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Entrevista a Javier Tejada, coautor de “El viaje de Cloe”

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

“Lo fascinante de nuestro universo es que emergiera de la nada”

Por Felipe Velasco

El viaje de Cloe es un fascinante recorrido por la física, la química y la biología que emprende una pequeñísima exploradora por la Vía Láctea. La historia es fruto de la imaginación de dos reputados físicos, Eugene Chudnovsky y Javier Tejada, que pretender divulgar sus conocimientos de una manera fácil y pedagógica para que el lector conozca de primera mano el Universo.

"El viaje de Cloe" está escrito en colaboración con el científico ruso Eugene Chudnovsky

La colaboración de dos investigadores, uno ruso, el otro español; uno trabaja en la Universidad de Nueva York, el otro en la Universidad de Barcelona, ha dado lugar a un libro mágico e insólito que hace las delicias de los lectores, con una historia que emociona y atrae a partes iguales. Es un libro lleno de complicidades, de dos autores que desde hace años se juntan en el verano y han obtenido al hacerlo, unos excelentes resultados, concretando sus trabajos tanto en el campo de la ciencia como en la divulgación. El viaje de Cloe es un libro que apasiona y lo que cuenta Javier Tejada, igual. Nos han descubierto una realidad que no vemos, pero que cada día nos influirá más.


¿Qué les llevó a escribir El viaje de Cloe?

Eugene y yo pasamos juntos todos los veranos desde hace veinte años. Ese tiempo lo utilizamos para trabajar en problemas de ciencia y también para escribir. Fruto de esta colaboración son tres libros sobre magnetismo cuántico publicados en inglés por Cambridge University Press (1998) y Rinton Press (2006) dirigidos a investigadores y estudiantes universitarios. Nuestra primera incursión en el campo de la divulgación científica fue en 2008 cuando Destino nos publicó el libro El Templo de la Ciencia escrito en colaboración con Eduardo Punset. La experiencia fue excelente, disfrutamos muchísimo escribiendo ese libro pues tanto a Eugene como a mí nos entusiasma dar clases e intentar explicar con fórmulas y metáforas todo lo que conocemos. En ese libro defendíamos la tesis de que la ciencia habita en un templo cuyo diseño desconocemos, que los científicos exploran con el afán de encontrar nuevos paradigmas y los tecnólogos con el objetivo de encontrar aplicaciones a las ideas y conceptos que habitan en sus diferentes salas.


En esta ocasión queríamos escribir algo sobre lo que mucha gente habla muy a menudo, bien porque le interesa la ciencia o bien porque siente curiosidad sobre algunos dispositivos tecnológicos para su disfrute, liberación del trabajo o para conocerse mejor por dentro, tal es el caso de las llamadas máquinas médicas. Y en esas estábamos cuando hace dos años tuvimos los dos el mismo sueño que resultó ser el viaje de un intenu al que denominamos Cloe. Fue tal la impresión que nos produjo el sueño en cuestión y lo mucho que lo discutimos entre nosotros que pensamos que debíamos escribirlo tal y como quedó impreso en nuestros cerebros. En otras palabras, El viaje de Cloe es un sueño que nos explica muchas cosas que la protagonista ve durante su viaje de miles de años a través del universo, su recorrido por la tierra y lo que ha conocido de los frutos de la ciencia y del interior del cuerpo de los humanos, de los que quedó prendada. Los humanos hemos sido objeto de su estudio, exploración y admiración tanto por nuestra complejidad como por nuestra inteligencia. Le cuesta mucho tiempo distinguir entre la inteligencia de la naturaleza capaz de producir tornados, terremotos, mantener el agua en sus océanos y mover las nubes, y la de los humanos que hemos sido capaces de construir máquinas y saber de dónde sacar la energía para seguir viviendo en nuestro planeta.

¿Qué es lo que encuentra más fascinante del universo?

Para mí lo fascinante de nuestro universo es que emergiera de la nada y sin coste energético, es decir, con energía cero, hace ya catorce mil millones de años y que su tamaño actual sea tal que comparado con el que posee la tierra es como si comparásemos el tamaño de ésta con el de un átomo.

¿Cree que el universo se explica en palabras muy abstractas para ser comprendidas por el gran público?

Sobre el universo existen muchos libros escritos y al leer algunos de ellos he pensado que yerran el tiro, pues lo hacen de forma muy sofisticada, muy poco cercana al lector no especializado en temas de física y sobre todo que mezclan cosas que no debieran. Por ejemplo, mezclan la existencia o no de Dios con teorías, la mayoría de ellas no verificadas experimentalmente, lo que me parece escandaloso.

¿Cuáles son las expectativas con respecto a los trabajos actuales acerca del universo?

No me sorprendería nada si en el futuro la investigación sobre el universo pivotara tanto sobre información e inteligencia, la capacidad de recibir y crear información, como sobre energía y materia tal y como se ha hecho hasta ahora. Me explicaré. En mi opinión la evolución del universo a partir del Big Bang que dio lugar a las partículas elementales, estrellas, átomos etc, fue acompañada por la evolución de la información. Es decir, es muy posible que en el futuro la información y la materia queden unificadas de la misma manera que los físicos buscamos la unificación de todas las fuerzas.

¿Por qué la Tierra resulta un planeta tan atractivo para Cloe?

