“La transmigración” dibuja un viaje a través de un futuro incierto y provocador, se enmarca dentro del creciente interés por las narrativas distópicas en la literatura contemporánea. Y no es solo el argumento lo que nos sorprendió, también lo disruptivo de sus planteamientos y su juego de narradores que incluye la segunda persona de Andrea, una de los dos protagonistas principales.

Muñoz-Rangel es conocido por su habilidad para entrelazar realidades complejas con elementos de ficción, ha utilizado esta nueva novela para explorar temas que resuenan profundamente en la sociedad actual. En "La transmigración", el autor se adentra en cuestiones como la identidad, la migración y las consecuencias de un mundo cada vez más interconectado y, a la vez, fragmentado.

La obra se sitúa en un futuro cercano donde las fronteras físicas y culturales han sido desdibujadas, y los personajes se ven obligados a navegar por un paisaje social en constante cambio. Muñoz-Rengel deja muy clara su intención con "La Transmigración": “invito a los lectores a reflexionar sobre su propia realidad y las decisiones que moldean sus vidas. Quiero que los lectores se sientan desafiados y, al mismo tiempo, conectados con los personajes que he creado”, afirmó durante la entrevista que mantuvimos en una cafetería de Alonso Martínez.

La novela se caracteriza por su prosa incisiva y su capacidad para crear imágenes vívidas que transportan al lector a un mundo donde la lucha por la supervivencia y la búsqueda de un sentido de pertenencia son temas centrales. A través de sus personajes, Muñoz-Rangel plantea preguntas de difícil respuesta sobre la naturaleza humana y la resiliencia ante la adversidad.

“La literatura tiene el poder de abrir diálogos y generar conciencia”

Juan Jacinto Muñoz-Rengel tiene la rara habilidad para abordar temas complejos de manera accesible. Estamos seguros de que esta nueva novela va a impulsar un debate sobre las realidades distópicas que podrían estar a la vuelta de la esquina. “La literatura tiene el poder de abrir diálogos y generar conciencia. Espero que 'La transmigración' sirva como un catalizador para conversaciones importantes”, comentó Muñoz-Rangel.

Con "La transmigración", Juan Jacinto Muñoz-Rengel reafirma su posición como uno de los autores más innovadores de su generación. Su habilidad para combinar la ficción con la crítica social lo distingue en un mercado literario cada vez más competitivo. Lo mismo escribe un ensayo que una colección de cuentos o que una distopía.

Muñoz-Rengel, explora en su nueva novela el intercambio de cuerpos, para él, “es una idea fantástica en el sentido de género” y añade cómo esta premisa desafía las leyes de la naturaleza y plantea interrogantes sobre la identidad humana. Siempre tengo en mente ideas que pueden trastornar un poco nuestro mundo”.

El escritor y profesor ha detallado que su enfoque se centra en el “realismo fantástico”, donde los personajes y escenarios son hiperrealistas, a pesar de la premisa mágica del intercambio de cuerpos. “He intentado trabajar todo con una técnica hiperrealista”, sostiene, subrayando que no dará explicaciones sobre cómo se produce este fenómeno en la novela.

El autor ha señalado que “al cambiar de cuerpo, la mente sigue siendo la misma, lo que plantea preguntas profundas sobre la identidad. La premisa es que cuando intercambias de cuerpo, el que llega al otro cuerpo sigue siendo exactamente la misma persona a nivel mental”, explica con soltura.

A partir del intercambio de cuerpos, el autor busca indagar en las relaciones humanas y en quiénes somos realmente. “Todo lo que sucede tiene que ver con nuestras relaciones humanas, con quiénes somos”, afirma. Además, ha destacado cómo los personajes son llevados a situaciones extremas. “Me gusta saber hasta qué punto puedo llevar a los personajes al límite”, sentencia.

Esta idea surgió mientras escribía una anterior novela, “El sueño del otro”, donde ya se indagaba en la identidad. “No quería hacer dos novelas parecidas tan seguidas”, señaló, refiriéndose a cómo su evolución personal también influye en su escritura. Reconoció que su propia experiencia vital le ha permitido abordar temas más complejos en su nueva obra. “Yo ya tengo más edad, he sido padre y estoy más cerca de la muerte”, reflexiona en voz alta. Esta madurez le ha permitido dar un enfoque distinto a su narrativa y alejarla de obras anteriores.

Las plataformas digitales están robando tiempo de lectura

El autor también ha mencionado el cambio editorial como un factor importante en su carrera literaria. “Cuando quise cambiar de sello lo hice con un ensayo”, indicó, sugiriendo que este cambio podría haber afectado su visibilidad entre los lectores. En cuanto a su estilo narrativo, Muñoz-Rengel ha innovado al eliminar guiones y acotaciones en los diálogos del libro. “He hecho que el narrador intervenga entre los diálogos solo con coma”, explicó. Este método requiere un esfuerzo adicional para mantener claridad en las escenas y distinguir entre personajes.

El desafío se intensifica debido al intercambio de cuerpos entre los personajes. “Necesito recordar al lector quién es cada personaje sin ser redundante”, apunta el escritor sobre técnica narrativa. La novela también aborda temas sociales contemporáneos como el abuso infantil y las nuevas tecnologías. “Estos elementos están presentes para reflejar realidades actuales. Quería presentar estas violencias antes en nuestro mundo”, dijo sobre la inclusión del tema de pederastia.

A través de personajes como Marta, una influencer joven, el autor explora cómo las redes sociales afectan nuestra percepción del cuerpo y la identidad. “Es una denuncia sobre el uso del cuerpo y la violencia”, expuso. Y criticó el impacto negativo de las aplicaciones digitales en el tiempo dedicado a la lectura. Ha observado un cambio significativo en los hábitos culturales: “Cuando llegué hace 20 años a Madrid, veía gente leyendo en el Metro; ahora todos miran sus móviles”. Esta transformación refleja una pérdida preocupante del tiempo dedicado a la literatura.

“Las plataformas digitales están robando tiempo de lectura”, sostiene Muñoz-Rengel al señalar cómo esto afecta no solo a los escritores sino también a toda una generación. Esta crítica se extiende hacia cómo las nuevas tecnologías reconfiguran nuestra atención y capacidad crítica.

A pesar del tono oscuro de la novela, Muñoz-Rengel busca dejar un mensaje esperanzador al final. “Quería dejar sensación por un lado de esperanza después de tanto camino perturbador”, afirma sobre su intención narrativa. A través del caos social presentado, algunos personajes intentan ayudar a otros incluso cuando enfrentan adversidades extremas.

“Nuestra capacidad de resiliencia es enorme”, concluye el autor al reflexionar sobre las posibilidades futuras tras el apocalipsis descrito en su obra. La historia invita al lector a considerar qué futuro queremos construir para las próximas generaciones, expone el escritor que quiere continuara desafiando las convenciones y explorando las profundidades de la experiencia humana. Con su mirada crítica y su prosa envolvente, Muñoz-Rangel nos recuerda que la literatura puede ser “un espejo de nuestra realidad, así como un faro que ilumina el camino hacia un futuro incierto”.

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