Hay que darle un revolcón a la Concejalía de festejos del Consistorio. Y más te digo. La distribución de roles de esta performance, es una falacia. No es por meter el dedo en el ojo a nadie, pero tal y como están educados los niños, son ellos los que van sacudiendo estopa a quien se les ponga por delante. Y aquí dejo el tema, que los padres son muy suyos. No insinúes que sus inocentes retoños son unos salvajes despiadados.
Tampoco quiero abrir un melón de más calado. Aunque no entiendo que los enanos, o individuos afectados de enanismo, llámalo como quieras, no puedan participar en eventos festivos. Pero los gigantes y cabezones, sí pueden. Es una sociedad absurda y deprimente. Menos mal que soy una persona positiva y activa. Ojo, activa es un término equívoco que se presta a errores de percepción. No me refiero a sexualmente activa o pasiva, sino a resolutiva y dinámica. Sabes que también me considero muy naif. Fíjate si seré naif, que este verano en el pueblo, he descubierto la gozada de hacerme las palomitas de maíz en casa. Y esto es un no parar de palomitas a cascoporro. Además de naif, adicta ¡Uf! Cabalgando contradicciones, diría Pablo Iglesias. Por cierto “vuELve el hombre”.
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