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Las 3 cartas que acabaron haciendo historia en la literatura
Las 3 cartas que acabaron haciendo historia en la literatura

Las 3 cartas que acabaron haciendo historia en la literatura

Por Briseida Zenobia
jueves 02 de junio de 2022, 11:44h

Muchos acontecimientos significativos de la historia de la humanidad se han desvelado gracias a la correspondencia mantenida entre los actores clave de la evolución de los hechos. El modo en que determinadas personas utilizaron este género para comunicarse con algunos de sus contemporáneos nos ha ayudado a conocer mejor su época.

Las cartas son un componente ineludible de la creación de la memoria histórica por eso existe ModelosCarta.com para brindar todo lo que se necesita en este sentido.

La dificultad estriba en cómo discernir el verdadero valor de una misiva, cómo saber si se está ante un relato fáctico de lo sucedido o ante una interpretación cruel y subjetiva de los hechos.

En realidad no se puede saber y una de los mayores encantos de la vida es que las probabilidades sólo están limitadas por la capacidad de las personas para vivir y especular sobre estas realidades.

Las cartas pueden permitir acercar las experiencias emocionales de la persona que las escribió, empatizar con ella, vislumbrar la vida que tuvo. Pero no de forma objetiva, sino se tratara de una vida irreal de un personaje de un libro y se quisiera desarrollar un vínculo cercano con él.

En cuanto a los hechos históricos que rodean a los personajes y el papel que juegan las cartas en este estudio, se puede decir que lo que las hace valiosas es que proporcionan una perspectiva fresca, permiten abrir los ojos y la mente para examinar las cosas más de cerca, dejando atrás el discurso homogeneizado de los libros.

Las 3 cartas que acabaron haciendo historia en la literatura

1.- De Gustave Flaubert para Louise Colet o la dama que le inspiró a escribir la novela Madame Bovary

No se trata de una sola carta. Gustave Flaubert y Louise Colet mantuvieron correspondencia por más de nueve años y se les considera de las misivas más apasionadas en el mundo y la historia de la literatura.

En muchas de estas cartas se mostraban o se rememoran vivencias juntos y no pocos deseos carnales de uno hacia el otro, y viceversa. Se guardan como piezas de la historia por su valor estético y por lo que significan para el escritor y su obra.

Gustave Flaubert escribió su primera carta de amor a Louise Colet el 4 de agosto de 1846. La besa repetidamente "en esa región que adoro en tu piel, tan suave, en tu pecho, donde descanso mi corazón", al despedirse de ella.

Fue la primera carta que se escribieron tras su primer beso. La correspondencia duró más de nueve años y abarcó todos los aspectos del amor y el desamor, la pasión, el egoísmo y la curiosidad. La última carta conocida es del 6 de marzo de 1855.

2.- De Mary Wollstonecraft hacia William Godwin. Los padres de la escritora de Frankenstein, Mary Shelley

Esta pareja hizo historia en la literatura y también en otros ámbitos, pues ella es una de las primeras luchadoras de los derechos de la mujer, lo cual siempre fue apoyado por su esposo. Ambos mantuvieron activos los correos cada vez que se separaban. Muchas de sus cartas son domésticas, pero en la gran mayoría se expresan mutuamente su amor con textos de gran valor poético.

Mary Wollstonecraft escribió Vindicación de los derechos del hombre que la convirtió en la mujer más famosa de Europa en aquella época y, en 1792, publicó Vindicación de los derechos de la mujer, que se convirtió en el libro fundamental del feminismo.

3.- De Jean Paul Sartre para su siempre amada Simone de Beauvoir, considerada una icónica pareja de las artes

Esta es otra de las parejas más importantes de las artes en el mundo. Ambos, se rebelaron, a su modo, a la sociedad que consideraban falsa e hipócrita. Puede que ahora no se considere una rebeldía el no casarse, no tener hijos y manifestar públicamente un amor libre, ellos rompieron los paradigmas de la época.

Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre se vieron por primera vez en París en 1929. Ella tenía 21 años y él 24. Simone de Beauvoir siempre sintió que tenía un cerebro de hombre en un cuerpo de mujer.

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