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Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra (Foto: Archivo)

170 nuevas perlas documentales inéditas sobre el párroco de Esquivias, Juan de Palacios (1545-1595), tío materno de Catalina de Salazar y Palacios, esposa de Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
lunes 18 de diciembre de 2023, 17:16h
El magnífico historiador don Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantes de Esquivias, ex alcalde de Esquivias, y autor de excelentes libros y artículos, inter alia, Genealogía de Fray Francisco Ximénez de Santa Catalina, fraile de la Santísima Trinidad de Calzados, natural del Lugar de Esquivias, que fundó un hospital en Túnez (2014), Cervantes y Esquivias, lo que todos debemos saber (2018), y Catalina. Fuente de inspiración de Cervantes. Análisis biográfico sobre Catalina de Salazar y Palacios (2015), descubrió 170 nuevas joyas documentales sobre Juan de Palacios, cura de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, de Esquivias.

Aún destaco que el meritorio investigador don Sabino de Diego Romero halló la documentación sobre los 11 personajes auténticos del Quijote, a saber, Quijano o Quijada y Quesada, a veces llamado Alonso Quijano, protagonista de la novela impar; Teresa Panza, esposa de Sancho Panza, a quien Cervantes llama Juana Gutiérrez, Mari Gutiérrez o Teresa Cascajo; Sancho Panza; el Vizcaíno, escudero; Pedro Alonso, también llamado Pedro Alonso de Salazar; Aldonza Lorenzo, Ricote, el Morisco; Pedro Martínez, Tenorio Hernández, y Juan Palomeque, nombrados en los capítulos XVII y XVIII de la I parte del Quijote.

En relación con eso, hace 25 años «algunos cervantistas de excelencia»,- incluso hoy en día «algunos eruditos cervantinos»,-propagaron falsamente que «ya no hay más documentos cervantinos, se acabó la investigación sobre Miguel de Cervantes y el Quijote, nunca se encontrará a un personaje real del Quijote, sobre Cervantes y el Quijote ya se ha dicho todo, y aquí no hay nada que investigar», y muchos otras ideas descabelladas. En este aspecto, traigo a la memoria a todos la famosa frase de mi querido amigo Arsenio Lope Huerta, difunto, ex alcalde de Alcalá de Henares, quien acentuó que «Cervantes es permanente actualidad» (A. Lope Huerta. Los Cervantes…, 35).

Resulta que algunos cervantistas se equivocaron por completo porque los ilustres documentalistas del siglo XXI, enumerados en orden alfabético, Mercedes Agulló y Cobo, José Fernando Alcaide Aguilar, Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, Juan Carlos Álvarez Millán, José Barros Campos, Carlos Belloso Martín, Antonio Bonilla, Fernando Bouza Álvarez, José Cabello Núñez, Margarita Cabrera Sánchez, José María Carmona Domínguez, Pelayo Castillo Palacios, Alfonso Dávila Oliveda, Sabino de Diego Romero, Miguel Ángel Domínguez Rubio, Francisco Javier Escudero Buendía, Miguel Ángel Galdón Sánchez, Ramón González Navarro, Pedro Manuel Guibovich Pérez, Jorge Alberto Jordán Fernández, Ignacio Latorre Zacarés, Francisco Ledesma Gámez, Emilio Maganto Pavón, Francisco José Marín Perellón, Marina Martín Ojeda, Julio Mayo Rodríguez, Manuel Mora Ruiz, Antonio Moreno Hurtado, Rafael Muñoz García, Ana Naseiro Ramudo, Luis Fernando Palma Robles, Pedro Javier Rivas, Eduardo Peñalver Gómez, Antonio Sánchez del Barrio, Juan Luis Sánchez Martín, Jaime Sánchez Romeralo, Krzysztof Sliwa, Jesús Antonio de la Torre Briceño, María del Carmen Vaquero y Serrano, y Jesús Villalmanzo, localizaron más de 2000 nuevos datos cervantinos.

