Gonzalo Montes Amayo irrumpe en el panorama literario con El despertar de los infelices, una novela que resulta tan necesaria como perturbadora. En un contexto donde gobiernos y algoritmos parecen obsesionados con asegurar nuestra «felicidad» a cualquier costo, su representación de una sociedad anestesiada evoca los debates contemporáneos sobre el control emocional, la salud mental transformada en industria y la inquietante tentación de erradicar cualquier tipo de incomodidad… incluso si eso implica eliminar lo que nos define como seres humanos.
Montes Amayo nos sumerge en un relato que, con una prosa que fusiona lirismo y agudeza, establece un diálogo con la realidad contemporánea: la obsesión por el rendimiento emocional, el crecimiento de la psicofarmacología y cómo las redes sociales influyen en nuestra manera de sentir.
La obra El despertar de los infelices refleja nuestros temores actuales, ya que la pérdida de la inocencia y la memoria personal trascienden el ámbito literario. Se plantea si la búsqueda incesante del bienestar se ha transformado, de manera paradójica, en una forma sutil de opresión.
La novela, en lugar de aceptar la distopía convencional, propone un recorrido personal que navega entre el sufrimiento y la esperanza. De este modo, invita al lector a reflexionar sobre si ya estamos inmersos en una «utopía artificial» donde las emociones auténticas están en riesgo de desaparecer.
En un futuro donde la felicidad se ha impuesto por ley y el sufrimiento ha sido erradicado gracias a una sustancia estatal conocida como mandanga, la humanidad se encuentra atrapada en una utopía artificial que comienza a desmoronarse. La apatía obligatoria ha adormecido a la sociedad, que ha olvidado lo que es experimentar el dolor y sentir de manera genuina. Sin embargo, con el regreso del caos y la escasez, emergen las fuerzas de la violencia, trayendo consigo todo aquello que había sido negado y reprimido. En medio de este colapso, surgen los infelices. En lugar de aceptar la comodidad del placer fabricado, optan por confrontar la tristeza como un acto de resistencia, y encuentran en el amor su último refugio ante un mundo que no solo prohíbe el dolor, sino también la verdad. Gonzalo Montes, con una prosa lírica y feroz, da vida a una distopía poética, filosófica y brutalmente contemporánea. "El despertar de los infelices" es una novela que indaga en los límites de la libertad emocional, la tiranía del bienestar y la posibilidad de hallar virtud en una época diseñada para evitarla.
Gonzalo Montes Amayo nació en 1973, año de la primera crisis del petróleo, presagio de su futura profesión como asesor de compañías con problemas financieros. Compagina esta actividad con la docencia; es profesor de universidad, y la literatura, que cayó en su poza a los once años con su primer premio literario por el relato «Las cosas se revolucionan», pasión de la que todavía continúa tragando su agua. Además de novelista, es colaborador habitual en diversas revistas de literatura y escribe relatos y artículos en su blog literario.
Es miembro honorífico de la generación X, club que se distingue por la indudable capacidad que tienen sus miembros para adaptarse a los nuevos retos de la sociedad, pero también por la ausencia de un sueño colectivo que les permita avanzar en una misma quimérica dirección.
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