Alberto ¿Qué nos vamos a encontrar en este libro?
En “Cocina de resistencia”, la idea es sacar todo el partido a los ingredientes que tenemos en la nevera y aprovecharlos para preparar unos platos sin desperdiciar nada.
¿Cómo nace la idea de escribir este libro?
Al principio, no tenía idea de escribir un libro, pero que durante el confinamiento me planteé la posibilidad de publicar las recetas que comíamos mí mujer y yo en casa.
¿En el libro ofrece sugerentes ideas para aprovechar todos ingredientes de la despensa?
Ofrezco trucos, ideas y pasos para conseguir recetas deliciosas todo lo que tenemos en nuestra despensa, haciendo platos que se pueden almacenar para toda la semana y que son sanos.
¿Es un libro mitad recetario y mitad reflexiones?
En el proceso de escribir el libro me dí cuenta de que cada receta me despertaba recuerdos de momentos en la cocina y de personas que ya no están. Por ello, empecé a escribir sobre a qué me recordaban las croquetas, dónde había aprendido una cierta técnica o quién me había enseñado una receta. Al final, el libro es mitad recetario y mitad historias, reflexiones, momentos y personas.
¿Qué supuso el confinamiento para usted?
El confinamiento domiciliario me hizo regresar a la cocina de nuevo y elaborar los menús con lo que tenía en ese momento.
¿Qué tipo de receta elaboraba?
Hacía recetas sencillas, sanas y ricas que luego las colgaba en Instagram. Más o menos puse unas 150. Cuando los que visitaban mi cuenta empezaron a preguntarme por como se hacían las recetas decidí poner orden y convertir todo aquel material en un libro.
Además de ayudar a la gente a hacer recetas normales, usted ha cedido los benéficios.
Fui consciente de que actualmente, debido a la situación económica, hay mucha gente que no tiene para comer y he cedido todos los beneficios de autor a la ONG de José Andrés, World Central Kitchen (WCK).
Le hemos visto trabajar como cocinero, presentador y empresario ¿en que orden ponemos los diferentes trabajos?
Yo soy cocinero al cien por cien y lo demás es colateral. Con 17 años empecé a cocinar y tengo 51. Añade que además soy presentador, que es lo queme lleva más tiempo y dedico más horas.
En el libro da libertad a los lectores para que potencien su creatividad a la hora de realizar las recetas.
Es otro de los interesantes detalles de “Cocina de resistencia”.
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