2”. “Tengo que reconocer que trabajo de forma enfermiza, hay días que puedo trabajar 14, 15 ó 16 horas”, nos informa. Es muy rigurosa en todo el proceso de creación. “A nivel procedimental puedo trabajar más de seis meses, eso sí, alternando con la escritura. Si llego a un punto en que no soy capaz de continuar, me detengo y estudio lo que haga falta para continuar con el libro”, aclara.

“Tengo que escribir sobre las cosas que nos tocan de cerca”
A Clara Peñalver le gusta conocer los lugares sobre los que escribe y, sobre todo, pasárselo bien escribiendo. “Me suelo meter mucho en el campo emocional de los personajes”, indica. En esta ocasión una de sus amigas sufre un cáncer y la ayuda en todo lo que puede. “Tengo una necesidad propia como autora de entrar en unas determinadas parcelas de la sociedad que me afectan, como la enfermedad del cáncer, la violencia de género”, concreta. “Tengo que escribir sobre las cosas que nos tocan de cerca”, señala. En la novela trata el tema de cómo se relaciona Ada con el sexo, “lo hace con una gran ansiedad y de una forma un tanto anómala. En la primera novela me costaba explicar bien esa pulsión sexual, ahora creo que ya lo he conseguido”, detalla con humildad.

Como hemos dicho, quiere que sus novelas sean muy realistas. Algunos personajes son sacados de la vida real. El gerente del tanatorio, le dejó utilizar su nombre de verdad. “Un homenaje a todo lo que me ayudó”. Y Enrico tiene mucho de un antiguo jefe suyo. Además, planifica muy bien los lugares donde se ubican las tramas de la novela y saca algunos aspectos de su propia vida como su afición a las motos. “Es lo que más le he aportado a Ada”, reconoce esta joven escritora con algún tatuaje en su piel. El más llamativo es el que tiene en el antebrazo de su mano derecha que dice: la pluma es más rápida que la mano.

Clara Peñalver es una escritora que trabaja muy bien tanto las tramas como el estilo. Lo hace con mapas mentales y se apoya en muchos esquemas. “Cada cosa tiene su lugar”, sostiene. Sus explicaciones son rigurosas y a la vez entretenidas, tal y como escribe en sus novelas. Hablar con ella transcurre con la misma fluidez con la que escribe. Parece que no pasa el tiempo. Se nota que ha acertado con su profesión. “Me apasiona lo que hago”, concluye en la despedida, acompañada de su marido Paco, con el que forma una pareja de moteros sobradamente preparados. Cuando bajo las escaleras de la cafetería voy pensando que Clara Peñalver va a ser una de las grandes escritoras de nuestro país dentro de muy poco tiempo y que ha sido premonitorio para ella nacer un 23 de abril. Felicidades por su libro y por su cumpleaños.

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