Doblegarse y humillarse.
A fin de cuentas, qué espera el poderoso, sino que se pierda la calidad humana, se reconozca su poder supremo y se le invoque que tenga compasión
no quiero compasión
quiero castigo
para el dictador que oprime a su pueblo
pido castigo
para el alto funcionario que renegando de sus orígenes castiga con despiadado látigo a su gente
pido castigo
para el que arranca de los brazos de su madre al niño
pido castigo
para el que aterroriza a un niño con la negra noche de la soledad
pido castigo
para el que encuentra placer en el miedo de otros
pido castigo
para el que implora compasión en lugar de exigir derechos
pido castigo
para el poeta que canta a los pétalos de la rosa ocultando sus espinas
pido castigo
lo sé, Neruda lo cantó,
pero hoy
cuando en los Estados Unidos
5.620.000 niños
870.000 de ellos entre 15 y 17 años
790.000 entre 6 y 14 años
1.960,000 entre 0 y 5 años
el 60% de entre ellos ciudadano*
5.620.000 sumergidos en el temor al vivir con alguien indocumentado y por lo tanto en riesgo de expulsión,
me sumo a Neruda
¡pido castigo!
* Fuente: Brookings y Center for Migration Studies
Gustavo Gac-Artigas. Poeta, novelista, dramaturgo y hombre de teatro chileno. Miembro del PEN Chile, PEN América y correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).