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José Luis Corral
José Luis Corral (Foto: Javier Velasco Oliaga)

Entrevista a José Luis Corral: “El pasado explica el presente, pero no lo justifica”

Autor de “El conquistador”
jueves 15 de octubre de 2020, 20:00h

Si hay un rey que se merece llevar el apelativo de conquistador ese es Jaime I de Aragón. El historiador y escritor aragonés José Luis Corral era la persona más indicada para acometer de la mejor de las maneras posibles la biografía novelada de tan insigne monarca. El resultado es la novela histórica “El conquistador”, una obra llena de las aventuras épicas de Jaime I.

El conquistador
El conquistador

El profesor aragonés escribe en la solapa del libro que “los nacionalismos manipulan la Historia para justificar su visión del pasado” y en la entrevista que hemos mantenido añade “se utilizan los territorios como un justificante para sus intereses. El pasado explica el presente, pero no lo justifica”, sostiene de manera taxativa y documentada. De ahí que haga una gran introducción en la novela contando la historia de su padre, Pedro II el Católico, para conocer el contexto del reinado más largo de nuestra tierra.

“Para entender la vida de Jaime I es imprescindible conocer la infancia del rey. Creció con una falta de cariño total. Su madre María de Montpellier murió cuando apenas contaba cinco años de edad. Su padre nunca mostró interés en conocer a su vástago, lo vio escasamente un par de veces en esos años, y falleció en la batalla de Muret poco después que su repudiada esposa. Por lo tanto, con tan sólo cinco años Jaime I se convierte en el rey de Aragón, aunque no lo sería de hecho hasta los diez años”, explica el escritor aragonés.

Todo estos acontecimientos, los relata el propio rey Jaime en el “Libro de los Hechos”, su propia crónica autobiográfica. “Es imprescindible conocer las raíces del personaje para entender su vida. Jaime I quedó en manos de diferentes nobles, como Simón de Montfort -enemigo mortal de su padre- y, posteriormente, fue recluido en el castillo de Monzón, con un primo suyo, quedando en manos de los caballeros Templarios que forjarían su instrucción”, recuerda José Luis Corral y añade “por eso, a lo largo de su vida buscó el cariño de las mujeres porque nunca lo tuvo de sus padres”.

Aún así, Jaime I se creyó siempre un caballero feudal, un caballero de los que relatan las crónicas de los juglares de su tiempo. “Se creía invencible en lo militar y un gran amante con las mujeres. Quizá por ello tuvo tantas. Siempre buscó el amor y la aceptación de las mujeres”, expone el autor de “El conquistador”.

La novela tiene una cantidad ingente de personajes. “Todos son históricos, es la primera vez que escribo una novela donde todos lo son. Más de 300 personajes deambulan por mi novela. Por eso, he puesto una relación de personajes al final del libro, para que el lector no se pierda entre tanto personaje. De ahí que haya tenido mucho cuidado en fijar los lugares y los escenarios, las fechas y hacer una estructura muy clara para que los protagonistas no entren en contradicción. Manejar a tantos personajes es complicado, pero creo que ha quedado todo muy claro”, analiza el escritor aragonés.

Hay que tener en cuenta que José Luis Corral es profesor de Historia de Aragón de la Edad Media en la Facultad de Letras de Zaragoza, además de Historia del Islam, por lo que conoce perfectamente la historia de su tierra. De ahí la rigurosidad con la que trata la historia. “En mis libros guio a cualquier persona que se acerque a ellos para que pueda entrar en la historia. Siempre sin perder un ápice de cercanía”, señala.

“A los españoles nos encanta que se hable mal de nuestro país”

Corral cree que “a los españoles nos encanta que se hable mal de nuestro país. Siempre nos han encantado las sombras de nuestra historia. Preferimos nuestras derrotas a nuestras victorias. Hasta hace poco no se han publicado novelas históricas sobre las gestas hispanas, como las de Blas de Lezo, la Contra Armada, etc”. Desde luego, el autor aragonés está dispuesto a cambiarlo como ha demostrado con su trilogía de los Austrias, por ejemplo.

