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NO DORMIREMOS: final de la magnífica serie de Anne Perry de la Primera Guerra Mundial

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h


Por Felipe Velasco

“Si faltas a la palabra que nos diste a los muertos, no dormiremos, aunque crezcan las amapolas en los campos de Flandes.” Con este breve verso comienza la novela No dormiremos, que nos traslada a octubre de 1918, cuando parece que se vislumbra el final de la guerra. Los hermanos Reavley —Matthew, agente de los servicios de inteligencia británicos, Joseph, capellán en el saliente de Ypres y Judith, conductora voluntaria de ambulancias— se encuentran en las terribles trincheras de Flandes.


A lo largo de la serie, no han cejado en su afán de dar con quien mató a sus padres: el Pacificador, un ser empeñado en evitar la victoria británica mediante un pacto que unirá a ingleses y alemanes en un poderosísimo Imperio anglo-alemán, que supondría el fin de las libertades y del mundo tal como se conocía. Cuando están a punto de localizarlo, Matthew es acusado de un asesinato cometido en el frente, en el que una enfermera inglesa es vilmente asesinada, por lo que sus hermanos harán todo lo posible por encontrar al verdadero asesino…

En No dormiremos, Anne Perry nos vuelve a trasladar a la Europa de la Primera Guerra Mundial, donde cada día hay numerosísimas pérdidas pese a que en los últimos meses de 1918 los alemanes se retiran o se rinden y entregan como prisioneros a los aliados. La tierra está devastada por las bombas y sembrada de los cadáveres que la guerra va dejando a su paso en su avance hacia la frontera alemana.

Hombres muertos por alzar la cabeza de la trinchera un poco más de lo recomendable, ahogados en el barro o reducidos a vulgares pedazos de carne; niños mandados al frente que salen corriendo al ver caer despedazados a sus amigos de la infancia y a los que tienen que infringir heridas sus propios compañeros para sacarlos de allí sin que los fusilen por cobardes pese a que sólo tienen catorce años.

En combinación con este desolador panorama, nos encontramos con dos investigaciones paralelas: la primera de ellas es el hilo argumental básico del resto de la serie: descubrir al misterioso Pacificador, asesino de los padres de los Reavley. La segunda es la investigación de un asesinato de una enfermera en pleno frente, que frenará y retrasará la anterior al ser acusado el prisionero alemán que iba a delatar al Pacificador al rey Jorge V.

A su vez, junto al argumento se encuentran numerosas reflexiones morales entre las que se mueven los soldados, ya que tienen que ser leales a sí mismos, a sus compañeros de trinchera, a su país y a un supuesto orden moral universal. La autora lleva a continuas reflexiones de tipo moral que hacen el libro más interesante: “¿Qué piensas enseñar a tus hijos? ¿Vas a enseñarles el significado del honor y de la castidad, y a cuidar de los demás y a ser leales, pacientes y honrados? ¿O les enseñarás a apropiarse de todo lo que puedan, asegurándote de que conozcan todos sus derechos y ninguna de sus obligaciones?”

También hay una brillante meditación que define la guerra en su totalidad que personalmente me impactó: “Les hemos estado diciendo que salieran a matar alemanes durante los últimos cuatro años. Algunos detestaban tanto hacerlo que casi los paralizaba la idea de hacer pedazos el cuerpo de otro hombre aunque fuese alemán. Son iguales a nosotros, tiene hogares, padres, mascotas. He tenido que castigar a hombres que no podían apretar el gatillo y me odié por hacerlo. He visto a cientos de hombres disparar hacia arriba a propósito. Y también he visto a los que no lo hacían y las pesadillas que tuvieron después. Damos medallas a los que pueden hacerlo sin pestañear. Eran hombres corrientes cuando vinieron aquí, muchos de ellos han perdido hermanos, amigos, incluso padres en casa por los bombardeos. Las esposas han sido infieles después de pasar solas cuatro años, las enamoradas encontraron a otros. Eso duele. No me parece justo castigarlos por ser aquello en los que los hemos convertido.”

En definitiva, una gran novela como culminación de una brillante saga de intriga y crimen durante la Gran Guerra.

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