En orden alfabético, José Barros Campos, Carlos Belloso Martín, José Cabello Núñez, Margarita Cabrera Sánchez, Alfonso Dávila Oliveda, Sabino de Diego Romero, Emilio Maganto Pavón, Marina Martín Ojeda, Antonio Moreno Hurtado, Luis Fernando Palma Robles, Krzysztof Sliwa, y Jesús Villalmanzo son los documentalistas, quienes mayores contribuciones documentales realizaron a la vida de Miguel y de sus familiares. Es obvio que hay que seguir investigando porque hay muchísima documentación cervantina no detectada e inexplorada y sólo queda por decir, nunca digas nunca jamás.

Por consiguiente, a todos los documentalistas cervantinos les agradezco su ejemplar e incansable labor investigativa, les felicito por sus contribuciones de gran magnitud, y pido que sigan descubriendo nuevos testimonios sobre Cervantes y la Historia de nuestra dulce y querida España.

En cuanto a los «académicos de excelencia», quienes relatan incorrectamente al público que ya se ha dicho todo sobre Cervantes y el Quijote,- empero no se logran la confiabilidad, la transparencia, y la validez en la investigación cualitativa,- les recuerdo que los Archivos Estatales de España albergan 273,5 km de documentos convencionales, a los que han de añadirse fondos documentales no convencionales como unos 300.000 pergaminos medievales; 91.518 documentos cartográficos; 1,7 millones de fotografías; 42,9 millones de imágenes digitalizadas, etc., y todas las bibliotecas públicas españolas reúnen una colección de 87.941.186 documentos.

Así que hay que poner manos a la obra, puesto que aún falta mucho camino por recorrer y muchas cosas por resolver hasta aprovechar al máximo la riqueza histórica documental extraordinaria de los archivos y de las bibliotecas de España, Europa, y América Latina, entre muchas cosas, a fin de conocer la verdad sobre Cervantes,-quien escribió cerca de 1.500.000 palabras según el escritor Mariano Serrano Pintado, Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (M. Serrano Pintado. Cervantes en cifras, 28-6-2016), y quien aparece entre los más de 33 millones de resultados obtenidos en la Red conforme al historiador Juan Diego Mata Marchena, Director de la Biblioteca Municipal de Morón (J. D. Mata Marchena. «Cervantes…», x.),- y otros genios de la literatura española, entre muchos otros.

Añádase a esto, una honesta y sencilla observación a todos-, y a los que propalan erróneamente que sobre el Quijote se ha dicho y escrito absolutamente todo-, no existe, por ejemplo, una interpretación,- española o extranjera en el siglo XXI,- del Quijote,­ digna de su nombre, a pesar de ser traducido 1.140 veces a unas 190 lenguas y dialectos, y a pesar de miles de las aportaciones académicas.

No disponemos de una «Historia de las interpretaciones del Quijote», honesta, rígida, rigurosa, seria y alejada del esoterismo. ¿Por qué? Tampoco existe una interpretación de sus obras maestras, sirva de ejemplo: La Galatea, Las Novelas ejemplares, y Los trabajos de Persiles y Sigismunda. ¿Por qué?

A mi modo de ver lo que tenemos es muy poco por no decir nada, pero lo que sobra y se continúa difundiendo son unos trabajos indignos sobre la persona y el personaje del «Rey de la Literatura española»-, incluso sobre los genios de la mejor literatura en el mundo, que es la literatura española-, ejemplar, majestuosa y superior a todas, en esencial, la del Siglo de Oro-, induciendo a error al lector sobre el carácter del ejemplar escritor, del brillante soldado, y del diligente comisario de «Friedensfürst» (1527-1598), sin exponer un documento digno de crédito. ¿Por qué?