Durante su viaje Cloe ve un puntito frío, es decir algo que no es una estrella, del que salen, para su sorpresa, ondas de radio y microondas. Además estas ondas electromagnéticas no son como las que emite Cassiopeia A, que son un simple ruido. No, esas ondas parecen transportar información encriptada. Así que pone rumbo a la tierra. Una vez aquí se extasía al ver a los humanos y a la materia fría, los átomos, como ella los llama. Ella que es pequeña como un átomo, se siente atraída por nosotros, por nuestra inteligencia, y durante los años que lleva en la tierra ha sentido muchas veces la tentación de establecer contacto con nosotros, es decir dejarse ver y estudiar. Todavía se lo está pensando y por eso se ha tomado un descanso a pesar de que también siente una tremenda curiosidad por conocer eso que ha visto en el cerebro de algunos físicos que se dedican al estudio del Universo y que llaman materia y energía oscura.




¿Cuál es, en su opinión, el descubrimiento más útil que se haya logrado con la radiación?

Si hablamos de la radiación electromagnética, son muchos los grandes descubrimientos de su “poderío”. En primer lugar hay que decir que el mundo está dominado por la electricidad y no por el magnetismo porque la energía eléctrica es millones de veces mayor que la magnética. Para mí las grandes aplicaciones de la radiación electromagnética son el radar y la telefonía móvil. De hecho descubrir y aplicar el radar junto con el descifrado del genoma humano son los proyectos más caros y ambiciosos de la humanidad. La telefonía móvil y su alianza con todas las tecnologías surgidas de la computerización y miniaturización de los transistores y bits de información son, sin lugar a dudas, la mayor revolución industrial de los últimos años y a su vez han servido para hacer el mundo más democrático.

¿Qué progresos se han llevado a cabo últimamente para tratar el cáncer?

Si hablamos de la radiación de los llamados rayos gamma generados por los núcleos, su aplicación más útil es, sin lugar a dudas, el hecho de que son capaces de destruir tumores cancerígenos. Cuando los rayos gamma chocan con las células cancerosas las destruyen o las mutan. De ahí la importancia de que únicamente choquen con las células “malas”. También, los rayos gamma cuando recorren nuestro cuerpo camino de su diana destruyen moléculas de agua.

¿Cómo se originan los pensamientos en nuestra mente?

Ramón y Cajal descubrió que la unidad funcional más pequeña del sistema nervioso y del cerebro es la neurona. Se ha estimado que la red neuronal del cerebro está formada por unos cien mil millones de neuronas y que cada neurona se “comunica” con otras diez mil. En definitiva, tenemos mil millones de conexiones interneuronales en total. El circuito nervioso del cerebro puede ser copiado, con las inevitables mutaciones, en el proceso de enseñanza y aprendizaje entre un cerebro y otro. Pues bien, los pensamientos son fruto de estas conexiones neuronales y las ideas que se generan en un cerebro compiten con las que producen otros cerebros. Todo este mundo de los pensamientos y de la consciencia entran en lo que podemos denominar complejidad y que la humanidad, por ahora, no sabe cómo funciona y como abordar su estudio. De hecho, en la actualidad ni siquiera sabemos qué hace el cerebro para sumar dos más dos.

¿Tienen los sentimientos explicación racional y científica?

Los sentimientos, como las emociones, el amor y la mera consciencia, conocimiento propio, son frutos refinados del cerebro que es un sistema complejo y no lineal, que ha adquirido su complejísima red neuronal actual tras miles de años de evolución. Dicho de forma clara, todavía no existe una explicación racional clara de lo que hace el cerebro. Lo que sí sabemos es la gran importancia que juegan en nuestra vida las emociones y ya no digamos el amor. Sabemos curar algunos de sus comportamientos anómalos, porque la ciencia ha aprendido a curar enfermedades, pero tenemos pendiente la curación personalizada de los enfermos.

¿Qué se encuentra investigando usted actualmente?

Desde hace ya veinte años trabajo en la búsqueda de fenómenos cuánticos en sistemas magnéticos y superconductores. Con mis colaboradores he descubierto varios nuevos fenómenos como el efecto túnel del espín y la deflagración magnética cuántica. Muy recientemente he empezado a trabajar en aplicaciones de las microondas y partículas magnéticas en el desarrollo de nuevas máquinas médicas que permitan “ver” stents coronarios y la destrucción de placas de colesterol. Las aplicaciones de la física en medicina me tienen arrebatados el corazón y la mente.

¿A quiénes diría que va dirigida esta novela?

Este libro va dirigido a todos los públicos. Lo que queremos es que todas las personas se puedan asomar a este gran ventanal que es la ciencia sin la sensación de vértigo asociada al vacío. Creemos que el lenguaje de los científicos son las matemáticas, pero cuando salimos del templo de la ciencia debemos utilizar palabras sencillas y hacer uso de claras metáforas para así entendernos con nuestros conciudadanos. No hay nada en la ciencia que no pueda ser explicado de forma sencilla. De hecho la ciencia sólo explica cosas simples. Lo que no sabemos es la complejidad y para eso no tenemos, por ahora y exagerando un poco, ni fórmulas ni palabras.

¿Está trabajando en alguna nueva novela?

Desde que acabamos de escribir El viaje de Cloe, estoy dándole vueltas a diferentes ideas y posibles temas dignos de ser escritos. Me debato entre las diferentes formas que puedo utilizar para narrar y también dudo sobre el tema a elegir entre unos cuantos sobre los que he reflexionado mucho y discutido con varias personas de mi entorno. Pero está claro que sí, que acabaré cayendo en la bendita tentación de la atracción que supone el teclado de un ordenador cuando te corren las ideas y el interés por compartirlas con otras personas.

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