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Luis Prados de la Escosura
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Luis Prados de la Escosura (Foto: cortesía de la editorial)

Entrevista a Luis Prados de la Escosura: “Eso de las dos España es una construcción artificial e interesada de los mediocres políticos que tenemos”

Autor de “El muro de Madrid”
Por Javier Velasco Oliaga
lunes 10 de mayo de 2021, 18:00h

Luis Prados de la Escosura ha trabajado como periodista gran parte de su carrera profesional, en el ámbito Internacional. Recientemente ha publicado la novela “El muro de Madrid”, una intrigante distopía sobre un posible final negociado de la Guerra Civil Española que acarrearía dividir en dos España, por un lado habría una monarquía y por el otro una república democrática, al estilo alemán.

Luis Prados de la Escosura
Luis Prados de la Escosura (Foto: cortesía de la editorial)

La novela refleja esa España dividida en dos a comienzos de los años cincuenta. Aunque refleja un lectura del presente y su discordia política continua, advirtiéndonos del riesgo de recrear los enfrentamientos del pasado. Además, hay una intriga de espionaje y una romántica historia de amor de dos jóvenes que viven cada uno a un lado de ese muro que divide a Madrid por la mitad. En la entrevista, Luis Prados de la Escosura nos da varias pistas para disfrutar de la lectura de esta singular historia que pudo haber sido y no fue.

El muro de Madrid” es su primera novela publicada en TURNER ¿Cómo y cuando decidió dar el paso a la ficción?

Fue algo espontáneo. Se me ocurrió la idea, un día me puse a escribirla y muy pronto la historia empezó a cobrar vida propia.

¿Cómo surgió la idea del libro?

Probablemente influido por el cúmulo de distopías que ofrecen las series de televisión y sobre todo asqueado de la extrema polarización política que sufrimos desde hace un tiempo.

¿Distopía o política-ficción?

Más bien ucronía, una especie de distopía regresiva. Un contrafactual, el qué hubiera pasado si… que permite al lector, a sabiendas de que los hechos nunca ocurrieron así, acercarse a nuestra historia desde otro ángulo, reflexionar sobre un pasado que pudo ser pero no fue para explicarnos mejor el presente.

Anteriormente, escritores como Jesús Torbado y Fernando Díaz-Plaja escribieron novelas donde abordaban un posible triunfo republicano en la Guerra Civil española. ¿Conoce estas obras? ¿Le han influido en su novela?

No las conozco y por tanto no me influyeron. La novedad de mi novela es que ningún bando gana la guerra civil y el conflicto termina con una España dividida.

Ellos trataron estrictamente el periodo de la guerra, usted se ha ido hasta los comienzos del los años 50. ¿Por qué escogió ese espacio de tiempo?

Porque dado que en mi novela la guerra civil se extiende hasta el final de la II Guerra Mundial y las potencias vencedoras –Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética- resuelven la partición de España, me pareció más interesante situar la acción en 1950-1952 una vez que los regímenes de las dos zonas estuviesen ya consolidados.

Me imagino que tuvo que tomar muchas decisiones para escoger los protagonistas de su novela. Por ejemplo, ¿por qué escogió a José María Gil Robles como presidente de la monarquía española de Juan III?

Elegí a Gil Robles porque por su biografía política, como unificador de las derechas españolas primero y crítico con el franquismo después, me resultaba una figura creíble y aceptable para los aliados como jefe del Gobierno de esa mitad monárquica de España.

Por el lado republicano, escogió a Enrique Líster como presidente de la República Democrática Española. ¿Cuál fue el motivo de su elección?

La elección se explica porque considero que el Partido Comunista es la fuerza política que sale claramente vencedora de la guerra civil en el bando republicano y los méritos militares y su lealtad a la Unión Soviética hacían de Líster un magnífico candidato para la historia que quería contar.

Dividir España por la mitad le debió ser más fácil que hacerlo con Madrid. ¿Qué motivos le impulsaron a esa división?

Tanto la división de España como la de Madrid responde, con alguna variaciones, a cómo estaba la situación hacia el final de la guerra civil.

"El muro es una metáfora de esa España supuestamente irreconciliable, una ominosa frontera mental"

El muro de Madrid tiene muchas reminiscencias al que posteriormente se construiría en Berlín y las dos Alemanias se parecen a esas dos Españas que ha imaginado. ¿Se ha basado en la división alemana para trasladarla a España?

Si, pero hay dos grandes diferencias. La división de España en dos no está motivada por ninguna ocupación de fuerzas militares extranjeras ni se da la huida constante de gente de una zona a otra como ocurría en Berlín hasta la construcción del muro. En mi novela el muro no está aún construido, los dos bandos hablan de levantarlo como solución extrema, sino que es más bien una metáfora de esa España supuestamente irreconciliable, una ominosa frontera mental.

La España monárquica que describe tenía ciertas reminiscencias a la dictadura franquista, ¿siguen siendo tan ultramontanos los sectores más tradicionalistas de la Iglesia Católica?

No lo sé. Pero creo que en general la Iglesia católica española tiene muy poco que ver con esa fuerza intolerante e inquisidora que fue en la guerra y la posguerra. Ha perdido poder y ha evolucionado mucho, como la sociedad española en general.

En el enfrentamiento entre esas dos Españas salió perdiendo la que se ha llamado la tercera España, que a la que pertenecen los dos protagonistas de la novela

En el bando republicano ocurre algo parecido, se hicieron con el poder los sectores más pro-soviéticos de la república. ¿Imaginaba que en ambos bandos los demócratas serían arrinconados?

Me temo que sí, en el enfrentamiento entre esas dos Españas salió perdiendo la que se ha llamado la tercera España, que es a la que pertenecen los protagonistas de la novela.

Muchos de los males de la guerra parecen pervivir en esas dos España enfrentadas. Su novela no es muy optimista. ¿Siguen viviendo en la actualidad esas dos Españas?

Creo que en 2021 eso de las dos España es una construcción artificial e interesada de los mediocres políticos que tenemos. La democracia, desde 1978, culminó un proceso de reconciliación nacional con bastante éxito que ahora algunos tratan de socavar. Una cosa es que una tradición liberal y progresista y otra reaccionaria recorran la historia de España y otra muy distinta fijar un esquema inamovible de dos España irreconciliables, lo que además de ser falso y peligroso solo revela la pereza mental de sus voceadores.

En la novela destaca los defectos de ambas Españas. ¿Su novela es una crítica al dogmatismo de las ideologías?

Es una crítica al dogmatismo, a la intolerancia y a las políticas que se basan en mentiras y por tanto en el odio.

¿Es España, en su opinión, una anomalía histórica? Como se dice en la novela.

No digo que España sea una anomalía histórica. Tenemos una historia ciertamente complicada, excepcional en algunos momentos, pero todos los países tienen historias interesantes y mucho más desgraciadas que la de los españoles.

También hay en la novela una bonita historia de amor, con espías a su alrededor. Los protagonistas, Fermín y Elena, ¿son unos Romeo y Julieta que luchan contra la intransigencia?

Son dos jóvenes que quieren libertad, que hartos de ser embaucados por la Historia, con mayúsculas, no están dispuestos a ser inmolados en la pira de la política o de las ideologías.

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