En su opinión, “el papel jugado por Pedro II fue bastante irresponsable. Estaba más preocupado por su propia vida que por la política, las batallas, la vida de sus súbditos o de asentar un reino con demasiados flancos” y continua diciendo “tenía una alta concepción de sí mismo. Se creía tocado por la mano de Dios. Algo que también compartió con su hijo Jaime. Éste tenía más un espíritu mesiánico y se creyó un rey cruzado, que le jugó una mala pasada en su fracasada expedición a Tierra Santa”.

Jaime I se casó un par de veces, primero con Leonor de Castilla, matrimonio que fue anulado por cuestión de parentesco y después con Violante de Hungría. Era este un reino muy querido por la cristiandad ya que fue un feudo que paró en muchas ocasiones la expansión del Islam hacia Europa. “Violante fue una reina manipuladora. Siempre luchó para que sus hijos fuesen los herederos de Jaime. El rey tuvo tantos descendientes bastardos que hasta alguno luchó por ser heredero”, puntualiza el escritor.

Las luchas dinásticas han sido muy frecuentes en la península Ibérica. “En España ha habido siempre muchas tribus y muchas luchas entre ellas. En algunas ocasiones había cierta tendencia a unir todos los poderes, en otras había un movimiento centrífugo que favorecía la desintegración. Esta lucha entre las fuerzas centrípetas y centrífugas se ha dado constantemente en nuestro país”, indica José Luis Corral.

Jaime I rediseña y redistribuye los límites administrativos que se mantienen en la actualidad

“Los monarcas lo que quieren es unir el poder y sus territorios”, cuenta Corral. Y Jaime I tenía una misión dinástica. Los reyes cristianos de la península se habían dividido las conquistas a realizar. A Aragón le había tocado Baleares y Valencia. Con poco más de 20 años comenzaría la conquista de las islas, que le llevaría varios años. En la novela se narran estas conquistas, es la parte más épica de la misma, con la posterior invasión del reino de Valencia, que acometería unos diez años después. También logra la conquista de Murcia, que regala a su suegro Alfonso X, el Sabio, porque en el reparto le tocó a Castilla. “Jaime I era todo un caballero. Siempre fue justo con sus súbditos. Solía cumplir con rigurosidad los Fueros y soía decir: Hablen cartas. Los firmado era sagrado para él”, detalla el historiador.

Se puede decir que “Jaime I rediseña y redistribuye los límites administrativos de España que se mantienen en la actualidad. El sur de Francia se separó de Aragón porque al rey Jaime nunca le interesó mantenerlos. Todo lo contrario que los condados catalanes, que habrían correspondido a los Capetos”, comenta Corral. Fue una especie de cambio de cromos entre Luis IX de Francia y Jaime I. “Firmar el tratado de Corbeil fue un gran error político”, subraya y agrega “las fronteras no están en los montes sino en los ríos. Jaime I no debió abandonar los territorios de su madre. Europa Occidental es lo que es hoy gracias a la Edad Media”.

“Jaime I se encontraba bien cuando tenía una mujer a su lado. Por eso tuvo tantas amantes. Era más enamoradizo que su padre. Además, disfrutaba mucho en las tierras del sur del reino de Valencia, pero siempre al lado de una mujer, de ahí que no sea extraño que la muerte le sorprendiese en Alzira. Como hemos señalado antes, Jaime I el Conquistador reinó 57 años, el que más en los reinos de las Españas y según José Luis Corral sólo diez reinados han durado más que el suyo. “La que va a batir todos los récords es Isabel II del Reino Unido que ya lleva 67 años reinando”, concluye con cierto humor el escritor. Después de haber leído su libro nos surgen dudas sobre por qué le denominaban el Conquistador, si por las tierras conquistadas o por las mujeres que sedujo en su vida. Tendrán que leer el libro para averiguarlo.

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José Luis Corral (Foto: Javier Velasco Oliaga)
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