La política como espectáculo estudia todo este sistema alrededor de las elecciones estadounidenses, capaz de convertir a los políticos en actores y a los eventos en secuencias de cine. Todos recordamos las figuras de Ronald Reagan o Arnold Schwarzenegger como paradigmas del fenómeno.
De este modo, Javier M. Tarín nos habla de la influencia televisiva, la manipulación de los medios, el trabajo de los figurantes, a través de la reseña también de tres grandes clásicos del cine sobre esta temática como son El político, El candidato o Ciudadano Bob Roberts, referentes de series televisivas de gran éxito como House of Cards o Scandal.
La clase política ha asumido poco a poco todos los mecanismos propios de la puesta en escena teatral, en primer lugar, y de la cinematográfica más tarde, e incluso de la industria musical. Los políticos han evolucionado lentamente hacia su configuración como celebrities o famosos que pueblan las pantallas televisivas. Para gestionar su faceta mediática, se rodean de equipos de profesionales de la comunicación que les ayudan a confeccionar sus personajes y simplificar sus mensajes para los medios. Los candidatos devienen entes maleables que se adaptan a las circunstancias exigidas por el guion electoral elaborado a conciencia por grupos de trabajo especialistas en marketing político. Los líderes de hoy recurren de manera constante a los servicios de fotógrafos, cámaras freelance que recogen sus actos, maquilladores, iluminadores, asesores de imagen que les aconsejan sobre su aspecto y mensajes. Sociólogos, publicistas, psicólogos y lingüistas completan la nómina de personas que componen los equipos de campaña. El resultado es que la imagen proyectada, moral y física, se aleja de la realidad y pasa a ser verosímil más que verdadera. Se trata de poner en circulación una imagen enlatada o fabricada por el equipo del político con una intención comunicativa determinada que cumpla criterios de verosimilitud más que de veracidad.
Javier M. Tarín, (Valencia, 1967) es Licenciado en Filología Inglesa y Comunicación Audiovisual y Doctor en Comunicación Audiovisual. Ha escrito crítica cinematográfica en diferentes publicaciones entre las que destacan Banda Aparte y Shangrilla. Formó parte del Consejo de Redacción de la revista independiente Mono. Ha dirigido varios cortos entre los que destacan Elogio de la quietud, Macrina y La muerte de Laura. Ha escrito dos poemarios Poeta en prácticas y Manual de instrucciones. Ha publicado un libro sobre educación Del aula a la calle: la educación en busca de sentido junto con Nacho Cagiga en la que se aproxima al mundo de la educación. Trabaja como profesor de inglés y Cultura Audiovisual en la ciudad de Valencia.
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