Al llegar aquí tengo que dejar sentado que se nota con certeza que muy pocos «académicos de excelencia» consultan los fondos documentales para presentar el conocimiento de las distintas vertientes de la personalidad del glorioso Manco, de sus obras, y de sus reflexiones-, pero casi todos afirman conocer la verdad sobre el pensamiento bélico, económico, filosófico, jurídico, literario, moral, y político del héroe de Argel-, lo que comprueban sus productos de investigación. ¿Por qué?

Ahora bien, concerniente al cura Juan de Palacios (1545-1595), tío de la esposa de Cervantes, nuestro admirable don Sabino de Diego Romero aporta 170 nuevos documentos sobre Juan, de quien se desconoce su niñez, juventud, educación y prendas físicas. Sin embargo, se sabe al dedillo que fue Juan, quien se hizo cargo de la formación de la hidalga esquiviana Catalina.

Gracias a la nueva documentación de De Diego de Romero se documenta, a título de ejemplo, que Juan y su hermana María cultivaron una gran amistad con la familia Ugena, lo que respalda la prueba documental del 27 de octubre de 1584 que trata del bautismo de Catalina, hija de Juan y de Ana, cuyos compadres fueron Juan de Palacios y María, y actuaron como testigos el licenciado Juan de Guevara y Francisco Marcos.

El 4 de septiembre de 1578, María de Salazar, hermana de Catalina de Palacios, y viuda de Juan de Salazar, madre de María de Salazar y Quiteria de Palacios, adjudicó poder a sus hermanos el clérigo Juan de Palacios y Fernando de Salazar Vozmediano, para que cobrasen bienes, joyas de oro y de plata, y otras cosas que se le debían.

El 30 de agosto de 1579, murió María de Salazar, a los 63 años, esposa de Francisco de Palacios, abuelos maternos de Catalina, esposa de Cervantes, cuyos albaceas fueron su hijo Juan de Palacios, Juan de Enzinas, y un fraile Alonso Heras.

El 26 de marzo de 1582, fue bautizado Bartolomé, hijo de Alonso de Ujena y de Inés de la Plaza, cuyos padrinos fueron Juan de Palacios y María de Salazar. Este niño era hermano de Sabina de Ujena, casada con Pedro Alonso, mencionado en el capítulo V de la primera parte de El Quijote.

El 16 de febrero de 1586, Francisco de Miño y Guzmán se desposó con Fabiana de Palacios, hija de Luisa de Palacios, prima de Catalina, cuyo testigo fue Juan de Palacios.

El 10 de septiembre de 1590, falleció Catalina Alonso, esposa de Francisco Madrigal, vecinos de Illescas, quien testó ante el escribano Álvaro de Castro, nombró por sus albaceas a Juan de Palacios y Juan de Aranda.

El 24 de enero de 1593, expiró Gaspar de Ujena, esposo de Lucía Romana, prima de Juana Gaitán, y designó por sus albaceas a Juan de Palacios y a Gabriel Martín, a cuyo sepelio asistió Catalina, esposa de Cervantes.

Antes de terminar, hago especial hincapié en que nuestro infatigable documentalista don Sabino de Diego Romero descubrió más de 1350 nuevos documentos cervantinos, que forman parte del nuevo libro: Documentos de Catalina de Salazar y Palacios, que ahora comprende más de 1700 testimonios legítimos, en que estamos trabajando desde 2021.

En resumen, le felicito al benemérito historiador don Sabino de Diego Romero por el extraordinario descubrimiento de los nuevos diamantes documentales de vital importancia para la biografía de Catalina, la Historia de Esquivas, la Historia de Toledo, y la Historia de España, -sin la menor sombra de duda dichos testimonios deberían quedar fijados en los papeles para rectificar así los grandes desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza, y revistas electrónicas,- y le agradezco a mi querido amigo don Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantina de Esquivias, su ejemplar y excelente colaboración. ¡Enhorabuena!

«Laus in Excelsis Deo»,

Krzysztof Sliwa

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