Gracias al magnífico historiador argentino Gervasio di Cesare disponemos de once nuevas perlas documentales sobre nuestro querido Miguel, mejor novelista del mundo, que corresponden al período del Manco de Lepanto como comisario real de abastos para la Armada Invencible.
Entre las joyas documentales, localizadas por nuestro meritorio documentalista Gervasio, se enumera el documento del 20 de febrero de 1590, en Carmona, donde el escribano Alonso de la Cruz, a petición de Pedro de Lugo certifica de cómo Cervantes, en virtud de la comisión de Francisco Benito de Mena, había tomado 50 arrobas de aceite de Pedro de Lugo. Su testigo es Pedro Gómez de la Hermosa, comisario, nombrado por Cervantes.
El 20 de abril de 1590, en Carmona, Pedro de Lugo da un poder a Andrés Tello, vecino de Carmona, a fin de cobrar de Francisco Benito de Mena, 50 arrobas de trigo, que le fueron quitados por el comisario Cervantes.
El 19 de septiembre de 1590, en Carmona, Cervantes certifica haber tomado 50 arrobas de aceite de Pedro de Lugo, vecino de Carmona, en virtud de la comisión de Francisco Benito de Mena.
El 8 de noviembre de 1591, en el Puerto de Santa María, el proveedor de Pedro de Isunza informa al rey Felipe II (1527-1598) sobre la situación de los comisarios Diego de Ruy Sáenz y Miguel de Cervantes, así como sobre la situación de Guadix y Jaén.
El 26 de febrero de 1592, se registra el pago del proveedor Pedro de Isunza de 20 fanegas de garbanzos que Cervantes había recibido en Martos de Andrés Tirado.
El 3 de abril de 1592, Pedro de Isunza se queja al rey «Friedensfürst» del corregidor, quien había sacado 300 fanegas de trigo que Diego de Ruy Sáenz y Cervantes tenían en Santaella. Dicho dato legaliza por primera vez la estancia de Cervantes en Santaella.
El 6 de junio de 1592, se pone de manifiesto diferentes pagos, ejecutados por Martín de Arriaga, pagador general de la Grande y Felicísima Armada, de las comisiones del proveedor de Pedro de Isunza. El testimonio jurídico documenta por primera vez la presencia de Miguel de Cervantes Saavedra en Baena, por el pago realizado, el 15 de mayo de 1592, a cinco vecinos de Baena, de 484 reales por el valor de 26 fanegas de trigo.
El 6 de octubre de 1592, en Puerto de Santa María, se menciona al comisario Miguel de Cervantes en su actuación en Teba, y a la saca de cebada y trigo, que realizó Nicolás Benito, su ayudante. Dicho nuevo testimonio comprueba una información exhibida en su defensa por Pedro de Isunza ante Alonso Cornejo Enríquez, corregidor del Puerto de Santa María, el 21 de julio de 1592 y se mencionan al ayudante de Cervantes, Francisco Benito de Mena y al comisario Sancho Bazán de Larralde, proveedor de Pedro de Isunza en la ciudad de Málaga.
El 7 de octubre de 1592, en Puerto de Santa María, se revela otra saca del trigo en Teba, ejecutada entre los días 2 y 5 de octubre del mismo año, y llevada a cabo por Cervantes, Francisco Benito y su ayudante, así como la actuación de Pedro de Isunza.
En octubre de 1592, en Écija, sin especificar la fecha exacta, Cervantes se encuentra en Écija y el documento trata de la sentencia dictada por el corregidor Francisco de Moscoso, juez de comisarios. Ante la apelación de la sentencia de Miguel se resolvió a su favor, emplazando a Écija ante el Consejo de Guerra. Además, se cita otro poder, del 12 de julio de 1593, entregado por Cervantes a Juan de Salinas.
El 11 de diciembre de 1592, en el Puerto de Santa María, Pedro de Isunza alude a Cervantes y otros comisarios, Pablo Fiamini, Santiago Pardo, Gerónimo Pérez Arroyo, Francisco Ruiz y Pedro Ruiz de Roa, quienes trabajan bajo su mando.
En 1594, sin detallar la fecha precisa, Pedro de Lugo solicita al pagador Martín de Arriaga abonarle 50 arrobas de trigo decomisadas por Miguel de Cervantes.
Debo agregar que los diamantes documentales del extraordinario investigador Gervasio ya forman parte de mi libro: «Documentos de Miguel de Cervantes Saavedra, 1547-1616», que incluye 1.130 documentos, únicamente relacionados con el «Príncipe de los ingenios españoles», de estos 817 nuevos testimonios, y ya están integrados en mi tercera biografía del autor del Quijote.
Antes de terminar, pido a todos investigadores y aficionados remitirme sus extraordinarios trabajos de investigación, documentos y reseñas tocantes a Miguel, sus familiares, amigos, enemigos y obras maestras a fin de introducirlos en mi tercera «Vida de Miguel de Cervantes Saavedra», y a la par, agradecerles sus aportaciones de gran envergadura.
A fin y al cabo, le agradezco al laudable historiador argentino Gervasio de Cesare su ejemplar colaboración y le felicito por su brillante descubrimiento de los nuevos datos de inapreciable valor historiográfico, que ponen de relieve los nuevos detalles biográficos sobre Miguel de Cervantes, brindan especial interés histórico para la reconstrucción de la biografía del héroe de Argel, así como la de la historia de Baena, Carmona, Córdoba, Puerto de Santa María, Santaella, Sevilla y Teba y deberían ser divulgados obligatoriamente para rectificar así los grandes desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza y revistas electrónicas. ¡Enhorabuena!
«Laus in Excelsis Deo»,
Miguel de Cervantes Saavedra, heroico por Tierra y por Mar, es un diamante y su brillantez todavía no ha sido descubierta,
Krzysztof Sliwa
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